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Cuando Robin van Persie decidió mudarse a Turquía para jugar con el Fenerbahçe, lo hizo con la completa convicción de que sería la estrella del equipo y tendría más minutos de los que le ofrecía el desorientado equipo de Louis van Gaal en Manchester. Sin embargo, RVP ha sufrido una triste realidad en su nuevo equipo: aún más banquillo.
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De hecho, todos los goles de Van Persie han llegado cuando Robin ha empezado el partido desde el banquillo. En declaraciones para el canal turco Lig TV, el holandés declaró lo siguiente:
Para ser honesto, no estoy muy feliz en estos momentos.
No estuve feliz de empezar en la banca. Estoy totalmente en forma, físicamente bien y capaz de jugar 90 minutos. La única respuesta correcta fue hacer lo que hice: ayudar al equipo a obtener la victoria.
Su entrenador, el luso Vitor Pereira, asegura que para ganar partidos “necesitas este tipo de tensiones”. Para Van Persie, sin embargo, las “tensiones” ya superaron el límite… y ahora tenemos a un holandés triste paseando como un zombie en los partidos y entrenamientos del Fenerbahçe.
