Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
En marzo, cuando la primera ola de COVID-19 hizo que se cancelaran todos los festivales y tours de primavera, los agentes de talentos empezaron a reprogramar los conciertos para el verano. A medida que la pandemia empeoró, movieron los eventos para otoño, antes de eventualmente posponerlos para 2021. Ahora, nadie sabe cuándo sucederán esos eventos.
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“Les he estado explicando a muchos de mis artistas que estamos planeando los mejores escenarios y armando planes B, C, D y E, mientras seguimos monitoreando el virus”, dijo el agente de artes escénicas Greg Horbal, cuyos clientes incluyen a Alex G y Beach Bunny.
Con más de 65.000 nuevos casos de coronavirus reportados cada día en los EE. UU., y sin garantía de que para fin de año haya una vacuna, el regreso de la música en vivo está retrasándose cada vez más. Expertos como el cofundador de Lollapalooza, Marc Geiger, predijeron que en 2022 volverán los conciertos, aunque los agentes esperan que las giras que tienen programadas para 2021 puedan suceder según lo planeado. Mientras tanto, la industria mundial de conciertos perderá 8.9 mil millones de dólares este año, y las agencias están luchando para planear el calendario de sus artistas mientras navegan en un futuro incierto y potencialmente catastrófico si el Congreso no rescata lugares independientes y sus propios negocios.
“Nuestro trabajo es básicamente planear cosas para la gente”, dijo Wilson Zheng de High Road Touring, quien trabaja con Soccer Mommy y Ratboys. “A nuestros clientes les ofrecemos un plan de dos a tres años: el ciclo de su álbum, sus primeros shows, sus objetivos a largo plazo en cuanto a conciertos, y les mostramos un buen panorama”. Los agentes de talentos programan tours, identifican los lugares y festivales adecuados para sus clientes y negocian la oferta del promotor. Últimamente, han estado tratando de mantenerse ocupados a pesar de que la pandemia los tiene en el limbo.
“Todo el mundo lidiará con problemas de último momento una vez que las cosas vuelvan a la normalidad, y estamos tratando de evitar que eso pase con nuestros artistas”, dijo Natasha Parish de Ground Control Touring, que representa a artistas como Ohmme y Drab Majesty.
Para agentes como Parish y Zheng, es común que las giras individuales se pospongan y se reprogramen varias veces en los últimos meses. “Es un ciclo constante de mirar el calendario, preocuparnos y luego volver a contactar a los promotores para reprogramar los shows”, dijo Zheng. “Todos los artistas, grandes y pequeños, están lidiando con los mismos problemas sin tener una solución real. Si tenemos que cambiar las fechas de nuevo, pues ya qué”.
Parish dijo que ha estado tratando controlar los daños tanto como sea posible. “No hay mucho que hacer si no se sabemos cuándo habrá una vacuna o cuándo reabrirán por completo las cosas de manera segura”, dijo. Sin embargo, no será hasta diciembre que llegará la primera posible vacuna, y mientras más dure esta situación, más difícil será planificar la música en vivo.
El número de casos nuevos de coronavirus debe reducir drásticamente antes de que podamos avanzar. “No queremos ser las primeras personas en salir y apresurarnos a organizar shows”, dijo Horbal. “Nadie quiere poner a sus artistas en una situación en la que se sientan inseguros o que sientan que están poniendo a sus fans en una situación de peligro”. La compañía High Road Touring de Zheng también trabaja con artistas como Lucinda Williams, Emmylou Harris y Richard Thompson. “Si llega el próximo año y estas fechas que tengo en mi calendario no se pueden cumplir porque sigue siendo inseguro para nuestros clientes o sus fanáticos, entonces tendremos que volver a posponer”, dijo.
Las pautas locales, que difieren dramáticamente de una región a otra, representan un desafío adicional. Filadelfia, un importante destino turístico, recientemente prohibió todas las reuniones de más de 50 personas hasta al menos febrero de 2021, mientras que en Washington DC no se permiten eventos en salas de conciertos con capacidad superior a 250 personas hasta que haya una vacuna, lo que retrasará aún más los planes de gira programados. Los agentes entrevistados para este artículo, estuvieron de acuerdo en que lo más probable es que no haya música en vivo hasta el próximo verano en 2021.
Los espacios independientes enfrentan meses de permanecer sin shows y sin garantía de ayuda gubernamental a largo plazo, y muchos de ellos han comenzado a cerrar permanentemente. “No sé si estos lugares seguirán disponibles para entonces”, dijo Zheng. Cuando Barracuda en Austin cerró permanentemente en junio, Parish tuvo que encontrar nuevos locales para varias de sus giras programadas. En ciudades como Boston, que tenía el ahora cerrado Gran Scott, no hay lugares con capacidad entre 80 y 500 que sean aptos para artistas no tan grandes. “Esto será muy difícil para las bandas en desarrollo porque los lugares que más han sido afectados en los últimos cuatro meses son los clubes pequeños”, dijo Parish. “Todas las bandas que ahora son grandes comenzaron a tocar en estos lugares y son los ecosistemas de sus comunidades”.
