*Estamos celebrando un año explorando la cultura de la música electrónica. Por ello, estamos elaborando unos tops que serán un reconocimiento para diferentes actores de la escena colombiana, desde DJs, lives y productores, pasando por colectivos, clubes y festivales. Gracias por acompañarnos en la pista de baile, y desde THUMP esperamos seguir enfiestándonos con cada uno de ustedes.
Artistas no solo de grandes ciudades, sino de pequeños territorios consagrados a la música electrónica se dedicaron este último año a dar a luz varias creaciones, que no solo nos hicieron bailar y llenaron nuestras listas de reproducción para escuchar en todas partes, sino que ensancharon la paleta sonora de nuestro panorama. Entonces tenemos las constantes de techno y de house, pero también tenemos dosis de EBM, de dark wave, de jazz, de pop, de voces femeninas aterciopeladas, de tambores, de sintetizadores y de guacharacas sobrosas.
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Todos estos elementos se incubaron en varios estudios alrededor del país, improvisados en cuartos sótanos y oficinas, para luego publicarse en sellos nacionales y algunos internacionales de renombre como Dark Entries o MORD, donde están afiliados algunos de nuestro artistas nacionales. En resumidas cuentas: talento electrónico es lo que hay en nuestro país, y este top de los mejores productores de nuestra tierra en el último año, lo demuestran.
Bonus: El Leopardo
Con tan solo un rugido, El Leopardo ha logrado resonar más allá de las profundidades selváticas criollas. El proyecto gestado por el veterano Dani Boom dio vida a “Leopardo”, una canción en la cual colabora con Raúl Gómez Jattin, quien con su voz nos eleva en un recorrido delirante lleno de tonadas hipnóticas y maracas lluviosas. En esta ocasión, pareciera que Daniel Broderick, también integrante del Systema Solar y DJ pionero del rave en Colombia, se hubiera internado selva adentro a vivir durante una temporada y al salir hubiera parido su nuevo proyecto este proyecto.Dani Boom emana techno sacado del monte, en donde lo cósmico y vorágine crean un ritual tremendo.
15. Felipe Gordon
Hemos seguido de cerca la mayoría de los pasos de Felipe Gordon, el artista más representativo del colectivo y sello nacional Nómada y uno de los artistas nacionales con mayor apetito de producción. Tanto en su trabajo con la agrupación Mercury, como en su proyecto solista y otros trabajos de producción que ha preferido mantener en el anonimato, Gordon ha demostrado cantidad y calidad durante la mayoría de sus publicaciones. El jazz, el funk, el pop, el chillwave, el synthpop, el ambient, samples continuos y su propia voz, con el house como columna vertebral de sus producciones, son algunas de las influencias y sonidos que podemos encontrar en las creaciones de este artista. Esto le ha valido no solo ser el artista que más saca la cara en Nómada, sino afiliarse a sellos como Nein y Discotexas, donde lo hemos escuchado ponerse sensible, ponerse bailable, ponerse introspectivo, pero sobre todo housero. Por eso está en nuestro conteo: un productor que ha sabido jugar muy bien desde su cancha.
14. Cute Heels
Nacido y criado en Bogotá a punta de punk, noche y calle, Victor Lenis aka Cute Heels se fue para Bruselas a dejar en alto la capacidad musical de los productores colombianos. Con un sonido constante de la 707, un groove bien acid y bien noisero mezclado con percusiones que rememoran los mejores días del EBM y el dark wave ochentero, Cute Heels se ha convertido un aporte de sonidos importante y bien distinguido dentro de la marea actual de producciones nacionales. No solo ha sido remixeado por grandes nombres como Steffi, sino que ha logrado su entrada al sello Dark Entries, gran referente del underground, el punk y el post punk en Estados Unidos. Un artista que sin duda tiene que irse quedando clavado en los pasos de baile de los colombianos, pues está logrando sintetizar en su sonido una época, un sentir, una estética y un momento de la noche que este público no vivió.
13. Sagan
Felipe Ortega y María Mónica Gutiérrez conforman Ságan, una agrupación bogotana que conjugó las bases en el jazz y la exploración de sonidos electrónicos, siempre con un dejo de nostalgia, golpeteos diminutos a modo de percusión y una voz aterciopelada, frágil, que termina de envolver las atmósferas complejas con las que nos llegan las canciones de esta banda. Apenas en 2015 salió su álbum debut Cada Célula, y ya han estado en espacios como el Mutek en Colombia, el Festival Yavería, el Festival Hermoso Ruido, el Festival Centro y más recientemente KEXP, la famosa emisora de Seattle, que los invitó a tocarse un bonito live de media hora. Pero no solo se fajan en sus lives, sino que la calidad de la producción de Ságan debe ser razón de inspiración para toda esa escena colombiana electropopera que le están trabajando mucho al formato de banda.
