Viajes

El Afganistán que nunca ves

Puede ser que no asocies Afganistán con bosques otoñales y valles espolvoreados de nieve, pero tal vez es porque esas imágenes no aparecen en las noticias. Esto es lo que hace único al periodista afgano Bilal Sarway. Mientras la mayoría de los fotógrafos son extranjeros y están allí para capturar el conflicto, Bilal es un local que postea bonitos paisajes en Facebook, Instagram y Twitter con la etiqueta #AfghanistanYouNeverSee (El Afganistán que nunca ves). Tomadas con su smartphone, sus fotos retratan a las personas y lugares que coexisten con la guerra, pero sin ella.

Esto es lo que piensa Bilal de las percepciones extranjeras acerca de su hogar, y de las tendencias en Internet.

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VICE: Hola Bilal, ¿podrías contarme rápidamente tu historia de vida? ¿Eres un local?

Bilal Sarway: Sí, nací en Kabul, pero me fui como refugiado. Hasta 2001 fui vendedor de una tienda de antigüedades en un hotel en Pakistán, pero luego pasó el 9/11 y me dieron un poco de trabajo como fixer de medios internacionales de noticias. He trabajado como traductor y luego como productor. Me convertí en periodista por accidente y ahora estoy de regreso en Afganistán desde 2009.

Entonces, ¿cómo surgió la idea de #AfghanistanYouNeverSee?

Cuando comencé esto en 2010 solo era una idea prematura. Me di cuenta que tenía acceso a las fotos que ningún otro había hecho, porque viajaba. Comencé a subir mis propias fotos y durante los próximos cuatro años me ha sorprendido lo mucho que a la gente le importa. Recibo correos electrónicos de todo el mundo y es muy agradable pensar que he hecho una diferencia. No puedo tomar todo el crédito, sin embargo. Tuve suerte de tener las herramientas y el acceso.

¿Viajar es peligroso para ti?

Existen riesgos. Yo uso las carreteras la mayoría de las veces, que tienen el riesgo de las bombas o las emboscadas de los talibanes. Las bombas en las carreteras y las granadas son el mayor riesgo en estos días. Hemos perdido una gran cantidad de periodistas en Afganistán, pero una forma de minimizar los riesgos es tomar fotos con un teléfono inteligente. Una cámara profesional atrae mucho la atención.

La mayor parte de Occidente ve a Afganistán como un desastre. ¿Crees que eso es así?

Bueno, hay diferentes niveles de expectativas. Si observamos a Afganistán desde [Occidente] entonces parece un desastre, pero no a nosotros. Hace diez o quince años ni siquiera teníamos un país. Teníamos que ir a países vecinos para hacer una llamada a celular. El aeropuerto de Kabul no estaba conectado con Dubai y no teníamos miles de kilómetros de caminos pavimentados. Todo el lugar era una ruina desde hace treinta años, pero luego, de repente, llegó todo este esfuerzo internacional de reconstrucción. ¿Está Afganistán en guerra? Sí. Pero también vemos esto como nuestro camino a la paz. Tampoco es justo decir que Afganistán debe ser un lugar perfecto. Siempre va a tener sus problemas.

¿Qué más deberían saber los occidentales sobre el país?

Que el terreno es muy diverso. Montañoso en su mayor parte, pero tiene desiertos y valles. Y cuanto más lejos vas, más bonitos los paisajes.

¿Cuál es tu región favorita?

Nuristán, en el este. Es una provincia de bosques de pinos y montañas extremadamente remotas. Es hermoso, pero entonces es también muy pobre. Eso siempre es un dilema moral para mí. Si miran mi Twitter, siempre trato de poner de relieve estas yuxtaposiciones. Si comparto una imagen hermosa trato de mencionar que, por ejemplo, hoy una bomba también mató a veinte personas.

¿Dirías que eres un patriota?

Yo lo llamo el orgullo afgano. No puedo negar que lo llevo en la sangre y en mi ADN. Después de mi tiempo en Pakistán, donde los pasaportes y las visas eran básicamente papel higiénico, tal vez me hice demasiado patriota. Incluso si llegaras como extranjero a Afganistán, creo que se te metería en la piel. Lo he visto suceder muchas veces. Es extraño cómo este país se queda con todos los que vienen.

Entrevista por Julian Morgans. Síguelo en Twitter.