Música

Ben Klock: “No soy un purista del techno”

No puedes tener una conversación sobre el techno de Berlín sin soltar dos palabras simples pero fundamentales: Ben Klock. Parado detrás de los decks, con rasgos taciturnos y, por supuesto, una camiseta negra debajo de una chaqueta de cuero, los sets hipnóticos y profundos de maquinaria meditativa de Klock se ha convertido en una leyenda en su ciudad de origen, especialmente en Berghain, en donde ha sido residente desde que el club abrió sus puertas en el 2004. Conocido por sus presentaciones maratónicas que pueden durar entre 10 y 15 horas (aparentemente él sobrevive gracias a un coctel de champaña y café), las raíces de Klock en el epicentro de los clubes lo han hecho una de las atracciones más buscadas, no solo en Berlín sino en rooms en casi todo el mundo.

Aunque no es tan frecuente su aparición en los festivales del continente Americano como otras estrellas alemanas como Dixon o Loco Dice, Klock recientemente armó un mini tour por Estados Unidos con una presentación en el festival CRSSD en San Diego, seguido por un contrato en el Coachella de este año, un hito interesante que se le acredita a este artista por llevarle a los gringos curiosos esta telaraña sensorial única.

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Imagen cortesía del artista.

Este pasado fin de semana de octubre, los amantes del techno en Brooklyn recibieron una de las raras visitas del artista, su primera aparición en Nueva York desde el 2013, y tan solo un día antes del anticipado lanzamiento de su debut en el Essential Mix. Ayudando en el despegue de Outpost, la primera edición de la nueva serie de fiestas de Output, Klock trajo consigo a gente como DVS1, el artista de Minneapolis que el mismo Klock ayudó a emerger. Antes de su set, justo después de que llegara de una presentación en el Spybar de Chicago, tuve la oportunidad de sentarme con Ben mientras nos tomábamos un par de martinis en un hotel en Williamsburg. Esto me contó:

Ostgut va a lanzar pronto una compilación de sus diez años. ¿Puedes hablarme sobre el track “Sirens” que incluiste para el álbum? Es tu primer lanzamiento solo en bastante tiempo…

El ambiente general de este lanzamiento es muy diverso. Es muy distinto al Ostgut Fünf de hace cinco años, en donde utilizamos grabaciones de ambiente de sonidos de edificios, golpes en metal o cualquier cosa. Esta vez era un concepto abierto en el que cada uno entregaba lo que quisiera, desde ambient, pasando por house, hasta techno. Para mi, este fue el primer track que he sacado en un buen tiempo, no he estado en el estudio en años por mis horarios de viaje y compromisos. Este año compré nuevas máquinas; entré a este mundo modular. Tengo cosas como el Prophet 5, y una mezcla entre sintetizadores polifónicos vintage y el nuevo mundo de los modulares Eurorack. Las secuencias en mi track del compilado están hechas con modulares, y sobre ellas solo toco un sintetizador atmosférico. No es un track hecho particularmente para la pista de baile, no tiene un bajo pesado. Es mi primer paso de vuelta al estudio.

Berghain ha salido mucho en los medios de comunicación estadounidenses. Ha habido especiales en Rolling Stone e historias de personas que ofrecen sobornos en Craigslist para entrar. Está también la historia de Claire Danes refiriéndose al club como “el mejor sitio de la Tierra”. ¿Crees que este tipo de exposición es sana para el club?

Si algo como lo de Claire Danes pasa, siempre se va a convertir en un tema de interés. No es algo a lo que Berghain le gustaría tener mucho. Siempre está la preocupación de que aparezcan esas historias, y es por eso que creo que el bouncer tiene el trabajo más difícil ahora. Más gente que no tiene relación alguna con este sonido, viene buscando lo que ellos creen que es el techno o lo que creen que se toca en Berghain.

Creo que el artículo en Rolling Stone dice “sex-fueled”(provocador de sexo) en el título. La gente tiende a encontrar temas que no tienen mucho que ver con la música para escribir sus historias.

Sí, eso sale mucho en las noticias, pero eso es solo periodismo sensacionalista. No siempre es sobre eso. Esto es solo un lado de la historia, pero desde la perspectiva de un DJ tu para nada ves eso como parte del grupo. Es más sobre la música. Es gran lugar para muchas cosas, para sentirte libre de alguna manera. Si quieres algo diferente, puedes tener algo diferente. Allí la gente no te va a juzgar por nada.

