Richard Lynn es un viejo conocido en las calles de Austin. Poco le importa el día de la semana, él toma camino y se dedica a escuchar música en directo en los diversos foros que en dicha ciudad y sus alrededores existen. Creció fascinado por el sonido de los Kinks y The Who, la raigambre punk que lo llevaría a encontrarse con Manikin cierto día en Houston. “¿Para cuándo sale su disco?”, le preguntó Richard a la banda tras escucharla tocar y así descubrir que no había planes al respecto debido a que ningún sello disquero mostraba interés. Lynn volvió a casa con el coco girando veloz, ¿cómo se le hacía para fundar un sello? Aquello sucedió en 2001, al año siguiente Manikin tendría su plato debut con el logo de Super Secret Records en la tapa, nada menos que la empresa que Richard echó a andar, así, como él mismo explica, casi sin querer.
Desde entonces, Super Secret Records es un referente básico en la escena punk rock de Austin; y de las exquisitas divisiones que del sello han nacido, Self Sabotage y Sonic Surgery, ni hablar. Sin embargo, el hambre del también fundador del Austin Jukebox es brava. Actualmente presenta orgulloso un nuevo sello. Su nombre: San Saba Records. El plan: firmar propuestas provenientes de Latinoamérica cuya raíz se palpe maciza. Para lograr el objetivo, Richard ha decidido chocar manos con Clemente Castillo, quien opera como el rostro de San Saba del Río Bravo hacia el sur. Así que juntos, bebiendo café, Lynn y Castillo charlan con Noisey sobre las expectativas que su aventura alberga. “Super Secret Records nació en 2001 y desde entonces a la fecha todo lo que de ahí ha derivado sigue siendo prácticamente lo mismo: rock & roll y punk”, ataja el estadounidense; “bajo esta perspectiva, trabajar con Clemente ha sido de igual forma, muy punk. No tenemos contratos, no hay papeles. Simplemente confiamos en nosotros”.
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Noisey: ¿Cómo fue que ustedes dos se encontraron y decidieron darle forma a San Saba Records?
Richard: Nos conocimos en Sonic Ranch, hace como año y medio. Desde entonces nos planteamos la posibilidad de trabajar juntos, aunque teníamos la incertidumbre de cómo podría funcionar. En una edición del festival Sonic Transimissions tuve la oportunidad de ver a Carmelo Torres, un músico que toca cumbia de una forma excepcional. Le conté a Clemente y resultó que él ya lo había escuchado antes; a todo me decía sí, sí, ya lo sé. Me quedó claro entonces que tenía que firmar a Carmelo. Para entonces yo ya contaba con tres sellos discográficos, pero en ninguno de ellos encajaba Carmelo, así que decidí crear uno nuevo: San Saba Records. Para arrancar con una aventura así necesitaba a alguien que hablara español, miré a mí alrededor y ahí estaba Clemente. ¿Quién mejor que él?
Más allá de detalles sobre su gusto musical, ¿sabías que Clemente toca en Jumbo?
Richard: Sí, por supuesto que sabía de la existencia de Jumbo. Pero fue después de conocerlo personalmente que tuve la oportunidad de verlo en acción y entonces me dije, wow, éste sí que sabe tocar y cantar. Es decir, descubrí que es un gran músico, pero la realidad es que antes me gustó como persona.
¿Qué hay de ti, Clemente, ¿qué tal fue encontrarte con Richard?
Clemente: Richard sin duda está en mi top cinco de las personas que más pasión sienten por la música. Cuando nos conocimos, obviamente empezamos a hablar de pura música, así como de los foros en Austin a los cuales yo acudía cuando estudiaba la prepa. Terminamos yendo a muchísimos lugares, escuchando y viendo a músicos sorprendentes allá; nos echábamos tres, cuatro conciertos por noche.
Super Secret Records y, por consecuencia, San Saba Records, poseen un lema de batalla muy preciso: Ésta es la música que deberías escuchar en lugar de lo que sea que tengas cargado actualmente en tu teléfono.
Richard: Pienso que la vida es muy corta como para desperdiciar el tiempo. Por eso lo que hacemos en los sellos que dirijo es mostrar música fabulosa. No necesariamente nos dedicamos a vender discos, ¿entiendes? Vaya, que si vendemos álbumes es maravilloso, pero básicamente amamos lo que hacemos. Mi vida se fundamenta en un enunciado: no aburrirme. Por eso tengo ya cuatro sellos discográficos.
