Simon de Pury es reconocido por la manera en que, como subastador, motiva a los postores a ofrecer una puja durante la subasta de arte. Generalmente utiliza el lenguaje corporal para mantener un alto y constante nivel de energía en la sala y logra que las pujas vayan escalando en valor. Hace gestos, sonidos y ofrece miradas que retan a los postores a ofrecer más que cualquier otro en la sala. Él es capaz de llevar a cabo dichas subastas en Inglés, Francés, Alemán, Italiano y Ruso.
Simon de Pury nace en 1951 en Basel, Suiza, ciudad que intercepta la industria de arte de Francia, Alemania y Suiza. Basel cuenta con mucha cultura y riqueza, resultando en una tierra fértil para coleccionistas de arte y se convierte, más adelante, en la sede de la feria de arte más importante, Art Basel.
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Su pasión por el arte nace desde joven cuando viaja por europa y visita los museos. El papá de uno de sus amigos de la infancia era heredero de la colección más importante de Basel y, por tanto, Simon tenía la oportunidad de ver la colección. Él recuerda el sentimiento que lo invadía al ver los Picassos, los Braques, Los Grises, entre otras obras.
De Pury inicia su carrera en las artes en 1970 estudiando arte en la Tokyo Academy of Arts. Con la esperanza de ser descubierto por algún galerista, viaja a Nueva York y visita galería por galería mostrando su trabajo. Él fue rechazado con artista y regresa a Basel a intentar dedicarse a algo diferente. Su madre lo introduce a Ernst Beyeler, un gran coleccionista y comerciante de arte. Beyeler le prepara un plan de 4 años para convertirlo en el mejor comerciante de arte y le dice que debe de trabajar en ciudades tales como Bern, Londres, Nueva York y Marlborough para al final regresar y trabajar para él. Simon sigue sus instrucciones y trabaja en Bern y Londres. Durante su estancia en Londres trabajando en Sotheby’s lo mandan a la oficina en Mónaco, dónde conoce a quién lo va a introducir a Heini Thyssen, magnate que invirtió su fortuna en crecer su colección de arte y quien ahora es considerado como el mayor coleccionista a nivel mundial.
Durante su carrera De Pury vendió obras de artistas a precios récord, entre ellas una obra de Basquiat en $16.3 millones de dólares. De Pury confiesa que establecer nuevos records de venta es un sentimiento intensamente gratificante y es aquello que motiva a quienes trabajan en una casa de subasta y a los agentes de artistas a seguir buscando aquel coleccionista que va a apostarle a la obra y al artista.
Muchas veces, para bien o para mal, la grandeza del talento del artista se mide de acuerdo a sus precios de subasta.
En 1986, Simon de Pury se convirtió en el Presidente de Sotheby’s Switzerland y más adelante Presidente de Sotheby’s Europe. De Pury invirtió años estudiando el mercado, los coleccionistas y el arte ya que el conocimiento se traduce en negocio y la ignorancia en derrota.
Más adelante De Pury fundó y estuvo a cargo de la nueva casa de subasta Phillips de Pury. Aún sabiendo que su competencia, Christie’s y Sotheby’s, son los que dominan el mercado, De Pury se fijó como meta competir y ser relevantes en departamentos como el de fotografía. Él logró que consignantes prefirieran trabajar con él que con la competencia.
Simon de Pury presenció la fluctuación en precios de las obras que se vivió durante y después de la crisis del 2008. Cuando el sector financiero colapsó en este año, los precios de arte declinaron también ya que había más gente que quería consignar que aquellos que querían comprar. Aún con esto, hubieron varios coleccionistas, tales como los Mugrabi quienes cuentan con la colección más grande de obras de Andy Warhol, que aprovecharon para comprar obra con la esperanza de que más adelante los precios subieran. De Pury aprendí a ajustar su estrategia de venta tomando en cuenta todos los factores que rodean y afectan la motivación de clientes potenciales.
Un subastador tiene que motivar no sólo a clientes que se encuentran en la sala pero también a aquellos que por teléfono le piden a un especialista que levanten la paleta por el/ella. Se debe de transmitir la euforia y despertar la desesperación en el cliente de ofrecer una puja, una puja alta para no dejar pasar una gran oportunidad. Como estrategia, De Pury le habla al ego de los postores y les cuestiona si van a dejar que alguien más se lleve a casa el tesoro y así ser el perder la carrera.
Hoy en día, De Pury viaja por el mundo participando en subastas y también tiene su propia casa de subastas que vende en línea. Actualmente aparece en el programa de televisión Work of Art: The Next Great Artist dirigiendo a los nuevos talentos. Su colección sigue creciendo ya que regularmente compra al menos un par de obras al mes.