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Un semillero de beisbol florece en Uganda

“Tarde que temprano, Uganda sobrepasará a la República Dominicana en número y calidad de beisbolistas.”

La persona que dijo esto en voz alta, y de verdad lo cree, es un hombre inteligente y razonable con un entendimiento más que básico del béisbol, aunque su cita parezca decir lo contrario. Richard Stanley, originario de Brooklyn, quien trabajó como ingeniero químico para Proctor & Gamble por 22 años, es en parte dueño de la liga menor Trenton Thunder, la afiliada de clase AA de los Yankees. En la última década, Stanley se ha dedicado a hacer crecer el béisbol de las pequeñas ligas en Uganda

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La atrevida declaración de Stanley fue vociferada hace una semana antes de que el equipo de Uganda de ligas pequeñas —en su mayoría representado por jugadores provenientes de la escuela construida por Stanley— arribara a Williamsport esta semana para alcanzar la segunda aparición en toda la historia de un equipo ugandés (y de toda África) en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas. Se había hablado una semana antes, en viernes, de cómo el equipo ugandés había derrotado sorpresivamente a la República Dominicana 4-1; resultado que ha puesto al equipo en los reflectores internacionales.

En la victoria, el lanzador ugandés Francis Alemo dominó con una bola rápida que alcanzó las 77 mph, y con una curva que congeló a varios bateadores dominicanos. Incluso logró una doble carrera y después utilizó su rapidez para anotar desde la segunda base en un tercer strike. Alemo, quien solo ha jugado béisbol por unos cuantos años, se vio con mucha personalidad y Uganda se vio exactamente como el equipo que Stanley había descrito.

La victoria de Uganda 4-1 sobre la República Dominicana aumentó las expectativas. Foto cortesía de Little League Baseball and Softball.

Este juego fue suficiente para hacerte creer que a lo mejor Stanley no estaba tan loco después de todo.

De hecho, tal vez Uganda se convierta en una potencia de beisbolistas porque hay niños en ese país que juegan a gran nivel todo el año; también porque este equipo de ligas pequeñas está liderado por tres lanzadores que regularmente lanzan a más de 70 mph; además este equipo destrozó a todos sus oponentes en el tornero regional de Europa-África en donde un lanzador ugandés ponchó a 15 bateadores en una victoria de cinco entradas, mientras que otro logró un no-hitter. Aún más sorprendente es lo que Stanley dijo acerca de su mejor lanzador —de diez años de edad, y por ende no elegible para jugar en Williamsport— quien ha llegado a lanzar a 76 mph.

La victoria del viernes reforzó las declaraciones, aunque existe una advertencia. De hecho, los jóvenes beisbolistas dominicanos no juegan el las Ligas Pequeñas. Antes del viernes, ningún equipo dominicano había estado en Williamsburg desde 1996. La mayoría de los jóvenes peloteros dominicanos se están preparando para firmar contratos como profesionales en cuanto sean elegibles a la edad de 16. Tan temprano como a los 10 años de edad, ellos comienzan a trabajar con entrenadores profesionales para tener mejores actuaciones frente a los cazatalentos de las ligas mayores.

Sin embargo, eso no quita el gran logro para un país que se ha ganado la clasificación más alta de terrorismo por parte del Departamento de Estado de los EE.UU, y que ha limitado el desarrollo y la historia del béisbol. Le ha tomado casi 15 años de trabajo y, al menos, cientos de miles de dólares tan solo para que el béisbol ugandés sea mostrado un par de horas en ESPN. Pero aquí siguen, tal y como Stanley lo predijo.

El béisbol ya existía en Uganda previo al arribo de Stanley en 2002 como parte de un viaje de USAID. George Mukhobe, un ex manager de uno de los mejores equipos de Ligas Pequeñas en Uganda y ahora en su cuarto año como presidente de la Federación de Béisbol Ugandés, recuerda haber aprendido este deporte de los misionarios estadounidenses mientras estaba en la escuela a mitad de los 90. Pero dice que en ese entonces, solo había dos o tres clubes de béisbol en todo el país y que nadie pensaba permanecer en el deporte después de terminar la escuela.

Durante el viaje de Stanley en 2002, un oficial del gobierno ugandés de nombre Christopher Gashirabake vio a los estadounidenses practicando béisbol y le preguntó a Stanley si estaría dispuesto a realizar un programa de dicho deporte en el país. “El problema conmigo”, dice Stanley, “es que tengo dificultad para decir ‘no’”.

Ya que cualquier programa nacional de béisbol necesita arrancar desde las juveniles, Stanley se acercó a las Ligas Pequeñas, y contactó a la manufacturera de guantes Wilson. La compañía facilitó suficiente equipo como para arrancar una liga de cuatro equipos. A finales de 2003, la International School of Uganda en Kampala —con la ayuda de un maestro estadounidense que había construido un par de mallas de protección en las esquinas opuestas de un campo de futbol— obtuvo el primer torneo de cuatro equipos de Pequeñas Ligas del país, y se coronó como el primer campeón de Ligas Pequeñas de Uganda.

Después de todo eso, Stanley tuvo un intercambio que recuerda algo así como:

“¿Ahora a dónde vamos? Tenemos un campeón nacional.”

“Ah, los mandas a un torneo regional.”

“¿Y en dónde está ese torneo regional?”

“En Polonia, en Europa”.

“¿Por qué África está en Europa?”

El proceso para mandar a un equipo ugandés a Polonia es increíblemente complicado: los organizadores tienen que juntar las actas de nacimiento y las cartas de consentimiento de los padres, ya que muchos niños provienen de hogares inestables de pueblos y villas del todo el país. Después, todo el equipo —jugadores y entrenadores— tiene que acudir a la embajada polaca para aplicar para sus visas. La embajada polaca más cercana de Kampala está en Nairobi, Kenia, a 16 horas de viaje en autobús. Tan solo ir a Polonia por una oportunidad de calificar a Williamsport le cuesta cerca de $36,000 dólares a los equipos de béisbol y softball.

