Este artículo apareció originalmente en VICE US en 2015, pero las quejas sobre brujería y sus letales consecuencias continúan siendo un problema en la Camboya de hoy.
Cuando el curandero Hem Ty, de 83 años de edad, asistió al funeral de una joven de 17 años de edad en la provincia central de Kompong Tom, lo siguieron rumores de haber lanzado hechizos en algunos habitantes locales de la provincia. La gente incluso empezó a sospechar de su responsabilidad en la muerte de la joven adolescente.
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“Yo escuché del padre de la joven víctima que Hem Ty había ido al funeral, había levantado la sábana que cubría el cuerpo y había tocado el pie de la joven”, dijo Hun Soeun, el jefe de policía de la comuna rural Prasat Balaing en el distrito Doung. “Fue por eso que lo acusaron de ser hechicero”.
La opinión se dividió entre los aldeanos sobre porqué Hem Ty había tocado el pie de la joven fallecida. Algunos creían que él simplemente tenía intención de asegurarse si la joven estaba definitivamente muerta. Después de todo, él había sido un respetado miembro de la comunidad, dijo Sek Loeung, su viuda de 69 años.
Hem Ty comenzó a practicar medicina tradicional a la edad de 24 años, mientras estaba viviendo como monje en una pagoda cercana. Después de dejar el monasterio, se casó con Loeung, una pariente lejana con quien sentó cabeza y tuvo 10 hijos. Además de dedicarse a la agricultura, por décadas tuvo un flujo constante de pacientes que lo visitaban debido a una gran diversidad de enfermedades y dolencias.
“Solía tratar a niños que lloraban en las noches. Les echaba agua en sus bocas y luego regaba un poco en sus caras para bendecirlos”, explicó Loeung el mes pasado desde su casa de estilo tradicional. “También solía hacer medicamentos a partir de la corteza de un árbol para atender mujeres que acababan de dar a luz. Él creía que cuando ellas tomaban dicho medicamento, la sangre contaminada, todavía dentro del cuerpo de la mujer, era liberada”.
A pesar de esto, otros miembros de la comunidad tienen diferentes ideas al respecto. Entre ellos hay quienes sospechan que Hem Ty tocó el pie de la joven con el fin de robar su espíritu. El padre de la mujer fallecida había llegado a la conclusión de que su hija debió haber sido víctima de magia negra, pues los doctores en la ciudad de Siem Reap no habían logrado curarla de su enfermedad, descrita por los aldeanos como “enfermedad de los huesos”.
Los rumores del comportamiento de Hem Ty en el funeral marcaron el comienzo de una cadena de eventos desafortunados en contra de su familia. El perro de la familia fue envenenado y una gran pila de madera recogida para construir una nueva casa fue prendida en llamas. Después, el 4 de noviembre, Hem Ty no logró regresar de su plantación de marañón para disfrutar de su cena.
“Después de que no lo pudimos encontrar, la información se esparció y otra gente vino a ayudar”, dijo su hija Ty Luon. “Seis de nosotros estuvimos buscando en los alrededores de la plantación de nueces”.
Después de alrededor de dos horas, se hizo el macabro descubrimiento.
“A eso de las 7:00 p.m. no habíamos podido encontrarlo todavía, entonces pusimos una caña de pescar en el estanque y se enganchó en una camiseta, luego la halamos y apareció su cuerpo. Lo habían cortado cinco veces en la cabeza con un hacha”, dijo Ty Luon. En ese momento, el oficial de policía tomó algunas fotos del cuerpo ensangrentado con su celular.
Hem Ty es el último en una larga fila de personas asesinadas después de ser acusadas de hechicería en Camboya. En abril del año pasado, una multitud de 600 personas en Takeo apedreó un hombre a muerte; se presumía que el hombre había causado la muerte de muchos ancianos. En julio, tres hombres en Mondolkiri admitieron haber asesinado a un hombre sospechoso de ser hechicero. Unos días después, un curandero fue decapitado en Kompong Speu.
Según Ryun Patterson, periodista y autor de Ley de desaparición: Un vistazo al mundo de la magia de Camboya, la antigua superstición, mezclada con las difíciles vidas de muchos Camboyanos del campo, crean la “atmósfera perfecta” para que sucedan este tipo de asesinatos.
“Como con la caza de brujas alrededor del mundo, esto se remonta cientos de años atrás y creo que está ligado a la psicología básica humana. Nuestros cerebros trabajan muy duro para encontrar patrones en las cosas, para encontrar causas a los efectos que vemos todos los días”, afirma Patterson. “Cuando no podemos ver la causa, o si estamos completamente inhabilitados para cambiar una situación desafortunada, creo que nuestros cerebros buscan algunas conexiones que a lo mejor no existen realmente”.
Vong Sotheara, un experto en la cultura tradicional de Camboya, su epigrafía y su historia, piensa que las antiguas creencias sobre la magia negra pueden provenir de más de cientos de años atrás. Pero, al igual que Patterson, él cree que los asesinatos a brujos y hechiceros pueden resultar ser culpa tanto de factores económicos y políticos, como de la superstición misma.
“La mayoría de estas personas son escasamente educadas”, afirmó. “Cuando llegan a un punto de desesperanza para encontrar soluciones en el campo de lo físico y de la ciencia, siempre regresan a los hechiceros”.
Un mes después del asesinato de HemTy, no ha habido arrestos con respecto al caso, aunque el jueves, el policía en jefe del distrito, Chhin Chhum, dijo que sus oficiales habían logrado identificar un sospechoso. El jefe de policía de la comuna, Soeun, dijo que él personalmente no cree en magia negra ni hechicería, afirmando que “él cree en la ley” y que ha hecho esfuerzos para “educar” a los aldeanos para evitar señalar presuntos hechiceros.
De vuelta en su simple hogar, la viuda de Ty, Loeung, ojea a través de un pequeño libro de fotografías que contiene las únicas fotos de su esposo. “Estoy preocupada de que alguno de los hombres que agredió a mi esposo, pueda atacarme a mí también”, dijo, tratando de no derramar lágrimas. “Estoy muy arrepentida. No entiendo por qué la gente lo culpa. Mi esposo era una buena persona, él nunca quiso hacerle daño a nadie”.