Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.
Fue necesario un día de caos sin precedentes en Washington, DC. Fueron necesarios cientos de sus partidarios irrumpiendo en el Capitolio, saqueando obras de arte, vandalizando la oficina de Nancy Pelosi y tomando brevemente el control de la cámara del Senado. Fue necesario que una mujer fuera asesinada a tiros por la policía del Capitolio y otras tres murieran. Fueron necesarios decenas de arrestos. Y fue necesario que el Congreso finalmente aprobara la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales a las 3:45 AM del jueves por la mañana.
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Todo esto fue necesario antes de que el presidente estadounidense Donald Trump finalmente emitiera una declaración en la que prometía una “transición ordenada del poder”, según describió.
Pero al igual que con su débil llamamiento a sus seguidores de “irse a casa”, Trump no perdió la oportunidad de afirmar una vez más equivocadamente que le robaron las elecciones.
“Aunque no estoy totalmente de acuerdo con el resultado de las elecciones, y los hechos lo corroboran, habrá una transición ordenada el 20 de enero”, dice la declaración de Trump. “Siempre he dicho que continuaríamos nuestra lucha para asegurar que solo se cuenten los votos legales. Si bien esto representa el final del mejor primer mandato en la historia presidencial, es solo el comienzo de nuestra lucha para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
La declaración cobarde de Trump ni siquiera fue emitida directamente por el propio presidente, sino por su director de redes sociales después de que Twitter y Facebook suspendieran sus cuentas por incitar a la violencia y difundir información errónea.
Las consecuencias de la insurrección no se sabrán durante algún tiempo, pero la policía de Washington confirmó el jueves por la mañana que cuatro personas murieron en el Capitolio el miércoles.
Una mujer recibió un disparo de la policía del Capitolio después de traspasar las barricadas mientras intentaba entrar al edificio y luego murió en el hospital. La policía dijo que las otras tres personas murieron por “emergencias médicas”.
La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, impuso un toque de queda de las 6 PM hasta las 6 AM del miércoles, y la policía arrestó a un total de 52 personas, aunque muchos han cuestionado por qué no detuvieron a más agresores. El FBI y la Guardia Nacional fueron reclutados a última hora del miércoles para ayudar a retirar a la gente de las calles.
Funcionarios de la policía le dijeron a CNN que lograron asegurar al menos dos bombas caseras sospechosas el miércoles. Uno de los dispositivos fue encontrado afuera de un edificio que alberga las oficinas del Comité Nacional Republicano y otro afuera de un edificio del Comité Nacional Demócrata.
Aproximadamente seis horas después de abandonar el proceso debido a la violencia, el vicepresidente Mike Pence reanudó la certificación de los votos del Colegio Electoral a las 8 PM del miércoles.
“Para aquellos que causaron estragos en nuestro Capitolio hoy, ustedes no ganaron”, dijo Pence en marcado contraste con los elogios de Trump a la multitud. “La violencia nunca gana. La libertad gana. Y esta sigue siendo la casa de la gente”.
El senador republicano Mitch McConnell calificó el asalto al Capitolio como una “insurrección fallida” y agregó: “Intentaron perturbar nuestra democracia y fracasaron”.
Si bien McConnell no culpó directamente a Trump por los disturbios, el senador republicano Mitt Romney no fue tan cauteloso.
“Nos reunimos ahora debido al orgullo herido de un hombre egoísta y la indignación de sus partidarios a quienes deliberadamente ha informado erróneamente durante los últimos dos meses y llamado a actuar esta misma mañana”, dijo Romney después de que la cámara se volviera a reunir. “Lo que ocurrió hoy aquí fue una insurrección incitada por el presidente de Estados Unidos”.
Sin embargo, hubo varios senadores y representantes que continuaron respaldando el intento de golpe de Estado de Trump al oponerse a los votos del colegio electoral cuando Pence reanudó el conteo.
Las objeciones fueron mucho menores de lo esperado después de que algunos legisladores se negaran a intentar socavar la victoria de Biden luego de las escenas presenciadas en Capitol Hill.
Aún así, el Senado y la Cámara se vieron obligados a debatir una objeción a los resultados de Pensilvania del senador Josh Hawley y 80 representantes de la Cámara en las primeras horas del jueves por la mañana. La objeción, al igual que la de los resultados de Arizona del miércoles, fue abrumadoramente derrotada.
Al final, casi a las 4 AM del jueves por la mañana, el Congreso certificó la victoria de Biden sobre Trump por 306-232 votos electorales. El presidente electo Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris tomarán posesión el 20 de enero.