Música

The Cribs pudo haber llenado estadios, pero prefirieron no hacerlo: Una charla con Ryan Jarman

Ser un ícono siempre va a ser difícil. Para los pobres mortales que apenas y podemos llenar un salón de fiestas para nuestro cumpleaños, ser estrellas de rock podría parecer un estado ideal. Sin embargo, hay personas que han tenido la oportunidad de serlo y prefirieron no tomarla.
Suena a algo que diría alguien que en realidad nunca tuvo alguna posibilidad, pero en el caso de The Cribs, quiero creer que es cierto. A unos meses del estreno de su séptimo álbum, 24-7 Rock Star Shit, Ryan Jarman está seguro que las decisiones que tomaron en el pasado los tienen en el mejor lugar posible.

Más allá de la fama o la fortuna, la libertad que te puede dar el no tener que rendirle cuentas a un público ávido de celebridades es algo que el guitarrista de la agrupación inglesa agradece. Previo a su regreso a México, platicamos con The Cribs sobre su pasado, su madurez actual y cómo la vida de rockstar es algo que no necesariamente todos quieren.

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NOISEY: Ha pasado un largo tiempo desde su pasada visita a México. ¿Qué dirías que es lo que más ha cambiado en The Cribs en este periodo?
Ryan Jarman: Evidentemente somos más maduros, y probablemente sea la respuesta más gastada, pero en el caso de The Cribs lo veo como algo real. Nuestro crecimiento no fue una consecuencia lógica del tiempo, sino del ir y venir entre lo que muchos podrían considerar éxitos y fracasos que fueron definiendo nuestro camino.
Eso nos llevó a un punto en el que ya no nos importa lo que pase con nuestra música o con nosotros, sino simplemente seguir haciendo lo que esté dentro de nosotros y que eso nos mantenga inspirados a nosotros mismos. A eso es a lo que llamo una madurez real en este punto de nuestra carrera.

¿Y esto es algo que se note en su última producción de estudio?
Casualmente no creo que lo encuentres si analizas únicamente el disco. Grabamos 24-7 Rock Star Shit tan sólo en cinco días, todo directo a cinta, completamente en vivo, entonces es un disco muy crudo. Al escucharlo no puedes hablar de una madurez necesariamente en el sentido de virtuosismo musical. Es un disco muy rápido. Lo grabamos con Steve Albini, que es conocido por hacer álbumes muy agresivos, y nos sentimos muy cómodos con eso en este momento. Tenemos un modo de hacer las cosas y lo habíamos mantenido así en los primeros discos, pero sentimos que ya era momento de hacer las cosas un poco diferentes, y trabajar con él era la mejor opción.

En los videos que puedes encontrar de las sesiones de grabación se puede ver que todo era muy ruidoso o lo que sea, tal vez sin orden, pero eso es lo que queríamos hacer. Este era el tipo de disco que queríamos hacer. Queríamos romper todos los protocolos de la industria de la música. La forma de hacer mercadeo, la forma de grabar. Hay tantos y tantos discos allá afuera que suenan igual que nosotros preferíamos hacer algo a lo que no estábamos acostumbrados, con tal de que fuera algo diferente.

Y eso era algo importante para nosotros. Espero que este disco demuestre que estamos comprometidos con nuestra música. Llevamos mucho tiempo en esto y es lógico que la gente comience a pensar que ya no estamos dispuestos a tomar riesgos, y justo por eso trabajamos así. No queríamos comprometer el tipo de disco que queríamos grabar, y considero que justo esa es la madurez de la que me refiero.

Leía hace unas semanas un libro sobre la generación de los 2000 y cómo todas las bandas que surgieron de esa camada fueron definiendo el panorama actual de la música, ya fuera para bien o para mal. ¿Ustedes se sintieron con alguna especie de responsabilidad en ese momento mientras se les daba el papel de uno de los nuevos estandartes para la música británica?
Cuando empezamos era un momento muy interesante para la música, porque estaban surgiendo nuevas corrientes que antes no estaban ahí. En los dosmiles surgieron todas estas bandas, las “bandas originales”, ¿ya sabes?: The Strokes, The White Stripes, y lo que se me hace interesante de todo ese periodo es que sus discos sonaban de una forma que terminaría siendo el sonido de la época, y de alguna forma muy extraña el mainstream terminó acogiendo ese sonido. Un sonido que nuestra banda también tenía y que fue lo que nos consiguió un contrato sin que nosotros necesariamente lo estuviéramos buscando. No teníamos pensado grabar un disco, pero como ese sonido estaba en boga, conseguimos un contrato.

