Si algo hay de extraordinario en los vinilos viejos, sin duda es la mística que les da el hecho de haber estado en posesión de un desconocido. Un vinilo viejo debe ser la manera más enigmática de poseer la historia de alguien más; pocas cosas son tan misteriosas como las dedicatorias o las firmas que ha puesto la gente, tanto en los acetatos como en sus carátulas. Pero también hay otra posibilidad, y esa es la de encontrarse con pequeños tesoros dentro de ellos.
Todo eso lo sabe bien Jeff Ogiba, uno de los dueños de la tienda de discos Black Gold en Brooklyn, NY. Desde hace un tiempo él viene alimentando una cuenta de Instagram llamada @thingsifoundinrecords, en la que publica fotos, dibujos, entradas de conciertos y muchas otras cosas que se ha encontrado dentro de las cajas de vinilos viejos que han pasado por sus manos.
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Entre sus descubrimientos más locos se encuentra un porro que llevaba escondido en un vinilo de The Beatles desde los años 70 y un texto dedicado al Satanás en una copia del IV de Led Zeppelin. Aunque en un prinicipio la página estaba dedicada a lo que Ogiba se iba encontrando en su tienda de discos, hace unos meses le empezó a pedir a sus seguidores que le enviaran fotos de sus propios descubrimientos, creando un banco arqueológico muy interesante sobre la cantidad de objetos y significados que la gente le ha dado ha sus discos a la hora de poseerlos.
Aquí compilamos unas de las mejores fotos que se han publicado en Things I Found In Records:
Qué puta suerte la de aquel que se encontró un disco sobre LSD acompañado de una cantidad tan abundante de papeles.
Nótense los stickers de Hello Kitty en una carta dedicada a Satán. Genio.
Slayer y culos, una combinación honestamente poco sorpresiva.
¿Por qué alguien pondría una foto de su graduación dentro de un disco de Kiss?
¿A qué sabrá un porrito que se perdió dentro de esta compilación de canciones de The Beatles hace más de 30 años?
Esta persona seguro creyó que nunca le iban a robar su revista porno si la guardaba en un disco de Al Stewart.
Este tipo estaba intentando hacer una identificación falsa y ocultó toda la evidencia dentro de su disco de Iron Maiden. Ojalá lo haya logrado.
Otra típica historia de un corazón roto, sólo que esta vez hubo un disco de Pink Floyd de por medio.