Música

Prácticamente todas las tiendas en línea venden música de supremacistas blancos

El tema de la censura en la música —y el arte en general— es uno profundo. El hecho es que, a veces, mucha gente muy mierda hace discos increíbles, y al final tú, el consumidor, tienes que tomar la decisión de tu relación hacia esos discos. ¿Los ignoras por completo? ¿Bajas esos discos ilegalmente y mantienes tu dinero lejos de sus bolsillos? ¿Dices, “Me vale madres, me encanta la música, no me importa quién la hizo”? El ethos “amo el arte, odio al artista” es la razón por la que gente como Ariel Pink y Varg Vikernes son nombres famosos. Podrías ahorcar a un batallón entero de Nazis con todos los textos que esta idea ha inspirado, y nunca va a dejar de ser tema de debate. El meollo del asunto espinoso es la transparencia. Tú te mereces saber qué tipo de artista estás apoyando, estés de acuerdo con sus ideas o no.

Desafortunadamente, puede ser difícil saber quién está apoyando qué sin hacer un poco de investigación, y no todos los medios, sellos discográficos o escritores tienen el tiempo o el interés de hacer el esfuerzo. Como Keegan Hankes, del Southern Poverty Law Center, acaba de descubrir, iTunes es culpable de dejar que muchas cosas terribles estén dentro de su catálogo masivo. Hay una impresionante cantidad de música que promueve la supremacía blanca, el black metal Nacional Socialista (NSBM, por sus siglas en inglés), y otros documentos sónicos despreciables que están disponibles para adquirirse en la tienda de comercio musical más influyente del mundo.

Videos by VICE

Punk News atacó este tema en el 2006, rastreando la fuente del lanzamiento de un disco de Skrewdriver que uno de sus lectores había encontrado en iTunes hasta encontrar que la venta había empezado en la tienda independiente de música CD Baby. Entrevistaron al presidente de CD Baby, Derek Sivers, y su postura sobre el asunto reflejó la cuestión de la censura en el arte. “Es muy peligroso acercarse a ello. Si empiezas con un disco, entonces tendremos que comprometernos a decidir por toda nuestra existencia, cada vez que nos llegue un álbum nuevo, si es ofensivo o promueve el odio o si debemos permitirlo. Nos llegan entre 200 y 300 discos al día en estos momentos, entonces no hay manera de que podamos juzgarlos todos. Además, no quiero que los quejosos tengan poder sobre nuestra toma de decisiones. ¿Qué pasaría si empezamos a recibir quejas sobre álbumes paganos? ¿O sobre discos que son liberales políticamente hablando? ¿Quitamos de nuestro catálogo cualquier cosa de la que la gente se queje? Obviamente no. Entonces lo que decidimos hacer fue esto: por cada dólar que ganemos vendiendo un disco que sea obviamente racista/Nazi/o lo que sea, contribuímos dos dólares a organizaciones en contra del racismo, como la UNCF y otras; la gente de la bodega escoge las organizaciones que más les llaman la atención.”

Todo eso está muy bien, pero el sentido común dictaría que alguien que sabe que está vendiendo un disco fascista o racista tendría al menos el interés de hacérselo a saber a aquellos que no estén informados. Los menoristas y mayoristas tienen la responsabilidad de informar a sus clientes sobre sus productos, y al dejar pasar de largo cosas como esta eluden esa responsabilidad. En una tienda de discos independiente, existe un elemento sobre “curar” tu selección; uno pensaría que existe un equipo de empleados que se preocupan lo suficiente como para asegurarse que los discos que están vendiendo no están llenos de retórica de odio. Corporaciones enormes como iTunes no tienen ese enfoque, y esto es lo que pasa. Por ejemplo, prácticamente toda la discografía de Skrewdriver está disponible para adquirise, y no existe esfuerzo de ningún tipo para ocultar o obscurecer la ideología de la banda. Las primeras dos líneas de la biografía del artista en la página Sobre el artista dicen “Cultivando una de las carreras más terroríficas en la escena del punk rock, Skrewdriver ha logrado convertirse en los ídolos del movimiento de odio racial en el Reino Unido. Ellos definieron la esterotípica imagen de los skinheads, predican la creencia de la superioridad Aria de los Nazis, y hacen música violenta y visceral que hace que sus fans enfurezcan.” Hankes también menciona la presencia de grabaciones absurdamente racistas de The Bully Boys y Max Resist. Si el punk rock no es lo tuyo, también hay mucho metal odioso de extrema derecha. Está un compilado de Absurd protagonizado por el fundador de la banda, el homicida convicto y Nazi Hendrik Möbus. ¿Te apetece escuchar “Aryan Blood” de Kristallnacht? ¿Y qué tal mezclarla con “Blood of the Aryan” de Adalruna? También puedes escuchar y calificar “For Victory We Ride”, el tema más popular de Bilskirnir, o darte por bien servido al bajar uno de los siete discos disponibles de Graveland. También tienen la discografía entera de Arghoslent, si tienes el antojo de escuchar un poco de death metal y canciones como “Flogging the Cargo.”