Para complicar aún más las cosas, algunos de los principales promotores, como Live Nation y AEG, han puesto pausa al envío de nuevas ofertas a los agentes para reprogramar los conciertos. “Cuando intentas reservar un tour muchas veces, hay al menos un par de lugares reservados por una de estas grandes compañías”, dijo Parish, y agregó que tiene que planificar algunos tours que no tienen lugares asegurados en ciertas ciudades. Las ofertas de los promotores que aún siguen activos no han sido tan buenas para los artistas. “La mayoría ha dicho que no puede darse el lujo de operar a menos de su capacidad”, dijo Zheng. “Lo mismo ocurre con los artistas. Los artistas no pueden darse el lujo de perder la mitad de sus ingresos”.
Esta reducción en las ofertas, aunque inevitable en una industria tan perjudicada, va a afectar con más fuerza a las bandas más pequeñas. “Los artistas en desarrollo no tienen poder contra los promotores”, dijo Zheng. “Las bandas tendrán que analizar detenidamente su presupuesto y determinar si es viable hacer una gira”. Horbal dijo que no sabe cómo funcionará todo esto. “Puedes planificar con anticipación todo lo que quieras, pero, ¿hasta cuándo será sostenible para estas bandas?”, dijo. “En esta nueva realidad, puedes pasar de tener mucho dinero a tener casi nada”.
Siguiendo las indicaciones de la National Independent Venue Association (NIVA), las agencias de talentos independientes formaron la National Independent Talent Organization para presionar al Congreso en busca de asistencia financiera. Ahora compuesta por 712 miembros, incluidas 81 agencias de talentos independientes y 90 empresas de management independientes, la organización de enorme crecimiento está apoyando la Ley RESTART, que promete asistencia extendida a las pequeñas y medianas empresas financiando seis meses de nómina, beneficios y gastos de funcionamiento fijos. “Si bien no sabemos qué pasará en el futuro, la situación no pinta nada bien”, dijo la cofundadora de NITO y propietaria de la agencia Madison House, Nadia Prescher. “Hay muchos en la escena independiente, tanto en lugares como en agencias, que no sobrevivirán a esto sin ayuda”.
Para el miembro fundador de NITO, Frank Riley, un agente veterano de 40 años y propietario de High Road Touring, esta financiación es fundamental. “Necesitamos un poco de dinero que le permita a nuestras compañías sobrevivir y superar este período. Todos tenemos negocios viables que si el mundo fuera un lugar más seguro y el público se sintiera bien yendo a los lugares, no tendríamos problemas”, dijo. Las agencias de talentos solo ganan dinero después de los tours, por eso necesitan el apoyo de RESTART para sobrevivir. “Las corporaciones más grandes tienen maneras de sobrevivir a esta tormenta, pero las personas que tienen agencias independientes son completamente autofinanciadas”, dijo Prescher. “Básicamente hemos invertido todo lo que tenemos en nuestros negocios”.
“Tengo artistas que han estado conmigo más de 20 años”, dijo Stormy Shepherd, cofundadora de NITO y propietaria de Leave Home Booking. “No son solo nombres en una lista. Conocemos a sus familias y su crew. ¿Cómo van a lograr superar esto y poner comida en la mesa para sus familias?”. Shepherd y sus colegas también están preocupados por el futuro de la música en vivo. “Si todas las agencias independientes cierran, cuando la gente vaya a comprar talento, solo quedarán pocas opciones”, dijo Prescher, y agregó que es un sistema muy peligroso, ya que probablemente aumente los precios de las entradas y ponga en riesgo a los compradores no corporativos. “Los agentes y lugares independientes son el equilibrio que el sistema necesita”.
Queda mucho por hacer para que la música en vivo regrese de manera segura, y una vacuna no es la cura que traerá de regreso a la música en vivo. Incluso cuando haya una vacuna, ¿seguirán existiendo las instituciones que sostienen la música en vivo? ¿Seguirá habiendo apetito por los conciertos? ¿Seguirá siendo sostenible para los artistas hacer giras en la economía post-COVID? Los lugares independientes, las agencias de talentos, los promotores de conciertos y el equipo de gira necesitan asistencia financiera para que eso suceda. La música en vivo volverá de alguna manera, pero los detalles no están garantizados.
“Las agencias independientes son una función pequeña de un ecosistema mucho más grande, pero cada parte de ese ecosistema es importante para la siguiente parte. Ninguno de nosotros sobrevive sin que todos sobrevivamos y ese es el ímpetu detrás de la formación de NITO”, dijo Riley. “Sin esta comunidad, no vamos a sobrevivir. Ninguno de nosotros ha visto algo tan amenazante”.