Ser residente en un club parece que se está volviendo menos popular en el mundo. ¿Crees que las residencias todavía tienen el poder de encender una carrera de la misma manera que lo hizo contigo?

Depende de cual sea tu foco principal como artista. Si tienes una gran oferta de clubes no necesitas una residencia. Ser residente te enseña muchas cosas. Siempre creo que puedo ir más profundo y más intenso por lo que los sets son más largos, y lees mejor al público y aprendes cosas que no aprenderías si solo te dedicas a tocar sets de dos horas por todo el mundo. Puedes aprender otras cosas en los sets más cortos, pero no tienes esa intensidad. También aprendes a presentar algo nuevo cada mes para esas personas que van a verte regularmente. Si solo viajas casi que puedes tocar los mismos sets en todas partes por lo que cada vez hay gente nueva. Las residencias definitivamente son un reto.

Hace diez años la idea de que haya un DJ celebridad ocupando las tablas y ganando entre 50 y 60 millones de dólares al año, era un pensamiento ajeno. ¿Crees que la cultura del DJ celebridad le hace bien a la escena de la música dance?

Es interesante porque hace un par de años cuando hablaba con gente que no sabe sobre música electrónica, y me preguntaban que a qué me dedicaba, yo decía que era un DJ, y la siguiente pregunta que me hacían era “¿puedes vivir de eso?, ¿la gente te da dinero para que vayas a tocar en sus ciudades y clubes?” Y tenía que explicarles que sí, podía vivir de ser DJ. Ahora me pasa todo lo contrario. Me pasa todo el tiempo que cuando un taxista me pregunta a qué me dedico y le digo que soy DJ, lo siguiente que me dice es “¡Wow! Debe ser millonario”. Entonces esa percepción ha cambiado bastante. Antes era más tolerante con esa distinción entre EDM y lo underground. Ahora pienso que realmente no hay una gran conexión.

La escena del techno ha estado creciendo bastante en América. ¿Qué opinas de los públicos cuando tocas ahí?, ¿son tan libres de prejuicios como los públicos que encontrarías en Europa?

Sí, yo creo que estoy tocado más o menos las mismas cosas. Para mi, es un poco extraño a veces porque toco bastante música americana y está esta percepción errónea de que es solo un “sonido de Berlín”. Ese tipo de música resulta que es muy popular en Berlín, pero el techno es de Detroit, después de todo es de hecho un sonido americano aunque ya no sea tan popular allí, entonces casi que tengo que traerlo de vuelta. En muchas fiestas de techno en Estados Unidos veo públicos mayores, cuando en Europa ves a estos jóvenes de 18 o 19 años frente a ti, pidiéndote canciones que son más viejas que ellos. He escuchado a gente en Estados Unidos diciendo “gracias por devolverle el techno a nuestra generación”, y eso es asombroso. Pero no veo a los jóvenes gringos enloquecidos por el techno, es más como que las generaciones mayores salen un par de veces al año por un poco de techno. Por supuesto que me encantaría ver audiencias más jóvenes disfrutando de esta música más underground.

Tú no has tocado en muchos festivales de Estados Unidos. ¿Es algo que te gustaría hacer más?

Toqué en Coachella este año y fue agradable. Hubo varias reacciones como “¡Wow! Es la primera vez que escucho algo como esto y estuvo asombroso!”. Es grandioso conseguir nuevos seguidores de este tipo de música, pero es bizarro porque en Europa nos malcrían con escenas como e Italia o FRancia donde enormes multitudes vienen a escuchar techno.

¿Tienes algún interés en ser alguien que ayude a que el techno se expanda en Estados Unidos?

Si, por eso es que hice algo como Coachella. Claro que siempre va a haber gente que te diga “¿Por qué estás haciendo esto? Te estás vendiendo”. O sea, ¡vamos! Puede ayudar a que más gente se familiarice con el sonido.

¿Cómo definirías ‘venderse’?

Creo que es cuando cambias tu sonido por ciertos pasos en tu carrera. Siempre pensé que estaba bien si crecía en grande, siempre y cuando toque bien y mi estilo no cambie. En el underground se suele ser muy duro con la percepción de alguien que comienza a crecer aunque se piense que están tocando la misma música de antes, entonces no seas grosero. Solo porque estén tocando ante una multitud más grande o siendo más exitosos, no significa que estén cambiando su estilo.

¿Qué opinas del estado del techno en este momento? Levon Vincentrecientemente dijo que está perdiendo el soul, esa vibra jazzy y que está aburrido.