Pero no te preocupes, si no estás buscando específicamente música con mensajes de supremacía blanca seguramente no la vas a encontrar, ¿no? Seguramente sólo la gente que estaba a la caza de estas bandas es la que la encuentra, y esas personas son una causa perdida, ¿no? Desafortunadamente, ese no es el caso. Una de las observaciones más estremecedoras de Hankes es la siguiente: “Características especiales como la sección ‘Otros usuarios también compraron’ de iTunes ayudan a promover artistas similares a un comprador que ya escucha ese tipo de música. Por ejemplo, al buscar Skrewdriver en iTunes aparecen sugerencias que dicen que otras personas también han comprado discos de Brutal Attack, Final War [nota del editor: Final War es un disco de la banda fascista de skinheads Young Blood], Bully Boys y otras bandas que promueven el odio. Lo que es más, un consumidor puede ser recomendado una banda de odio después de haber hojeado el catálogo de una banda de hardcore o de metal que no sea racista, lo cual significa un tipo de exposición que nunca había estado tan abiertamente disponible para una escena musical tan insular, que dependía de la promoción de boca en boca de sus fans para poder ganar popularidad.”

En pocas palabras, iTunes está haciendo que sea más fácil que nunca que los escuchas descubran bandas racistas que promueven la supremacía blanca, y otras de la misma especie. Eso crea una duda más amplia: ¿es iTunes el único culpable? Y la respuesta es, absolutamente no. Tomamos los ejemplos mencionados aquí arriba y nos metimos a todos los mayoristas de música en línea y servicios de streaming en los que pudimos pensar, sólo para ver qué existe en las esquinas más oscuras de sus catálogos. No fue bonito lo que encontramos.

Google Play
Skewdriver:
The Bully Boys:
Brutal Attack: (además de un
split de Bully Boys/Brutal Attack)
Max Resist:
Young Blood:
Absurd:
Kristallnacht:
Bilskirnir:
Arghoslent:



Beats Music
Skewdriver:
The Bully Boys:
Brutal Attack:
Max Resist:
Young Blood:
Absurd: NO
Kristallnacht:
Bilskirnir:
Arghoslent: NO

Rdio
Skewdriver: NO—la banda está enlistada, pero no hay música disponible. Sin embargo, puedes escuchar la estación de radio del artista, y ahí el primer track que sale es “Trouble,” de The Blue Eyed Devils, una banda completamente inocente de blyes, que desafortunadamente comparte su nombre con una virulenta banda de skinheads racistas.
The Bully Boys:

Brutal Attack: NO
Max Resist:
Young Blood:
Absurd: SÍ—como iTunes, Rdio también recomienda bandas NSBM como Gestapo 666, Spear of Longinus, Grand Belial’s Key, y Satanic Warmaster, junto con Kristallnacht y Bilskirnir, lo que significa que…
Kristallnacht:
Bilskirnir:
Arghoslent:

Amazon​
Skewdriver:
The Bully Boys:
Brutal Attack: (también tienen el split con los Bully Boys)
Max Resist:
Young Blood:
Absurd:
Kristallnacht:
Bilskirnir:
Arghoslent:

Pandora
Skewdriver: NO
The Bully Boys: NO
Brutal Attack: NO
Max Resist: NO
Young Blood: NO
Absurd:
Kristallnacht: NO
Bilskirnir: NO
Arghoslent: NO

Rhapsody
Skewdriver: NO
The Bully Boys:

Brutal Attack: (también el split)
Max Resist:
Young Blood: NO
Absurd:
Kristallnacht:
Bilskirnir:
Arghoslent:

Grooveshark
Skewdriver:
The Bully Boys:

Brutal Attack: (y el split)
Max Resist:
Young Blood: NO
Absurd:
Kristallnacht:
Bilskirnir:
Arghoslent:

Como podrás haber notado, muchas de las bandas se repiten en los catálogos. Muchos de estos mayoristas únicamente ofrecen uno o dos álbumes específicos de cada banda, lo cual levanta la pregunta: ¿Cómo llegaron ahí? Hankes señaña que Micetrap Records, uno de los distribuidores más grandes de música “racial”, llevó sus operaciones completamente offline recientemente, pero un vistazo rápido a su página web indica lo contrario —incluso tienen nueva mercancía navideña para todos la gente intolerante que quiera adornar sus jardines. Sabemos la postura de CD Baby al respecto, y esta no parece haber cambiado con los años; hoy en día, todavía tienen muchísimo material de Skrewdriver, así como cosas solistas de Ian Stuart y discos de The Bully Boys y bandas como Chingford Attack, que tienen canciones como “Dirty B Bastard” (adivinen qué significa la “b”). De ahí viene también ese bizarro split Bully Boys/Brutal Attack. En cuanto a los discos de metal, tratar de encontral una única fuente que los distribuya es prácticamente imposible, dado el gran número de disqueras y distribuidoras independientes que tienen su material.

Bueno pero ahora que sabemos todo esto, ¿cuál es el siguiente paso? ¿Hacemos una petición a estos mayoristas para que fortalezcan sus políticas sobre mensajes de odio, o pedimos que contraten gente que investigue los antepasados ideológicos de cada banda cuya música venden, para que puedan proporcionar mensajes de advertencia si es necesario? La PMRC intentó hacer eso hace unas décadas en Estados Unidos y no le fue tan bien. La mierda de una persona es la solitud de otra. Como Sivers dijo, es una pendiente resbaladiza, y no tenemos una respuesta concreta al respecto.

Pero al menos ahora saber qué hay ahí afuera. Lo que hagas con esta información ya es tu decisión.