Sin embargo, en un par de años, como siempre pasa, la segunda ola de bandas que llegó tenía un enfoque mucho más profesional y nosotros probablemente saltamos a ese tren. Identificamos una tendencia y grabamos un disco que tuviera que ver con eso. Y así terminas con una segunda ola de bandas que están preocupadas por hacer las cosas bien, pero también jugar el juego. Sin embargo, esas son las primeras bandas en sufrir cuando las tendencias cambian. Ahí fue cuando nos dimos cuenta que no queríamos formar parte de ninguna de estas “escenas” que estaban surgiendo, porque sabíamos que eso iba a volver a pasar. Si estás tan alineado con cualquier escena o cualquier movimiento, tan pronto como deja de ser popular, tú terminas sufriendo las consecuencias.

Por eso en verdad nos esforzamos por no formar parte de nada así. Algo que en realidad fue fácil porque no vivíamos en una gran ciudad. Vivíamos en un pequeño pueblo en el que no estábamos pensando todo el día en cómo podíamos ser rockstars. No estábamos buscando la atención o la fama. Nosotros sólo queríamos hacer música. Por eso después, creo que por 2007, cuando nuestro tercer disco terminó, accidentalmente, siendo un gran disco mainstream y por consiguiente tuvimos más atención de la prensa, nos sentíamos muy incómodos con eso. A propósito comenzamos a escondernos y a evitar ese tipo de atención, y creo que eso terminó definiendo nuestro camino.

Al final, si te vuelves muy grande y llegas al mainstream, la gente de todas formas se termina hartando de ti. Siempre es bueno dejar que las cosas respiren. Por eso creo que es natural que todas estas bandas que sí se mantuvieron en ese tren hayan comenzado a diluirse, mientras que siento que nosotros logramos mantenernos en esto porque hemos seguido haciendo lo mismo por mucho tiempo. Nunca intentamos ser o nos proclamamos como rockstars. Sólo queremos seguir girando y seguir grabando discos y que la gente esté interesada en nosotros por esa razón. Y eso es la definición de una tendencia. Nunca va a funcionar si trabajas así.

¿Siempre preferirán ser una gran banda de culto que una aún más grande que llene estadios y venda miles de discos?
Llegamos a tener una probada de eso, e incluso podríamos haber seguido por ese camino, pero al mismo tiempo preferimos dejar pasar muchas cosas que no nos llamaban la atención. Cosas que la gente nunca se iba a enterar, pero que para nosotros fue importante rechazar. No quisimos tocar en Top of the Pops, por ejemplo, las dos o tres veces que nos invitaron, y la gente nunca va a saber lo que no pasó.

Pudimos haber llegado al mainstream y quedarnos ahí, pero eso no es quien éramos ni quien somos. Entonces si el ser una banda de culto es hablarle a un público honesto que te aprecia por quien realmente eres, sí, preferimos mantenernos así.

Si hubieran elegido el otro camino, ¿crees que The Cribs seguiría existiendo hasta este momento?
Alguien ya se habría dado un balazo, probablemente. No quiero sonar… Bueno, creo que no tendría que haber dicho eso. A lo que me refiero es que alguien ya se habría hartado de esto. Alguien estaría tan enfermo que ya no querríamos seguir aquí.

Cerca de 2007, cuando había mucha atención puesta en la banda, también le prestaban atención a otros detalles irrelevantes. La prensa hablaba de nuestras vidas, de mi exnovia, de muchas cosas sin sentido. Y apestaba. No disfruté para nada esa época. Pasas menos tiempo haciendo música del que pasas teniendo que hablar de ella. Entonces sí, creo que habríamos terminado hartos de tener que estar dando explicaciones sobre cada paso de nuestras vidas.

Claro. Prefieren ser músicos que estrellas.
Exacto. Y si es el camino que escoges, está bien. Al final son las consecuencias del éxito y es lo que tienes que hacer. Sólo creo que si lo haces únicamente por la fama y por ser una celebridad, y eso empieza a convertirse en lo principal, entonces en realidad no estás disfrutándolo.

Y sin embargo, muchas de esas estrellas se han mantenido a pesar de que el rock ha perdido popularidad en los últimos años. ¿Qué opinas de este resurgimiento un poco más real del género que se ha visto últimamente? Como ver el nuevo disco de Brand New en las listas de popularidad, o eventos de este tipo. ¿Crees que regresaremos a esa época?
Creo que ya empezó. Y es muy extraño, porque hace algunos años nadie se lo habría imaginado. Todo mundo estaba demasiado metido en la música electrónica o el pop, y para nada se veía venir. Pero creo que justo lo que está pasando es que la gente ha empezado a romantizar sobre los inicios de los dosmiles. El público está volviendo a buscar a sus antiguos íconos. Volviendo a escuchar los discos de ese entonces y eventualmente los van a volver a traer a la popularidad.

Es como hace unos años, que todos empezaron a hablar de los noventa y así se va a hablar de los dos mil en no mucho tiempo. Y esas son decisiones del público. No creo que esté en nuestras manos influir directamente en eso, pero definitivamente va a pasar. Y va a ser divertido, supongo.

Y cuando esto pase, ¿The Cribs van a estar listos?
Lo vamos a esperar ansiosos, y cuando llegue vamos a salir para llevarnos todo su dinero.

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