“Un montón de gente nos sigue odiando” dice Alec Empire de Atari Teenage Riot

Próximo a su visita a Bogotá, para su presentación en Rock Al Parque, tenemos esta entrevista con Atari Teenage Riot.

Atari Teenage Riot es una de mis bandas favoritas. Cuando tienes la oportunidad de escribir sobre el artista que ha contribuido con nuestra formación política, es difícil dejar de lado a la primera persona. Esta es la segunda vez que tengo la oportunidad de intercambiar ideas con Alec Empire, vocalista e ideólogo del grupo anarquista digital de hardcore formado en 1992 en Berlín. La primera vez fue hace 17 años, cuando tocaron en el KVA en Sao Paulo y los pude entrevistar para un fanzine que tenía. Ese tour precedió el tercer álbum de ATR 60 Second Wipe Out (1999). Estaban en plena forma y el show fue un estallido de revuelta, en su punto cumbre poniendo tracks como “Destroy 2000 Years of Culture”, “Speed” y “Fuck All”. Este último, con líneas agresivas como “Cut all policemen into pieces”.

Recuerdo haberle preguntado en el backstage sobre la incitación de esta violencia contra la policía, que propone pelear fuego contra fuego, que era una manera productiva de hablar de política. Y él contestó: «Esta gente es el brazo armado del sistema, no hay cómo crear un diálogo amable con tipos así». De todas maneras el tiempo pasó, uno de los miembros de ATR, Carl Crack, murió en medio de un tratamiento psiquiátrico con un montón de drogas fuertes en el estómago, Alec aisló al otro vocalista, Hanin Elias, y el grupo cerró en 2001. Fue aburrido, pero siempre cuando una banda termina a la altura de su productividad es mejorque verla en su propia miseria creativa.

En 2011, cuando anunciaron que volvían, con Nic Endo en la voz de Hanin y CX KiDTRONiK Crack en la oficina, el espíritu de rebelión que fue rodando con la oferta de WikiLeaks, Anonymous, activismo hacker, manifestaciones organizadas vía Internet, el terrorismo cibernético en ese contexto fue responsable de inspirar un álbum con un discurso menos “jódanse todos” y más elaborado, que lanzó en su título la convocatoria para la discusión: Is This Hyperreal? Un track de protesta alineado perfectamente con la angustia de la era Google.

Reset, el nuevo trabajo del trio, promete un show que será la verga, extendiendo el cultivo de su predecesor. El sonido, a su vez, es más poderoso y radical que nunca. ¡Puta qué álbum! Si la revolución no será televisada, por lo menos tiene música de fondo.

Entonces, Alec, empecemos a hablar sobre tu nuevo álbum y cómo reformaste el sonido de la banda desde que regresaste con Is This Hyperreal? Llegué a la oficina escuchando Reset y sentí el mismo impacto incendiario como con Delete Yourself . Pero estéticamente, hay algo novedoso en la música…

Alec Empire: El sonido de Atari Teenage Riot tiene un ADN que creo que no ha cambiado mucho con los años. Seguimos siendo una banda crítica y un montón de gente sigue odiándonos, ese tipo de cosas siguen siendo igual (risas). Por supuesto, hay diferencias. Si comparas el álbum Future of War (1997) con el nuevo, Reset, tienen apuestas diferentes. Hay cosas que nunca cambian, como la energía de ATR, pero las emociones experimentadas en cada momento de la vida son una influencia en el sonido. Future of War es mucho más dark, mientras que Reset … Bueno, mucha gente piensa que tiene una huella similar al primer álbum, Delete Yourself (1995), que no es tan nihilista, tan destructiva. Tiene algo de nuestra audiencia igual que nuestro aspecto destructivo y en cierto modo, se perdieron esos himnos rebeldes, mientras que los otros fans odian esa etapa. ATR siempre se ha movido entre estas dos expresiones, una algo más suave, otra más agresiva. Depende de cómo nos sentimos en el momento de la producción de cada trabajo. Pero, si hay que señalar algo definitivamente diferente, podría decir que en los 90 estábamos en esa ola selvática /drum and bass y luego simplemente cansados de esos beats. Entiendo que hay un montón de gente a las que no les gustan las cosas que hicimos, pero ATR nunca se concentró en estar estático en una pendiente, nuestra identidad realmente siempre ha sido el resultado de la mezcla de muchas cosas, las influencias traídas de mi proyecto en solitario. Las voces también son diferentes, pero las vocales siempre se han distinguido de un sonido a otro, siempre experimentamos con eso, gritos de manifestaciones de porristas… Lo que Nic trajo al nuevo álbum fue un estilo más discursivo que los gritos.