12. OKRAA
Lo dijimos en un momento y lo seguimos repitiendo. En muchos aspectos Juan Carlos Torres, aka OKRAA, fue uno de los productores revelación del año pasado. Con un bagaje sólido como ex integrante de Globos de Aire, Juan Carlos decidió emprender su propio proyecto y publicó dos EPs sólidos, que dan cuenta del nivel de producción de este artista: Dreamachine y Vultur. Con este último emprendió una gira por Europa y Colombia, donde cosechó aplausos del público y de varios medios internacionales, que aclamaba esa capacidad de hilar géneros totalmente conocidos con matices de latitudes más cercanas, más latinas. En OKRAA el synthpop y el dreamwave se mezclan con sonidos sacados de los Andes y del trópico, una conjunción que suena onírica, con un lenguaje sonoro muy latino, pero entendible en todas las latitudes.
Escucha: Bastardos Podcast 001: OKRAA
11. Adriana López
Cuando de producción technera se trata, Adriana López es la punta de lanza colombiana por fuera del país. Esta bogotana, radicada desde hace varios años en Barcelona y apadrinada por el artista estadounidense Developer y su sello Modularz, dio sus primeros pasos en la escena global technera con su trabajo debut Conducciones. El año pasado también publicó Anonimity of Grey, trabajos que la han llevado a compartir booth con artistas como Function, DVS1, Ben Klock y Oscar Mulero. También desde el inicio, esta colombiana tuvo claros los lineamientos para montar su propio sello, al que le dio vida como Grey Report, que desde entonces ha sido la catapulta para sus producciones. Producciones llenas de un techno frío, hipnótico, funcionales tanto para la pista como para la reflexión.La oriunda de Bogotá en los últimos años no ha parado de girar por el Mundo. Además, hace poco, salió en Hardwax su nuevo EP en Modularz, titulado Percepciones.
Mira la sesión de Adriana Lopez para Boiler Room
10. Ela Minus
“Tinydance”, le llama esta productora bogotana radicada en Nueva York a sus producciones, que están dotadas de minimalismo y cierta magia que convence. Así suena Grow, su más reciente EP, lleno de percusiones menores, muchos sintes en tonos agudos y su voz afilada, que siempre tira para arriba. Todo lo logra unir, generando texturas sonoras que aparte de ser bailables invitan a la escucha, al disfrute y a la introspección. Música para haditas, hecha por una productora con una alta interacción análoga.
9. Lunate
El artista bogotanoJuan Manuel Cortés aka lunate, ha demostrado tener el talante suficiente para atacar todos los frentes: sus DJ sets no dan lugar a la quietud, su live act de a poco encuentra la tonada perfecta, y con sus producciones radiantes y de espectro amplio, muestra porqué es uno de los participantes de la actual clase de Red Bull Music Academy. Sus tracks reflejan momentos de inspiración pura, con melodías placenteras y samples que se comunican entre sí. A la hora de escuchar a Lunate, los escenarios pasan a un segundo plano, permitiendo que las vibras del house, disco y techno te acojan con suavidad sin importar si estás en el club o en la sala de tu casa. Su primer largo, Far Shores, en el sello de Los Ángeles 100% Silk, y la reciente inclusión de su track “Requiebro” en el compilado ‘House, Disco, Boogie, and Other Oddities’ del sello Easy Bay, son tan solo algunas muestras de lo bien que el bogotano anda haciendo las cosas.
Desórdenes mundanos. Bajo esta premisa, Retrograde Youth pretende demostrarle al mundo que en Suramérica también se sabe hacer música cruda y roñosa. Surgido de las entrañas de Medellín, este proyecto timoneado por Felipe Marín, en poco tiempo ha logrado vislumbrar el gran y prometedor potencial que lo acompaña desde su arranque. Con un debut de ensueño, el artista antioqueño logró comandar una serie de tres discos en vinilo titulada Earth Disorders, en el sello Radio Matrix del gran artista holandés, Delta Funktionen. Los tres EP’s incorporan perspicazmente la estética del sello, donde las líneas ácidas tajantes, los sintes saturados y las atmósferas dirigidas por drum machines, logran crear una gran pieza de techno mecánico gestado en pleno Valle de Aburrá.
El crudo y prometedor desorden de Retrograde Youth
7. Jhon Montoya
Foto tomada vía Facebook.
Violinista y compositor colombiano radicado en Italia desde 2001. Desde allí, Jhon Montoya ha labrado paulatinamente su camino hasta convertirse en uno de nuestros fuertes exponentes dentro del universo de la electrónica andina. Con tres álbumes a sus espaldas, “El Viaje“, “Mohs” e “Iwa“, lanzados en los sellos FABRICA y White Forest Records, y con un reciente remix a Nicolá Cruz en su Prender el Alma Remixed, Montoya nos lleva en un recorrido por la cordillera de los Andes hasta el corazón de Europa. Producciones presentadas como rompecabezas, en las que convergen sabiamente los sonidos pasionales de Latinoamérica. Un paisaje sonoro que describe a una región y se reconoce en todo el planeta.
