Si eres como nosotros, seguro amas las mentas cubiertas de chocolate, sobretodo si las comes de diez en diez. Pero saber que tus amadas golosinas están siendo cocinadas y empacadas por trabajadores explotados y completamente agotados, puede que reduzca un poco el placer de comerlas.
Empleados de una fábrica de mentas de chocolate en Louisville, Kentucky, dijeron para USA Today, que son forzados a trabajar de seis a siete días a la semana con turnos ridículamente largos. Sin embargo, no hablan sobre los abusos que viven por miedo a ser despedidos. Esta fábrica produce 2.5 millones de golosinas de chocolate al día. Y solamente hay 328 trabajadores.
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«Se siente como si fuéramos esclavos», mencionó un trabajador que prefirió mantenerse anónimo. Además mencionó que solo gana 16 dólares por hora. «Esto se ha puesto peor en los últimos años, siempre dicen que las cosas mejorarán, pero nunca sucede».
El problema de raíz viene de una ley federal del trabajador que permite a los administradores exigir horas extras siempre y cuando se abonen horas extras por cada medio tiempo de trabajo. Pero el contrato ratificado por Kellogg Co., que opera la planta y a los trabajadores, define las horas extraordinarias en términos demasiado vagos.
«La compañía debería tener el derecho de requerirle a los trabajadores trabajar horas extras razonables en los departamentos», se menciona en una cláusula. Sin embargo, no especifica cuántas horas son razonables. En la entrevista, los empleados dicen que tuvieron que trabajar durante el Día de Acción de Gracias, Navidad y Año Nuevo, y que tenían miedo de no ir a trabajar por no recibir un llamada de atención. Con diez llamadas en un año, estás fuera.
Por su parte, Kellogg mantiene a sus trabajadores trabajando 52 horas por semana, 12 horas más que lo que tú sueles trabajar.
«No se cuánto tiempo más pueda aguantar», mencionó un empleado.
Tal vez esta situación cambie tu decisión a la hora de elegir comprar o no algún producto de esta marca.