Foto por Daniel Sims.

¿Nic trató de imprimir un estilo diferente para evitar comparaciones con la voz de Hanin?

Ella no quería absorber el estilo de nuestra cantante anterior. Por el contrario, llegó y dijo, «voy a cantar a mi manera». Y exactamente, si oyes sus álbumes en solitario, igual que los de los otros miembros, a lo largo de todo este tiempo, nuestros trabajos individuales han sido muy diferentes. Algunas personas ni siquiera se dan cuenta de que son nuestras (risas). Por ejemplo, cuando hicimos una gira por Estados Unidos en 2011, fue divertido porque tenían un staff que venía y me decía, « te gusta la persona que entró a ATR, a sustituir a la que murió» [risas]. Decía, «¿trajiste una onda breakcore, muy buena» [risas]. Pero lo importante es que todo el mundo entienda la esencia de la propuesta, que es el hecho de que no somos una banda de rock tradicional, ¿sabes? Cuando empezó ATR, los medios de comunicación no tenían ni idea de cómo lidiar con la filosofía del techno. Estaban confundidos con la idea de que fuera a la vez un colectivo, una banda con tres cantantes, que también produce discos, samplea bases sueltas y hace beats con los instrumentos … Estas personas se confunden cuando las cosas no se pueden etiquetar dentro del esquema predeterminado.

La electrónica comienza a ser denominada por esta oferta EDM y un montón de gente demuestra una falta por algo más sustancial.

Antes, poca gente sabía lo que era el “hardcore digital”. Básicamente sólo esa gente que era underground, realmente estaba familiarizada con esto. Los críticos de música y los medios de comunicación tradicional, ni siquiera sabían cómo presentarlos al público. ¿Crees que ahora ese distanciamiento se ha superado?

Pero sabes que hasta la escena hardcore ha cambiado. Si uno se detiene a observar la evolución de aspectos como breakcore, digital hardcore, el drum and bass más pesado, todo era parte de una cultura de nicho y era parte de la música de ATR… Entonces el diálogo entre estas hebras se diluyo en algún momento a principios del 2000, aunque siempre ha habido gente que se ha enfocado en preservar el estilo. Pero ya no es como en los viejos tiempos. En Berlín, hace diez años un evento de breakcore atraía a dos mil personas, hoy no le dan ni la hora. ATR ha pasado a través de todo esto, somos sobrevivientes de esta generación. Algunos dicen que es porque empezamos a invertir en pistas lentas de bpm, dejando atrás toda esta fase de “Start The Riot” pero siempre hemos hecho tanto tracks lentos como acelerados. La verdad es que siempre vamos a tener esa parte del público de la vieja generación del hardcore que odia todo lo nuevo, diciendo que nuestro auge fue en el pasado. Podemos esperar, que cuando lancemos nuestro siguiente álbum, alguien va a llegar y va a decir que Reset, o el anterior, era mejor. Te dan ganas de decirle a estos chicos, «puta, ¿por qué simplemente no te acostumbras a nuestro sonido?» (risas). No se puede estar escuchando a todos los que maldicen, lo importante es invertir en lo que crees. Lo que hacemos es 100% lo que queremos, no nos preocupamos por el mercado, las etiquetas de opinión, la dirección de nuestro establecimiento. Incluso produzco todos los álbumes, los que nos acompañan a conectarnos con ellos.

Me parece interesante cómo construyen la crítica política de la banda en torno a los términos relacionados con la tecnología y la cultura digital. Todo está fuertemente atado. En el primer álbum llorabas con “Delete Up” y ahora vienen con este discurso de resetear. ¿Cuál es la retórica detrás de la palabra “Reset”? ¿Un nuevo comienzo desde cero? ¿Destruye todo y reconstruir?

