Neruda, Parra, Mistral, Portavoz, Chinaski, Chyste, Sanche. No por escribir poesía puedes ser poeta, pero los poetas y raperos de Chile tienen algo en común: un romance profundo con el lirismo de la lengua hispana. Y algo de esa rica cultura literaria en el país austral, eleva los estándares del habla entre todos los sectores de la población y, por ende, un arte popular y callejero como el rap ha tomado otro tipo de vuelos que en otras regiones. No solo eso, cuando raperos de otros lados del continente comparan las diferentes escenas, generalmente el balance más favorable es para el rap que se hace en Chile. O tal vez es más correcto decir que Chile es el país más rapero de Latinoamérica. El hip hop en Chile es un estilo de vida y en él caben freestylers, MCs, skaters, grafiteros, músicos de todo tipo, artistas urbanos. La cultura es completa e incluyente a su alrededor y el panorama es sano en cuanto a la cantidad de visiones distintas prolíficas y potentes.
En este capítulo conoceremos a cuatro de los exponentes más importantes del rap chileno en la actualidad, con universos creativos tan distintos entre sí como complementarios, que abarcan desde la música instrumental y la poesía slam hasta los beats estrictos, el rap de conciencia y el rap en lenguas originarias. Veremos cómo se congregan los jóvenes MCs a rebotar sus rimas entre sí en los parques, y el encuentro de las mentes entre las cabezas hip hop. Una escena que genera encuentros y está en constantes búsquedas por siempre mejorar, y con una clara perspectiva de cómo vivir de la música.
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