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Seguimos a los artistas callejeros más buscados de Berlín

street artists militants de Berlin

Este artículo se publicó originalmente en VICE Alemania.

Rocco es el cabecilla de Rocco y sus Hermanos, un grupo de arte callejero berlinés. Se describen a sí mismos como “artistas activistas” y son conocidos por crear obras que ponen de relieve temas de justicia social. En 2018, colgaron de una grúa un maniquí con un chaleco salvavidas en Berlín para hacer notar los cuerpos de los refugiados que habían acabado trágicamente en las costas europeas. Igualmente, a comienzos de año, cuando el partido alemán Unión Demócrata Cristiana propuso quitar el límite del alquiler en Berlín —aunque irónicamente tuvieron que cambiar de oficina a causa de los aumentos de los alquileres—, Roco y sus Hermanos construyeron una oficina falsa para ellos en una estación de metro, con una mesa, una planta y una alfombra de oficina.

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Me reuní con Rocco y el resto del grupo para ver en acción su último proyecto. Han basado esta iniciativa en las calles de Berlín que todavía suponen un guiño al pasado colonialista del país, como Lüderitzstraße, llamada así por una colonia en Namibia o Nachtigalplatz, por el explorador Gustav Nachtigal que jugó un papel decisivo en el establecimiento de las dos primeras colonias de Alemania: Togolandia, lo que ahora es Togo y partes de Ghana, y Kamerun, Camerún y partes del Congo y Gabón.

“La gente habla siempre de estos nombres, pero nunca pasa nada”, dijo Rocco. En agosto de 2020, el Gobierno anunció que cambiaría el nombre de Mohrenstraße, que significa “calle de los Moros”, por el del filósofo ghanés Anton Wilhem Amo, después de las protestas de Black Lives Matter. Pero Rocco y sus Hermanos estaban hartos de la falta de acción, así que, delante de mí, quitaron cinco placas de calles con nombres racistas y las colocaron en un poste.

LA OBRA FINAL DEL GRUPO: PLACAS DE CALLES EN UN POSTE
LA OBRA FINAL DEL GRUPO: PLACAS DE CALLES EN UN POSTE

“No te olvides borrar las huellas dactilares”, dijo Rocco. Las acciones del grupo son obviamente ilegales y la policía lleva años detrás de ellos. Si les atraparan, probablemente tendrían que pagar miles de euros. Pero, hasta ahora, Rocco y sus Hermanos han evitado llamar la atención llevando chalecos reflectantes durante sus intervenciones.

La mañana siguiente, cogimos el poste y nos dirigimos a Pekinger Platz (plaza de Pekín), en el barrio Wedding al norte de la capital. La mayoría de la gente sabe que Alemania tuvo colonias en África, pero también había tres en el noreste de China: Jiaozhou, Yantai y Qingdao. Cuando llegamos a la plaza, el grupo puso unas barreras portátiles alrededor de un pavimento de adoquines con forma de rosa de los vientos. Después, instalaron el poste de tal forma que los nombres de las calles apuntasen al sur, hacia África, y Kiautschoustraße hacia el este, China. Un par de fotos más tarde, volvimos al coche y fuimos directos al siguiente proyecto en la estación de metro de Mohrenstraße.

LA OBRA ARTÍSTICA FINAL, EN MEDIO DE LA ROSA DE LOS VIENTOS
LA OBRA ARTÍSTICA FINAL, EN MEDIO DE LA ROSA DE LOS VIENTOS

El plan era colarse en la sala de mantenimiento en mitad del andén y reproducir un audio con los nombres y crímenes de los colonialistas más destacados de la historia alemana. Rocco no me dijo cómo, pero había conseguido una llave maestra que abría la sala de mantenimiento. Una vez dentro, Rocco conectó un reproductor MP3 a unos altavoces y reprodujo un mensaje grabado en el interfono, para que los escuchara la gente que estaba en el andén.

“Carl Peters: colonialista, racista. Fundador de la colonia del África Oriental Alemán. Impuso arbitrariamente la pena de muerte a la población indígena, los torturó, oprimió y mató, a menudo por razones puramente personales. Una calle de Berlín lleva su nombre, ensalzando el colonialismo y sus crímenes”

ROCCO INSTALANDO EL REPRODUCTOR MP3
ROCCO INSTALANDO EL REPRODUCTOR MP3
EL REPRODUCTOR MP3 ESTÁ CONECTADO AL ALTAVOZ Y AL INTERFONO DE LA ESTACIÓN DE METRO
EL REPRODUCTOR MP3 ESTÁ CONECTADO AL ALTAVOZ Y AL INTERFONO DE LA ESTACIÓN DE METRO

Las reacciones fueron variadas. Unos minutos más tarde, una mujer mayor perdió la compostura: “Que te jodan, BVG [empresa de transporte de Berlín]. Captamos el mensaje”, gritó. “Es una locura”, dijo un hombre trajeado. “Imagina si cancelan el tren. ¡Me volvería loco!”, contestó otro.

Pero muchos parecían escuchar de verdad. Una hora después, un trabajador de BVG intentó entrar en la sala, pero Rocco había dejado la llave en la cerradura a propósito. Al final, llamaron a la policía y consiguieron entrar. No obstante, durante casi dos horas, la estación de metro fue testigo de las historias más oscuras de la Alemania colonial.

DOS EMPLEADOS DE BVG INTENTANDO ENTRAR EN LA SALA DE MANTENIMIENTO
DOS EMPLEADOS DE BVG INTENTANDO ENTRAR EN LA SALA DE MANTENIMIENTO

Rocco estaba satisfecho. Viniendo del mundo de los grafitis, el grupo tiene cierto cariño al arte callejero en los subsuelos. “No hay ningún lugar donde se junte tanta gente diferente como en el metro”, dijo Rocco.

Unos días más tarde, un sábado por la mañana, el grupo se reunió para la última fase de la obra anticolonialista. Nos dirigimos a la estación de metro de Afrikanische straße (calle Africana) al noreste de Berlín. Rocco se sacó otro truco de la manga: una herramienta que puede abrir los mupis de la estación de metro de Berlín. Abrió uno en el que se mostraba un anuncio de descuentos de una cadena de supermercados. En su lugar, colocó un cartel que mostraba a un hombre con ropa de colonizador entregando dinero a un niño al que le pregunta: “¿Na [bueno], Mibia, es suficiente propina?”.

EL CARTEL ANTICOLONIALISTA EN LA ESTACIÓN DE METRO
EL CARTEL ANTICOLONIALISTA EN LA ESTACIÓN DE METRO

La imagen hace referencia a un fiasco diplomático el pasado agosto, cuando Namibia se negó a aceptar la suma de 10 millones de euros ofrecida por el Gobierno alemán en compensación por el genocidio. unos 100 000 hereros y namas fueron asesinados entre 1904 y 1908 después de revelarse contra el dominio colonial alemán en Namibia. El resto de la población acabó en campos de concentración, donde murieron por enfermedades, abusos y agotamiento.

“Es una suma ridícula”, dijo Rocco, “y muestra lo poco preparada que está Alemania para hacerse responsable de estos crímenes”. Finalmente, tras colgar el resto de carteles en un par de estaciones, la obra quedó completa. Unos días después, pasé a comprobar y los carteles seguían colgados.