Entiendo tu punto, hay una diferencia muy grande en el significado de estas dos palabras. Como, Delete Yourself tenía que ver con «borrar tu identidad y parte del sistema» … Pero el mensaje de la palabra “reset” aquí tiene que ver con la idea de que tenemos que tener cuidado con la influencia negativa de la tecnología en nuestras vidas, que están absorbiendo las innovaciones de una manera perjudicial, ¿sabes? Hace quince años, pensamos que el internet era sinónimo de liberación. Al final, se convirtió en lo contrario, se volvió la herramienta más eficaz de control mental que incluye noticias. Creo que es importante llamarlo, no dejar que se hunda en la trampa. Ese es el significado detrás del título del álbum. Tenemos que repensar muchas cosas, todo lo que parecía sinónimo de libertad e independencia se convirtió en un negocio frustrante. Sólo ver la escena musical. Los artistas se liberaron del régimen de grandes ligas, pero no podemos decir a quién se le ocurrió esta vigorizante y vanguardista producción artística. Las masas no están consumiendo la música más inteligente e innovadora, de hecho siguen enganchados por la misma mierda de siempre [risas]. Es jodido. Toda esta esperanza que Internet y la comunicación digital han traído a finales de los años 90, se ahogaron.

Sí. Tal vez es una estrategia mucho más eficaz apostarle a un control de comportamiento que vender una supuesta libertad de opciones y opiniones. En lugar de enjaular a todos. Estamos demasiado ocupados manteniendo a nuestros personajes en línea, al final …

Creo que esto se debe a que la gente no ha desarrollado una comprensión política de la situación. La gente usa herramientas como Facebook y Twitter reduciendo el duro camino de sus posibilidades. Ellos sólo están alimentando una máquina sin recibir nada a cambio. De vez en cuando escuchamos historias violentas que aparecen en la red y alcanza repercusiones enormes … No sé, creo que estas plataformas no son exactamente una maravilla para el diálogo saludable entre las personas, sabes … La falta sustancia. Ellos todavía quieren vender los anuncios y no ganamos nada con eso.

[Internet] se convirtió en la herramienta más eficaz de control de la mente que ya tiene noticias.

¿Crees que actualmente la música pueda suponer un peligro para el sistema?

Me gustaría ser capaz de hablar durante horas sobre esto, pero para resumir mis pensamientos, sólo tienes que darte cuenta como las corporaciones y los políticos siguen temiéndole al poder de la música como herramienta de sensibilización y rebelión. Por ejemplo, tocamos en un festival en Alemania, y no por casualidad, cuando la televisión transmitió el evento, no mostraron nuestro show, no nos entrevistaron, ignoraron completamente nuestra existencia. Mientras que las otras bandas fueron promovidas normalmente. Siempre hay un clima de miedo que es como, «van a decir algo que no podemos mostrar, tenemos que tener cuidado. Ellos son impredecibles». Cada vez que alguien dice que la música no es una amenaza para el sistema, me acuerdo de estas cosas. Sí, hay una restricción a la voz de los artistas que escriben canciones de protesta, no llegan tan lejos como quisieran vaciar su esencia. Temen que la música construya un público inteligente, porque el pensamiento crítico va en contra de su voluntad, que es el despistado consumidor. Las corporaciones están en control de la cultura del entretenimiento.

Cuando comenzó ATR, había un movimiento neonazi en la escena alemana que ustedes confrontaron. Me pregunto si los skinheads todavía andan entre los niños por ahí y si tu fuiste atacado o tuviste problemas con ellos en las calles, ese tipo de cosas por las que ha pasado todo joven que es diferente en las metrópolis del mundo.

Crecí en los años 80 en Berlín y en toda mi juventud tenía que tener cuidado en las calles, en el transporte público, no podías estar en todas las discotecas y espectáculos. Semanalmente, a veces a diario, me enfrentaba con estos skinheads. Pero en los años 80 no eran tan militantes como lo fueron en los años 90. Los neonazis rusos siempre han sido mucho más militantes. Estaban armados y querían matar a la gente. En los años 80 era como en las películas, pandillas mods de mierda y rockabillies. Una versión infantil del negocio [risas]. Y entonces, esto desembocó en que varios de los chicos terminaron convirtiéndose en terroristas, siendo responsables del escándalo de los asesinatos de inmigrantes en Alemania. Los mismos chicos con los que salía terminaron uniéndose a la NSU ( National Socialist Underground), no sé si entiendes. Y estas personas recibieron armamento directamente del servicio secreto de aquí. Todo el esquema fue revelado finalmente en los últimos años. Eso es lo que pasó. El gobierno patrocinó estas muertes. Llegaron disparándole a la gente, justo en la cabeza. Y extrañamente la policía nunca encontró huellas, era toda una novela.

