Artículo publicado originalmente por Tonic Estados Unidos.
Busca el término “narcisista” y es probable que encuentres una lista de síntomas suficientes como para diagnosticarte a ti mismo y a todos tus conocidos con el trastorno de personalidad narcisista. El trastorno es un poco enigmático porque los criterios de diagnóstico incluyen cosas como la arrogancia, la falta de empatía y el sentimiento de estar en tu derecho. ¿Y quién de nosotros está exento de exhibir alguno de estos rasgos de vez en cuando?
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A pesar de su clasificación en un estudio de 2017 como el segundo trastorno de personalidad más común, con tasas justo por debajo del trastorno obsesivo compulsivo, el trastorno de personalidad narcisista es uno de los menos comprendidos.
Zlatan Krizan, profesor de psicología en la Universidad Estatal de Iowa, quien le dice a la gente en los eventos sociales que “estudia a los idiotas para ganarse la vida”, dice que es difícil definir claramente el desorden porque ocurre en un amplio espectro. En 2017, él y sus colegas publicaron un artículo sobre su modelo del espectro narcisista, que definió las características principales del narcisismo y luego identificó un conjunto de rasgos de personalidad que pueden determinar lo que Krizan llama el “sabor” particular del narcisismo de un individuo. Y es diferente para todos.
“No es como si tuviéramos un grupo de personas que están completamente bien, y luego un grupo de personas que son narcisistas”, dice Krizan. “La mayoría de la gente está en una parte muy baja del espectro, pero luego, por supuesto, hay algunas personas que están en una parte muy alta. Las personas tienen una combinación de estas diferentes tendencias de personalidad. Es un continuo”.
Krizan dice que hay dos dimensiones distintas del narcisismo: el grandioso y el vulnerable. Los narcisistas grandiosos se parecen más a lo que normalmente nos viene a la mente cuando escuchamos la palabra ‘narcisista’: tienden a ser detestablemente atrevidos, excesivamente confiados y arrogantes. Los narcisistas vulnerables, por otro lado, tienden a ser pasivo-agresivos, resentidos y emocionalmente reactivos. Cada tipo, y todas las variantes que hay en medio, comparten la característica principal de sentirse con legítimo derecho a todo y la creencia de que las necesidades propias simplemente importan más que las necesidades de los demás.
Lo que hace que un problema de salud mental sea una afección que se puede diagnosticar generalmente se basa en cuánto se interpone ese problema en nuestra capacidad de funcionar. Pero Krizan dice que mientras las necesidades narcisistas se encuentren satisfechas y sean reforzadas continuamente, es menos probable que se manifiesten de manera problemática, lo que significa que es más probable que los narcisistas diagnosticables pasen desapercibidos. Puede haber más narcisistas en el oeste de lo que pensamos, particularmente en ciertos entornos como el mundo corporativo, académico y artístico, donde ser especial, diferente y tener habilidades únicas es muy codiciado y recompensado.
“Lo que es patológico o problemático siempre debe ser evaluado dentro del contexto cultural”, dice Krizan. “Si tienes poder y recursos casi ilimitados, rara vez te encontrarás en situaciones donde tus necesidades narcisistas estén amenazadas de tal manera que realmente te resulte un problema”. Una persona pobre con esas mismas necesidades de grandiosidad, en una cultura diferente que no recompense el egocentrismo, podría ser mucho más propensa a mostrar rasgos problemáticos.
Poseer algunos rasgos narcisistas en realidad podría ser benéfico en ciertos contextos -los narcisistas grandiosos por lo regular están orientados a alcanzar logros, son encantadores y exitosos-, pero esos rasgos se vuelven mucho menos deseables en las parejas románticas. Por ejemplo, uno de los signos reveladores de una pareja narcisista es que nunca es capaz de reconocer sus defectos o errores.
“Es muy difícil, si no es que imposible, que un narcisista se responsabilice por sus acciones”, dice Wendy Behary, psicoterapeuta y directora del Centro de Terapia Cognitiva de Nueva Jersey. Behary se especializa en trabajar con narcisistas y las personas que tienen una relación con ellos. “Con un narcisista, siempre hay negación, defensa, justificación y culpa”. Behary dice que, como parejas románticas, los narcisistas son a menudo desdeñosos, críticos, controladores y degradantes, debilitando así la autoestima de sus parejas e infundiéndoles la duda en sí mismos.
“A los narcisistas les es muy difícil admitir que han cometido un error y la razón principal de esto es que en el fondo hay alguien que se siente muy avergonzado e inseguro, tanto que tiene que estar en lo correcto, porque estar equivocado es absolutamente intolerable. No pueden hacerse responsables de sus errores”, dice Behary.
Debido a que los rasgos narcisistas ocurren en un amplio espectro, puede ser difícil determinar si estás en una relación con un narcisista diagnosticable o si simplemente se trata de alguien que exhibe esos rasgos de vez en cuando, lo cual, admitámoslo, hacemos muchos de nosotros.
“Es posible que estés en una relación con un narcisista si tu pareja minimiza, juzga, degrada o altera todo lo que dices. O si nunca hay una respuesta correcta a las preguntas que tu pareja te hace, o si constantemente te encuentras haciendo a un lado lo que crees que podría ser la respuesta “correcta”. O si sabes que habrá graves consecuencias cuando te molestas por algo que hicieron”, dice Behary.
Tal vez el don especial que tienen los narcisistas para acabar con el sentido de voluntad y eficacia de su pareja es lo que hace que sea notoriamente difícil terminar una relación con ellos. La mejor recomendación de Behary para aquellos que quieren terminar una relación con un narcisista es que lo ayuden a ver que romper es lo más conveniente para él. Hay que recordar que las necesidades de las otras personas le son menos importantes que las propias, por lo que es mejor recurrir a hacerle ver las razones por las cuales una ruptura podría ser algo bueno su persona. Si es posible, lo mejor es lograr que el narcisista inicie la ruptura.
“Porque el narcisista no puede tolerar el fracaso o el rechazo”, dice Behary, “y que los dejen es una lesión tan grande para su ego que tiene que ser su idea”.
Mientras que Behary dice que es casi imposible tener una relación sana con alguien en el extremo superior del espectro del narcisismo, es posible hacer que las cosas funcionen con alguien en el extremo inferior. Y aprender acerca de las tendencias narcisistas para evitar interpretar el comportamiento de nuestra pareja como un reflejo de la autoestima propia o el amor que merecemos puede contribuir en gran medida a mantener nuestra vida y autoestima intactas..