¿Qué clase de músicos van a formar parte de San Saba Records, qué los unirá más allá de su raíz latinoamericana?
Clemente: El plan es abrirse a nuevos sonidos, encontrarnos con la diversidad del mundo, juntar a bandas latinoamericanas, no necesariamente punks. La idea es contar con música de raíz. No sé, tex-mex, folclor veracruzano, música norteña, cumbia, ballenato. No importa si la música viene de Uruguay, Perú, Costa Rica o México, lo esencial es que comunique el alma, la raíz de su lugar de procedencia. Hablamos de gente como el propio Carmelo Torres, Negro y Las Nieves, Daniel Dennis…
Richard: Y así como no nos interesa la nacionalidad, tampoco nos importa la edad. ¿Cuántos años tiene Carmelo Torres? Y míralo cómo toca el acordeón. En mi vida he visto algo así. San Saba nace porque nos estábamos perdiendo de algo grande: el idioma español. En Texas hablar español es básico, allá hay más discotecas para gente que habla español. Francamente no conozco mucho de lo que pasa en Latinoamérica, pero estoy listo para aprender de Clemente, él es el experto. Mientras tanto, de lado estadounidense, planeamos dar a conocer a artistas como Will Courtney y Adam Ostrar.
Considerando el abolengo de Super Secret Records, ¿cuánto punk mexicano se asoma en su búsqueda de talento?
Richard: Hemos hablado mucho sobre la tradición punk de un sitio como la Ciudad de México, pero esta vez estamos a la caza de sonidos, como Clemente decía, con raíz.
Richard, supongo que sabes que en México la piratería domina el negocio de la venta de discos. Es decir, ¿entiendes cabalmente que San Saba Records puede significar la ruina? Richard: Te diré algo. En toda América pasa igual. En Estados Unidos se vive la misma situación. La gente nos dice que estamos locos. ¡Cómo!, ¿no hacen discos para ganar dinero? A Clemente y a mí nos gusta el dinero, ¿a quién no?, pero tú lo has dicho: ya no se gana dinero haciendo discos. Sin embargo, haremos lo que podamos con tal de no llegar a lo que los demás, por no irnos por la fácil, por las canciones aburridas, sin sustento. Porque tenemos sólo un trabajo, y no es pensar en estadísticas, números o planes mercadotécnicos; nuestra única labor es crear buenos discos.
Clemente: Además, sabemos de las necesidades de los creadores. Nosotros mismos nos hemos acercado a los músicos para entender sus requerimientos. Es decir, ¿cómo trabajan las bandas? Empiezan a tocar por todas partes, graban un disco y hacen merchandise. Poco a poco, después, la gente empieza a reconocerles, y entonces viene la parte donde el público dice: hey, quiero esa camiseta, quiero tener ese poster. Quiero ese disco. Nosotros sabemos eso y vamos a trabajar en un nivel parecido.
Teniendo a ambos juntos y considerado que San Saba Records eludirá clichés, sería interesante saber su teoría. ¿Por qué esa tendencia de tantos músicos latinoamericanos a escribir canciones en inglés?
Clemente: Quizá esto pase por la influencia tan grande que tenemos de Estados Unidos. En Jumbo hemos cantado en inglés como una forma de rendirle tributo a los músicos que nos han inspirado, aunque otros lo hacen con ciertas pretensiones. A mí no me gusta esa idea, que eso suceda con el fin de ganar una mayor audiencia. Por otro lado, creo que muchos lo llevan a cabo por sentirse libres; es decir, pueden hacerlo; y lo hacen.
Richard: A mí tampoco me gusta la idea de que un grupo mexicano o de cualquier otro país que no hable inglés cante en mi idioma con tal de “hacerse más grande en América”…
Clemente: Grupo Fantasma está conformado por mexicanos y estadounidenses, es gente que creció en Texas y tiene una razón bien fundamentada para cantar en inglés y español; al igual que Los Lobos, quienes crecieron oyendo música veracruzana y blues y se sintieron libres para hacer lo mismo. En ambos casos, su camino fue natural. Tiene totalmente sentido que esas bandas sean bilingües. Hay que ser cuidadosos respecto al purismo, hay detalles que deben ser analizados.
Oye, Richard, antes irnos, dinos, ¿te gusta Jumbo?
Richard: Mh. No está mal, Jumbo no está mal. Francamente me atrae más el trabajo de Clemente en solitario.