Aceptémoslo: el futbol americano no es un deporte muy popular en México y en Latinoamérica. Claro, hay muchos que ya tienen puestos sus jerseys de Los Broncos y de Las Panteras, o incluso están viajando a San Francisco para ver el espectáculo de comerciales futbol en vivo; pero la mayoría lo vemos por el show de medio tiempo, o simplemente por convivir —nadie dice que no a un domingo de cervezas, botanas, televisión y amigos—.
Si eres como nosotros, probablemente te emocionen estas vacaciones deportivas sólo por la oportunidad de comer junk food y de beber como si realmente te importara que tu equipo favorito va perdiendo. Así que no te preocupes si eres villamelón o no, seguramente no eres el único en la reunión que sólo está ahí por los nachos y las chelas. Disfruta y deja que la comida haga su magia.
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Aunque… para que la comida realmente haga su magia necesitamos salir del típico Paketaxo y echarle ganas a las botanas. No te preocupes, te ayudamos. Aquí hay siete recetas tentadoramente fáciles, rápidas y deliciosas que puedes seguir. No son recetas falsas de Internet, han sido probadas por nosotros, en nuestra cocina casera. ¿Listo para el juego?
Como sabemos que el aguacate mexicano es la estrella del Super Bowl (el año pasado se vendieron tantas toneladas de aguacate que con ellas podría haberse llenado un campo de futbol en Estados Unidos y se espera que este año se superen las 100 mil toneladas, es decir 200 millones de dólares), y porque es delicioso y lo amamos, decidimos hacerlo protagonista de este compendio botanero, aunque también incluimos otros ingredientes capaces de hacernos celebrar como si nos importara el último touchdown: tocino, jamón serrano, macarrones con queso, carnitas, chilorio, chorizo, papas y mucho queso.
Ok, quizás ver el Super Bowl no es ni una cuarta parte de emocionante que reunirse para ver la final del Mundial de soccer; pero es un buen pretexto para cocinar y comer todo lo que no te permites saborear el resto del año.
¿Ves? Aquí todos ganamos.
Comencemos con los clásicos: las galletas saladas con queso crema. La maldad —y lo más sabroso— está en la cobertura de estas cremosas y adictivas bolitas de queso: tocino frito y papitas fritas. Oh sí, papitas fritas.
No queremos complicarnos, así que enfoquémonos en lo importante: juntar dos ingredientes deliciosos. ¿Aguacate y tocino? Seguro, no necesitas nada más. Haz estos envueltos horneados y no pararás de comer durante las eternas horas del partido.
Si quieres algo más sustancioso, ve al mercado y compra carnitas con tu carnitero de confianza (surtido, más rico). Haz un sándwich de queso, pimpéalo con muchas carnitas, guacamole fresco y cebolla morada. Dora el pan en la parrilla y muere de amor por este pecaminoso emparedado.
Hablando de comidas pecaminosas, no olvides comprar carne de puerco extra para hacer un chilorio norteño y comértelo en una sincronizada con mantequillosas tortillas de harina, más queso y, oh sí, ¡más guacamole!
Como prometimos que el aguacate sería la estrella, hicimos una pizza con puro queso para luego cubrirla con gajos gruesos de aguacate fresco, aceite de oliva extra virgen, sal y un poquito de pimienta. Es fácil, el único truco es encontrar los aguacates perfectos, maduritos, en su punto. Ay, el amor.
Detén todo lo que estés haciendo y corre a comprar unos macarrones. En serio, la única razón por la que no quisieras comer estos enjambres de mac & cheese con chipotle y jamón serrano es que seas intolerante al gluten —de verdad—, alérgico al cerdo o al colorante amarillo. Bueno, la verdad es que el secreto de estos gloriosos bocaditos es que están hechos con el mac & cheese procesado, de paquete. Algo tienen —químicos potenciadores de sabor— que resultan adictivos y en serio, de verdad, sabrosísimos.
Por último, papas con chorizo. Pero no el típico guisado para taquear, sino estas hermosas papas al horno rellenas de, bueno, papa, con chorizo, queso, ajo y un poquito de crema. ¡Dioses!
Tip: mezcla los sobrantes del mac & cheese con chorizo, papa y tocino y cómetelo a cucharadas en la cocina cuando nadie te vea. Sé feliz. Por cierto, ¿qué estábamos celebrando?