Siempre están esas eras en las que las cosas son copiadas y todo casi que suena igual, se vuelve mecánico. Yo creo que solo tienes que tener artistas auténticos y voces únicas que tengan su propio estilo, y no se preocupen mucho por querer sonar de una u otra manera. Cuando tienes muchas copias, ahí se pone aburrido y es peligroso para la escena del techno, porque en algún punto se queda estancado y sin vida. Especialmente ahora, cuando se espera que todo suena perfecto-todo impulsado y comprimido y suena duro- ya no tiene esa crudeza.

Tus producciones de sets parecen moverse alrededor de mucha tensión, ¿de dónde sacas esa inspiración? Te ves como un tipo muy relajado en la vida real.

Bueno, ese lado de mi que es relajado es solo una parte de quien soy [risas]. No sé, para mi no es tanto sobre el estilo. No soy tan purista del techno. Lo que es más importante para mi es la música, la vida, los sentimientos y lo que transportas con esa música, y el techno es solo mi herramienta para transportar esas emociones. En realidad es sobre el toque humano detrás de esto. A veces lo veo más como una cosa de chamanismo que pone a la gente en trance o cambia direcciones. La música es una herramienta. Saco mucho de mis estados de ánimo, creo.

¿Has tenido algún deseo de tocar un set mucho más housero?

La última vez que toqué en Berghain para mi noche de Klockworks, toqué durante 11 horas y cerraron Panorama Bar en el piso de arriba, entonces todos bajaron al main. Muchos venían de un ambiente distinto arriba-más lento, más huse- entonces eso me influencia a mi también. De pronto el tipo de las luces pone colores más cálidos y yo entro en una fase diferente en la que pongo canciones más grooveras. Siempre vengo de una perspectiva de techno incluso cuando estoy tocando house con vocales. Las pongo con un sentido techno, pero de nuevo, no soy un purista del techno. Hay muchos DJs de techno que solo tocan techno oscuro, y nada más. No estaría de acuerdo con que soy el prototipo de un DJ alemán, oscuro, de techno.

Imagen cortesía del artista.

Hoy vas a tocar con DVS1, a quien ayudaste a descubrir. ¿Sientes que has alcanzado ese punto en el que puede ser mentor de DJs prometedores y capaces, y guiarlos en la escena?

Me siento como el mentor de Etapp Kyle, un tipo nuevo que va a sacar un disco en mi sello. De alguna manera fluye naturalmente-siempre hablo con los artistas en Klockworks sobre sus tracks. Soy muy quisquilloso, y puedo decirles ‘me gusta el groove básico, pero probablemente debas cambiar esto, o eso’, y solo les doy ideas sobre cómo mejorar las cosas. Luego cambian las cosas como yo las quería, y vuelvo a la primera versión y les digo, ‘¿sabes algo? así estaba mejor’.

¿Tuviste algún mentor?

No realmente. Tienes que aprender por ti mismo.

¿Todavía sientes que la comunidad de los DJs de techno en Berlín y de otras partes se mantiene cercana o unida?

Creo que hay muchas escenas diferentes que se mantienen juntas. Para mi, gente como Marcel Dettmann son más cercanos a mí que otros. Pero Marcel y yo siempre nos encontramos en todas partes, en aeropuertos o festivales. Incluso si no has visto a alguien en más de un año, te sientes conectado porque se conocen y saben lo que es vivir esta vida de locos. Pienso que hay veces en las que el vínculo es más fuerte, y otras en las que es más una vida solitaria en tours. Eso depende, este año Marcel y yo tocamos juntos, entonces se sintió más el apoyo porque nos veíamos seguido y nos comunicamos más.

Todavía no tienes un manager. Hay muchos DJs que tienen un equipo enorme detrás de ellos. ¿Qué tan importante ha sido la independencia en el éxito que has tenido?

Yo siento que tal vez soy un control freak. Trabajo con gente, pero al final soy yo tomando decisiones. Cuando tienes un manager y ellos deciden por ti. Tengo un asistente que hace algunos de los trabajos de un manager, pero quiero ser yo el encargado de mi perfil y mi dirección artística. No soy el tipo de persona que deja ese tipo de responsabilidades en manos de alguien más. Como jefe del sello, tengo una visión sobre lo que quiero y no necesito a alguien más que me diga qué debo hacer. Mis antecedentes son ser un DJ de club, que comenzó en el underground, y como dije, esta cosa del EDM no está relacionada con las bases de las que vengo. Simplemente es algo diferente.