¿Los primeros shows de ATR eran peligrosos debido a la presencia de skinheads?

Al los primeros shows de ATR los nazis llegaron a interrumpir. En su momento nos presentamos en squatts, eso era un problema. Pero después de que la banda creció, nunca volvieron a aparecer. Digo, no con tanta frecuencia. Porque ellos sabían que iban a ser menos. Esto sigue siendo un problema para las bandas de punk en la escena. Esto pasaba en la parte oriental de Alemania, aunque ahora también están presentes en la parte occidental. Lamentablemente continúan hablando y reuniendo seguidores aquí. El invierno pasado hubo una protesta, que atrajo a 20.000 personas. Da miedo. Algunas personas me preguntan por qué creo que esta tendencia va a volver, simplemente la realidad es que nunca ha dejado de pasar, la cosa es que los medios de comunicación le prestan atención. Sólo se informa cuando se va a hablar de alguna mierda. Y una nueva generación está siendo influenciada por ellos. No hay compromiso del gobierno para educar a la gente contra el racismo. Esto es frustrante.

Teniendo en cuenta que ATR lleva diez años de pie, me pregunto, cuando Carl Crack murió, ¿decidieron acabar con la banda o sólo querían tomar un descanso hasta que las emociones se calmaran? ¿O el motivo de la pausa fue su indisposición con Hanin?

Después de que Crack murió, no conseguíamos continuar. Era un ruido sordo. Yo estaba tocando en mi proyecto en solitario desde 1999 y él murió en 2001. Algunas personas están confundidas porque paramos un tiempo antes de su muerte, en algunos lugares se dice que él murió en el 99. En ese tiempo, Hanin quedó embarazada y él dejó la banda después de un show que hicimos en el Brixton Academy. Cuando pasó, estábamos cansados de llevar años y años de giras incesantes. Pero la idea era darnos un tiempo del semestre, no una década (risas). El motor fue arrancando naturalmente. Nic tomó el puesto de Hanin al final de esa gira. Mi gira en solitario estaba recibiendo comentarios positivos, por lo que terminé arrasando con todo. Pero antes de que pensáramos retomar la banda Crack murió. Esto se sumó al hecho de que ya no me llevaba bien con Hanin, entonces decidimos descansar. Ella decía que se quería salir de la banda, luego venía y pedía volver. No sé qué coños le pasaba, si no disfrutaba la gira, si era el hotel, sólo sé que ella regresó a la banda y se volvió a ir. Sé que las bandas a veces tienen que lidiar con estas situaciones caóticas, pero se convirtió en algo personal, ¿sabes? Ella metió la pata, eso es una falta de respeto.

Pero Nic grabó las voces 60 Second Wipe Out. Entonces ella asumió el puesto de Hanin. He dado con ustedes antes de que regresaran. ¿No?

También entran algunos factores creativos. Nic y yo queríamos hacer sonidos más pesados y el resultado de mis discos en solitario muestran algo de esa voluntad. Una parada curiosa fue que en 2010, cuando miramos hacía atrás, fue precisamente Hanin a quien se le había ocurrido la idea. Y confieso que no le puse mucha atención. Para mí esas cosas ya habían pasado la página, yo estaba haciendo cosas diferentes, produciendo un álbum con Patrick Wolf, remezclando algunas cosas. Y Hanin estaba dando ideas, ella dijo «de repente sería cool si hiciéramos un concierto conmemorativo y algo así». El contexto era este: tenía un espectáculo programado en Londres y mi álbum tardaría tres meses más para salir a tiempo, así que le propuse al promotor tocar con ATR. El promotor estuvo de acuerdo, medio reticente. Pero justo antes de esto había una crisis económica en Inglaterra y la gente empezó a mostrar interés en los debates políticos de nuevo. Por lo tanto, Hanin, una vez más se perdió la presentación … [risas] … Pero pasó que todo el contexto era estimulante y teníamos la intención de continuar con una serie de espectáculos de tres meses a nuestro regreso. Nos pareció que era simplemente un renacimiento, pero fue más un engranaje así que volvimos con toda. El mundo estaba en llamas y el público exigió nuestro regreso, con un discurso centrado en los nuevos tiempos. La electrónica comenzaba a ser dominada por esta oferta de EDM y mucha gente seguía pidiendo un retorno real, demostrando la falta de algo más sustancial. Y eso es lo que pasó.

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