Si estás leyendo esto, estás preparándote para sobrevivir a las miles de posadas y la cena de Nochebuena, o sea sobrevivir los debates políticos entre amigos y familiares e incluso piensas despertar del coma autoinducido de romeritos y bacalao. Para todas estas situaciones, puedes tener un combate mano a mano con la mejor parte de la Navidad: las sobras.
Pero antes de que empieces a preparar una torta con los restos de las cazuelas con el relleno del pavo y los purés de papa, debes saber que si quieres aprovechar lo más posible tus sobras, tenemos noticias para ti.
Videos by VICE
El reloj está avanzando. Y si quieres jugar a lo seguro, solo tienes tres o cuatro días para comer los residuos del banquete de la noche anterior, según Mindy Costello, una especialista en información de consumo con el grupo de seguridad y salud pública independiente NSF (por sus siglas en inglés).
Ya sea que hablemos del pavo o el puré de papas, los lineamientos del NSF dicen que el recalentado tiene de 72 a 96 horas para consumirse o estar en el refrigerador. Más allá del marco de tres o cuatro días, las bacterias pueden propagarse y llevarte hacia un mundo de dolor gastrointestinal. Pero así como es importante respetar la vida de tus platillos en el refrigerador o en el congelador, también lo es registrar qué tan rápido los retiras de la mesa para guardarlos en el refrigerador.
“Es muy importante recordar lo que conocemos como la ‘regla de dos horas’ para almacenar las sobras”, Costello dijo a MUNCHIES, agregando que una vez que la comida se sirve debe regresar al refrigerador dentro de dos horas. “Si es un día muy caluroso, deben regresar dentro de una hora. Esto reduce las probabilidades del crecimiento bacteriano”.
Si cocinas todo, preparas la mesa y descubres que tus invitados llegaron tarde, es posible detener el tiempo manteniendo los platillos a la misma temperatura. Puedes extender esa regla de dos horas manteniendo las cosas frías en hielo (por debajo de los 40 grados) o los alimentos calientes en el horno a más de 60 grados. Pero una vez que la cena acabe, mételos al refrigerador.
La mejor forma de almacenar las sobras podría no ser muy evidente. En lugar de atiborrar el refrigerador con las fuentes de comida enormes que usaste para servir la cena, Costello dice que dividir las sobras en contenedores pequeños ayudará a enfriar la comida de forma más equitativa y eso contribuye a que duren más en el refrigerador.
“Mucha gente no piensa en esas cosas. Cuando guardan toda la comida de la cena, simplemente toman el recipiente donde sirvieron la comida y lo meten al refri”, Costello le dijo a MUNCHIES. “Si te quedan camotes de sobra porque a nadie le gustan, necesitas separarlos en contenedores pequeños para que se enfríen correctamente y luego puedes dejarlos en el refrigerador durante tres o cuatro días, o en el congelador pasando los 4 grados”.
Si no puedes terminar el resto de tus sobras en cuatro días, ponlas en el congelador, donde durarán hasta por dos o tres meses, comenta Costello. Romeritos en febrero, ¿por qué no?
Pero si piensas como chef —o al menos lees detenidamente la sección de recetas en MUNCHIES— creemos que probablemente querrás hacer burritos con las sobras o algo como el pozole de pavo, antes de que termine la temporada decembrina.
Cumplir el tiempo es esencial. Tira los restos de la cazuela que accidentalmente dejaste en el aparador de la cocina y ponte a trabajar con lo que quede.
