Lo creas o no, TVE ha suspendido la emisión de ‘Así de claro’, el nuevo programa de Ernesto Sáenz de Buruaga, tras solo tres emisiones en La1. ¿El motivo? “No alcanzar los objetivos de audiencia”. Venga ya. Cuéntame otra. Nosotros lo veíamos todos los lunes, desde que nos enamoró con su primer especial post-elecciones municipales y autonómicas. Un desparrame de charla de bar con jóvenes tertulianos como Sánchez Dragó, Bieito Rubido, Victoria Prego, Ignacio Gordillo o Leguina. Y el antiguo embajador de España en el Vaticano, Paco Vázquez, como special guest.
La propuesta era perfecta para prime time: un show semanal con entrevistas (algunas grabadas), análisis y opinión, dando voz a los espectadores a través de una pantalla que llamaban VIDEOWALL y eran linchados por el presentador si no estaban de acuerdo con su opinión (“eso es una solemne bobada”). Se debatían siempre asuntos de “gran calado y máxima relevancia, interés y actualidad” (la Pantoja), abordando en más de un programa aquellos temas especialmente preocupantes para los españoles, como los abucheos al himno y la bandera nacional.
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Ojo, la cosa es seria. Je suis Buruaga. Free Buruaga. Porque con la caída de ‘Así de claro’ de la parrilla, perdemos también de vista los geniales sketches de CELEBRITOONS, la siniestra serie de animación en 3D con caricaturas de los personajes del panorama político actual. Se nos escurren entre las manos las conclusiones recitadas por el escritor Luis del Val en pie y con su lacito corbatín, a través de redacciones escolares de metáforas random. Adiós a los flirteos en directo de Buruaga con su co-presentadora/azafata, la defensa ciega del PP y el agradable tufillo a Telemadrid. Chao.
No damos crédito a que el elegante periodista, que fuera director de los Servicios Informativos de TVE bajo el gobierno de Aznar, se haya visto obligado a abandonar el barco sin tiempo de mostrarnos las delirantes aguas por las que podría haber navegado (¿cameo de Urdaci disfrazado?). Demasiada presión. Una avalancha de tuits calificando su espectáculo de “facha”, “vergonzoso”, “aburrido” y “basura”. UGT pidiendo la dimisión de los responsables de la tele pública por incumplir la ley al externalizar un espacio informativo. El Consejo de Informativos exigiendo la inmediata cancelación. Pobriño Buruaga.