Systema: el arte marcial de los militares rusos prohibido por Lenin

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La revolución rusa de 1917 fue un auténtico borrón y cuenta nueva en todos los sentidos. El zarismo se despidió de la faz de la tierra y el mundo dio la bienvenida al comunismo. En medio de este proceso de reseteado a la rusa, las artes marciales casi se quedaron sin una de sus disciplinas más peculiares.

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Lo que hoy se conoce como Systema es la herencia de las artes marciales ancestrales de Rusia, que fueron prácticamente aniquiladas tras ser prohibidas por los bolcheviques. Por fortuna, su legado se mantuvo gracias a que el ejército y a las fuerzas especiales soviéticas se libraron de la prohibición. Cuando cayó el muro de Berlín, varios exmilitares de la Unión Soviética empezaron a enseñar y expandir este arte centrado en la defensa personal, que cada vez tiene más escuelas en el mundo.

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Aunque todavía es una disciplina muy pequeña dentro de las MMA, hace varios años que España cuenta con un instructor oficial de Systema. Juan Pedro Serna aprendió este arte por curiosidad y también por la reputación que sus practicantes tienen en su campo laboral. “Los rusos, en el campo de protección, tienen mucho prestigio. Me llamó la atención y me fui a aprender con el mejor maestro posible, Vladímir Vasíliev”, explica Serna, director de servicios de seguridad, a VICE Sports.

Juan Pedro Serna, durante un campamento de entrenamiento de Systema organizado este verano en Dinamarca. Foto de Arne Jakobsen

Vasíliev, junto a Mikhail Ryabko —que aprendió este arte de la mano de los escoltas personales de Iósif Stalin—, es uno de los padres de una disciplina que se basa en la adaptabilidad y la concienciación por encima de cualquier técnica de lucha concreta. “Es un arte marcial muy diferente, y no digo que sea ni mejor ni peor, en Systema sencillamente no existen técnicas. La gracia es que es muy versátil, se adapta prácticamente a todo. Es biomecánica corporal aplicada; suena raro, pero significa que se aprende a través de la experimentación con movimientos y no a través de la repetición de técnicas”, comenta el instructor alicantino, que prefiere ser considerado un guía.

Antes de pasarse al método ruso, con el que lleva más de diez años experimentando, Juan Pedro había fundado la federación de kickboxing de Castilla y León y entrenado a varios boxeadores: “Yo vengo de los deportes de contacto, pero descubrí que eran incompatibles con Systema”. La disciplina es, pues, una rara avis dentro de las artes marciales, y comprender de que va la cosa sin hablar de técnicas es complejo.

Sin embargo, hay que intentarlo. “El Systema se basa en cuatro pilares: respiración, relajación, movimiento y momentum. La respiración lleva a la relajación, la relajación a la libertad de movimientos y, esta libertad de movimientos, al momentum, es decir, a la ejecución en el momento preciso del movimiento oportuno”, resume Serna. En vez de técnicas, la clave está en asimilar conceptos para que cada aprendiz siga su propio camino.

Las artes marciales rusas eran practicadas por gran parte de la población, y por eso Systema todavía entrena utilizando juegos y ejercicios entretenidos

El Systema no tiene competiciones ni nada que se le parezca, porque es un arte enfocado a la defensa personal y a la supervivencia en situaciones de peligro —de hecho, en sus orígenes no era ni un arte militar, sino una serie de juegos y ejercicios dirigidos al pueblo raso—. Tampoco hay grados ni cinturones. Una de las principales críticas a este sistema son los vídeos en los que aparecen guías tumbando a sus alumnos sin siquiera tocarlos.

A Juan le transmito mi escepticismo tras ver este vídeo del maestro Ryabko, y él entiende mis dudas porque reconoce que trabajan con factores tan sorprendentes como el derribo del rival con fintas y el noqueo a través de puntos de presión, algo que la gente que no tiene ni idea ve como bulos del tamaño de una catedral.

“Cuando ves un vídeo en que noquean a una persona de un golpe es exceso de promoción. Es algo que se trabaja, sí, pero realmente es muy difícil conseguirlo. Si te cazan en el punto apropiado, cualquier persona que sea buena en artes marciales podría hacerlo. Lo nuestro no tiene nada de magia, simplemente se trabajan las energías del cuerpo humano igual que en el resto de artes marciales”, asegura Serna.

A veces, el exceso de autobombo genera dudas sobre la autenticidad del sistema

Jack Slack, especialista de artes marciales de Fightland, explica que “cuando un instructor habla de energía como algo independiente del movimiento físico, está diciendo tonterías”. Se refiere a algunos métodos de Ryabko. El Systema es un arte muy rico, pero ni mucho menos nos podemos creer varias de las fantasmadas que salen en los vídeos que corren por la red.

A pesar de reconocer que hay un exceso de autobombo en algunas ocasiones, Serna defiende a sus maestros porque a los vídeos les falta contexto. “El ejercicio de Ryabko en Berlín sirve para aprender a sentir y redireccionar la tensión del oponente, son cosas que yo también he practicado en mis clases en Canadá [donde Vasíliev dirige la escuela de Systema más grande del mundo]”.

Serna, durante uno de sus seminarios en Alicante. Imagen vía Systema España

El guía español nos cuenta que por su academia han pasado más de 300 personas, y cada semana intenta entrenar a un grupito de regulares en Elche y Alicante. El Systema es todavía muy pequeño en nuestro país, pero tanto en Barcelona como en Madrid existen varios gimnasios e instructores que ofrecen clases.

Para poner un ejemplo de la aplicación en la vida real de Systema, Serna nos remite a un vídeo en el que aparecen varios tipos vestidos de militares practicando la disciplina y repartiéndose estopa de la buena. De nuevo, podríamos caer en la tentación de decir que usan técnicas, pero Serna insiste en el trasfondo filosófico y espiritual de sus enseñanzas.

“La gente que ve los vídeos sin saber nada más se piensa que está viendo técnicas, y es un error común antes de probarlo. Lo que ves, en realidad, surge de forma natural”, afirma. “Es como el famoso be water, my friend‘ de Bruce Lee. Se trata de no pensar, de dejar que tu cuerpo encuentre la solución. El entreno consiste en mejorar la respuesta instintiva de tu cuerpo”.

Otro punto curioso es que el Systema pone un especial énfasis en el control del ego y el miedo, dos de los principales enemigos de un combatiente. “Cuando un arte marcial no es consciente de la presencia del ego, genera individuos orgullosos, violentos y crueles”, comenta Juan Pedro. Este énfasis en el desarrollo espiritual puede sorprender porque se trata de un arte con aplicación militar, pero él se remite a los orígenes de las artes marciales en Rusia, supuestamente los monasterios ortodoxos.

Más allá de los vídeos y valoraciones superficiales, parece que el Systema enfoca las artes marciales de una manera única, y quizás por ello valga la pena darle una oportunidad. Para trazar un paralelismo, sería como una asignatura sin apuntes ni teoría. En vez de eso, lo importante es la parte práctica, la experimentación con el cuerpo.

Sigue al autor en Twitter: @GuilleAlvarez41