Identidad

Así protestan las mujeres iraníes contra la imposición del estricto código de vestimenta

Foto de un usuario anónimo en My Stealthy Freedom via

Irán es probablemente el país más estricto en cuanto a su código de vestimenta en el mundo. En Teherán, la capital del país, miles de agentes de la Gashte Ershad, o la policía encargada de la moral, patrullan las calles —uniformados y de civil— buscando hombres con joyas deslumbrantes, o ciertos cortes de pelo, y mujeres con ropa ajustada o con hijabs demasiado holgados, los cuales deben ser usados todo el tiempo, según la ley.

Según Amnistía Internacional, entre marzo de 2013 y marzo de 2014, cerca de 2,9 millones de mujeres recibieron llamados de atención de agentes de policía por infracciones al código de vestimenta. El pasado mes de mayo una mujer fue arrestada por publicar una foto en Instagram en la que aparecía sin hijab. En Teherán, las represalias son aún más duras. El mes pasado el gobierno desplegó 7.000 agentes nuevos para vigilar los vestuarios que no se ajusten a la norma.

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“Como mujer, cada vez que salgo a la calle, todo el tiempo estoy preocupada pensando en cómo debería haberme vestido”, confiesa Neda, una iraní de 32 años que habló con VICE a cambio de que conserváramos su anonimato. “¿Debería haberme puesto esta chaqueta o es demasiado ajustada? ¿Es demasiado corta? ¿Es posible que me arresten por cómo voy vestida?”.

Algunas mujeres iraníes han optado por cortarse el pelo y vestirse como hombres para no llamar la atención, eludir la detección policial y, también, como forma de protesta. Otras usan una aplicación que advierte la ubicación de los agentes de la policía.

Quiero vestirme como me dé la gana

Y algunas, incluso, han decidido quitarse sus velos, solo por un momento, para tomarse fotos con sus cabezas descubiertas, como un acto de resistencia. Las fotografías de esos momentos de rebelión se pueden ver en la página webMy Stealthy Freedom, un proyecto que ya ha alcanzo un millón de seguidores en Facebook, y que no ha parado de crecer, a pesar de los intentos del gobierno iraní por clausurar la web y desacreditar a su fundadora, la periodista iraní Masih Aleinjad.

Con el nuevo despliegue de miles de agentes de policía encubiertos en las calles de Teherán, recurrir a la web My Stealthy Freedom se ha convertido en un acto más importante —y más peligroso— para las mujeres de la ciudad. La plataforma es uno de los pocos espacios que quedan, relativamente seguros, donde las mujeres iraníes pueden descubrirse y expresarse libremente.

Aún así, en las últimas semanas, el riesgo de ser arrestadas se ha multiplicado, especialmente ahora que cualquiera podría ser un agente encubierto. La situación ha desatado un nivel orwelliano de paranoia entre las mujeres, pero aún así, la mayoría de usuarias de My Stealthy Freedom, incluyendo a Neda, no se han dejado intimidar.

“Ahora mismo tengo muchas ganas de luchar por mis derechos en mi país. Ya no estoy asustada. Quiero vestirme como me dé la gana”, asegura Neda, cuyas fotografías enMy Stealthy Freedomhan llegado a CNN y a otras agencias internacionales de noticias. “En cualquier momento me podrían arrestar, pero no tengo ninguna intención de abandonar la lucha, a pesar del peligro”.

Las usuarias de My Stealthy Freedom se descubren frente a la cámara de sus celulares durante unos instantes, durante unos momentos efímeros. Es un auténtico acto de subversión. El portal se ha convertido en la forma de expresión de las mujeres oprimidas que saborean la libertad por un momento, y en uno de los canales que podría conducir al cambio en su país.

“Irán está siendo el escenario de una revolución cultural”, asegura otra usuaria de My Stealthy Freedom en un video enviado al sitio web. “Nuestras mujeres tienen cada vez más coraje para desafiar todas estas leyes. Y cada vez somos más. Ponte a pensar: si todo el mundo cumpliera con la obligación de llevar el velo, en este momento no tendríamos 7.000 agentes de policía desplegados por todo Teherán. Estas mujeres ya no le tienen miedo a la policía”.

Nuestro pelo ha sido secuestrado porque el estado quiere controlar nuestros cuerpos

“Durante 37 años, no sólo mi pelo, sino el pelo de millones de mujeres iraníes ha sido secuestrado por la República Islámica”, afirmó Alenjad, la fundadora de My Stealthy Freedom.Alenjad fundó el sitio web en 2014, mientras vivía en Londres. “Nuestro pelo ha sido secuestrado porque el estado quiere controlar nuestros cuerpos”.

Aleinjad tiene 39 años, es periodista y actualmente vive en Brooklyn, Nueva York. Para ella, este tipo de comportamiento, sumado a la existencia —y a la popularidad— de plataformas comoMy Stealthy Freedom, ilustran los turbulentos cambios culturales que se andan cocinando en Irán. Si Aleinjad decidiera regresar a su país, sería arrestada.

“Se trata de una guerra cultural entre dos estilos de vida: el estilo de vida que el gobierno quiere imponer y el estilo de vida que la juventud ya tiene”, añade.

Pero este giro cultural se ha dado, en gran parte, gracias a las redes sociales. Un fenómeno que, opina Aleinjad, explica el despliegue masivo de agentes encubiertos en Teherán.

“Si prendes el televisor en Irán, solo ves mujeres con hijabs. Pero eso no es Irán”, dice Aleinjad. Según ella existe un “Irán legal”, que es el que aparece en los medios oficiales iraníes; y existe un “Irán ilegal”, que vive y respira en internet. “Las redes sociales muestran la verdadera cara de Irán”, asegura.

“Las redes sociales se han convertido en una herramienta y en un arma para la gente iraní que han sido censuradas por más de 30 años”, añade. “El gobierno de Irán tiene armas, balas, prisiones, y poder, pero la gente de Irán tiene Facebook, Twitter, Instagram, redes sociales, y sus propias palabras”.

Sin embargo, no es tan claro si las redes sociales pueden realmente ser el vehículo que catalice los cambios en Irán.

“Páginas web como My Stealthy Freedom muestran hasta qué punto existe un fuerte apoyo para que haya un cambio en Irán”, dice Alireza Nade, una investigadora especializada en Política Exterior en la RAND Corporation. “Pero no es algo que necesariamente vaya a cambiar el sistema político hoy o mañana. El sistema político iraní va a tardar muchísimo tiempo en cambiar o en evolucionar. Se trata de un sistema extremadamente reaccionario. Mientras los iraníes cuestionen el sistema, van a lograr que éste se vaya desintegrando a largo plazo”.

Pero ni el escepticismo ni la amenaza constante de ser perseguidas, arrestadas o de enfrentarse a situaciones peores, han logrado disuadir a mujeres como las que promueven My Stealthy Freedom.

“Si no desafiara estas leyes, mi consciencia estaría llena de culpa”, asegura Nena. “Al menos he contribuido, a mi manera, a que el mundo sepa cómo son de verdad las mujeres iraníes y cómo, realmente, quieren vivir”.