Por esta razón, Uganda no fue al torneo regional en Polonia hasta 2008. Stanley dice que fue más un paseo para explorar las instalaciones y replicarlas en Kampala. Para 2009, Stanley había ayudado a construir un complejo con dormitorios para albergar a ocho equipos con la intención de obtener un torneo regional.

Pero Stanley dice que las Ligas Pequeñas no estaban dispuestas a mandar a equipos europeos y de Medio Oriente a Uganda para el torneo. Lo que hicieron fue convencer a Stanley de albergar un torneo solo para equipos africanos. Ese mismo año, equipos de Tanzania, Kenia, y Sudán fueron a Uganda y disputaron un campeonato de Ligas Pequeñas, el cual Uganda ganó. Sin embargo, el campeón africano aún no era elegible para competir en Williamsport.

En 2010, Uganda regresó a Polonia para el campeonato Europa/Medio Oriente/África, un torneo dominado por el equipo de Arabia Saudita conformado por niños de trabajadores estadounidenses de la compañía de petróleo ARAMCO. Uganda derrotó al favorito equipo de ARAMCO y finalizó en empate a tres junto con Kuwait. Sin embargo, después de que Uganda fuera informada de que había avanzado al juego final, poco después se le volvió a comunicar que todo había sido un problema de comunicación y que había sido eliminada.

El años siguiente, Uganda regresó a Polonia y ganó el torneo indiscutiblemente, calificando por primer vez a Williamsport. Pero rumbo a la Serie Mundial de Ligas Pequeñas de 2011, el Departamento de Estado de EE.UU le negó las visas al equipo bajo el argumento de que había irregularidades con sus documentos. Hubo sospecha de falsificación de documentos. Stanley y Mukhobe dijeron que los padres habían dado fechas de nacimiento diferentes a las presentes en las actas de nacimientos cuando fueron entrevistados por la embajada de EE.UU.

“Es desafortunado, ya que estábamos esperando darle la bienvenida al primer equipo africano en las Serie Mundial de Ligas Pequeñas,” dijo en ese entonces Stephen D. Keener, presidente y jefe ejecutivo del béisbol y softball de las ligas pequeñas. “Sin embargo, hemos estado trabajando de forma cercana con nuestro Departamento de Estado, y apreciamos mucho su prontitud en este caso.”

Muchos en Uganda consideraron esto como un acto de clasismo. La documentación en Uganda no funciona de la misma forma que funciona en un lugar como Connecticut.

“La mayoría de los niños eran huérfanos y se les requería entregar actas de defunción de uno o ambos padres, lo cual no fue fácil,” dice Mukhobe. “Algunos solo tenían a sus abuelos y no sabían inglés.”

“Saben correr. Saben golpear. Saben lanzar. Saben defender. Cada uno de ellos,” dice Stanley. Foto cortesía Little League Baseball and Softball.

Stanley y Mukhobe difieren en cuanto a la culpa. Stanley dice que le dio dinero a Mukhobe —el manager del equipo en ese entonces— para juntar los documentos, mientras que Mukhobe dice que los padres y los coordinadores de las Ligas Pequeñas eran los responsables de recolectarlos. Como haya sido, el equipo ugandés no pudo viajar a Williamsport, y Stanley y Mukhobe ya no trabajan juntos.

El año siguiente, en 2012, un equipo diferente de Uganda del pueblo de Lugazi ganó el torneo de Polonia. Recibieron sus visas y se convirtió en el primer equipo africano en participar en la SMLP.

Aunque el equipo era el favorito de ESPN y los fans, los niños sufrieron en el torneo dada la escasez de partidos disponibles en casa. Sin embargo, los ugandeses se ganaron su reputación por tener una pulcra ética de trabajo. Todos los días se levantaban a las 6:30 a.m. para practicar en las jaulas de bateo. Después se unían a los demás equipos en el desayuno.

Cuando regresaron a Uganda, Stanley comenzó a trabajar para abrir una escuela secundaria con su nombre en Kampala. La escuela el dio la bienvenida a su primera generación de niños de 11 años en 2013.

Las escuelas les provee a los niños uniformes, zapatos, libros, y una tableta electrónica para sus clases de matemáticas, ciencias, e inglés. También hay equipos de futbol, pero los programas de béisbol y softball son los que han llevado a la escuela al escenario internacional. (El equipo de softball acaba de competir en la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en Portland, Oregon, donde obtuvieron el mejor récord a nivel mundial).

Por varias razones de logística el equipo de béisbol no participó en el torneo regional de Polinia en 2013 y 2014. Pero regresaron en 2015 y dominaron: victoria de 21-1 sobre Bélgica; 16-1 sobre Bielorrusia; 10-0 ante la República Checa en donde el lanzador ugandés solo permitió un hit en cinco entradas y ponchó a 15 bateadores; 4-0 sobre Italia donde el lanzador tuvo un no-hitter; 16-0 frente a España.

“Saben correr. Saben golpear. Saben lanzar. Saben defender. Cada uno de ellos,” dice Stanley.

Stanley espera un día traer a cazatalentos de la MLB. Comenta que sus contactos en la MLB le han dicho que los cazatalentos están dispuestos a viajar a Uganda su él puede reunir a 150 niños de 15 años que sepan jugar. No es tan irreal pensar que Stanley lo pueda lograr. Ya ha logrado demasiado.

Tal vez un nuevo semillero del béisbol —uno que rivalice con la República Dominicana— florezca en el lugar menos pensado.