Escucha: Bastardos Podcast 003: Jhon Montoya
6. Dany F
El tropical bass colombiano le debe mucho a Dany F. El medellinense lleva desde los 16 años dándole a la producción, jugando con géneros y montando hibridaciones sonoras propias de nuestro país: acid-cumbia, deep-cumbia, acid tropical house y demás mezclas que se le han ocurrido. Inspirado en gran parte por su mentor, Matias Aguayo, el joven productor ha decidido comerse todo lo que se le atraviese: desde su primera aparición en Cómeme con el track “Chalole Batata”, hasta su disco debut del año pasado, Wouhau. Si se quieren empapar de producciones plagadas de sabor y cumbia ácida, Dany F es el hombre a mirar.
5. W.I.R.E.
Foto tomada vía Facebook.
Siete trabajos en tres años. Producciones propias que no dejan de sorprender a los incrédulos del techno labrado en en el país, logrando, por ejemplo que TM404 y Milton Bradley –dos nombres de culto en el circuito actual del género– remezclen su trabajo sin vanagloriarse de ello. Esto es W.I.R.E., el misterioso productor surgido de las penumbras de Medellín, el mismo que se ha convertido de manera vertiginosa en uno de los nombres más fuertes del techno producido en Colombia. Su sonido agreste y visceral, donde cada kick cobra un filo punzante, ha llegado incluso a compartir espacio con nombres como Sleeparchive, Shxcxchcxsh y Oscar Mulero, formando parte del compilado Herdersmat (Part 1-7) del sello Mord.
Una primera conexión con W.I.R.E.
4. Cero39
De esa generación que parió proyectos como De Juepuchas o Frente Cumbiero sale Cero 39, el proyecto comandado desde 2007 por Mauricio Álvarez, que desde el inicio definió un sonido a latitud bajita. Mezclando influencias de la costa, del interior, y de todo lo que atraviesa el Río Magdalena, Cero 39 se ha encargado de hacer un croquis sonoro con mucho de lo que compone a nuestro país. Y lo que lo compone es el pasado, el futuro, el trópico, lo jovial, el Caribe y obviamente el guaro; y eso se comprueba en Moni Moni, su último álbum. El Cero recoge todo esto en un delirio frugal y lleno de alegría, una mezcla que ha hecho bailar a todo Colombia a lo largo y ancho del país desde hace varios años.
Cero39 regala todos sus remixes
3. Las Hermanas
Tal como lo reseñamos en nuestro top de live acts, Diego Cuéllar es puro hip hop alucinógeno. Con el sample como manifiesto, Las Hermanas se ha vuelto la cara visible del próspero momento que atraviesa el beatmaking en el país. Sus experimentos instrumentales con baladas setenteras y música de antaño han sido escuchados hasta en el mismísimo Sónar Barcelona 2016. Cortes milimétricamente pensados que encajan hasta en la corriente sonoro más extraña, hacen de Las Hermanas un verdadero científico a la hora de elaborar música. Si quieren empaparse de espiritualidad hecha hip hop, pásense por su bandcamp y sean devotos de su adoración al beat.
Las Hermanas: calaveras tristes y beats detritos
2. Romperayo
Al otro extremo de productores nacionales como Cute Heels o W.I.R.E se encuentra Romperayo, el proyecto más lisérgico que ha tenido Pedro Ojeda hasta el momento, acompañado por Eblis Álvarez, Juan Manuel Toro y Ricardo Gallo. Y decimos que al otro extremo porque si otros productores de esta nación se han enfocado en la hipnosis a través de sonidos fríos, Romperayo ha optado por el calor, por el fuego voraz, que también puede ser igual de hipnótico. Sampleos, sintetizadores, órgano y percusiones bailaditas hacen una santa comunión en cada track de esta agrupación llevándonos a la costa, al Pacífico, al monte a la selva y el mar. En este conteo Romperayo aporta la cuota de lo nuestro, de lo de acá, en toda su literalidad. ¿Quiéren candela? Escuchen al álbum que el año pasado, Romperayo sacó en el respetado sello británico Discrepant.
1. Rionegro
Foto tomada vía RBMA Radio Panamérika. Cortesía Cómeme.
¿Puede pasar desapercibido un disco en el que se juntan las mentes exploratorias de Matías Aguayo, Sano y Gladkazuka? En THUMP creemos que no. Desde su salida al ruedo en octubre del año pasado, Rionegro se ha convertido en una poderosa muestra del house amazónico gestado en el corazón de nuestras montañas. Cocinado en medio del humo, el aguardiente, los discos de salsa y la niebla del oriente antioqueño, el debut de Rionegro en Cómeme es una expedición de ritmos tradicionales dirigidos por la maquinaria análoga de estos locos suramericanos. Con la colaboración de artistas como Natalia Valencia y Lord Byron, este portentoso trío rinde tributo a lo autóctono, donde los sonidos salvajes cobran vida a lo largo de once tracks. Música electrónica con raíces de la montaña, condimentado en los laboratorios de Cómeme. Para nosotros, su álbum debut fue el manifiesto más fino que se ha hecho en Colombia entre el encuentro del house y los ritmos sudacas.
El sabor de Rionegro se toma las calles del mundo
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