La guerra civil en Siria, que es un desastre, una vez más se llevó los encabezados esta semana, en lo que –para mí— fue uno de aquellos momentos de “odio decirte que te lo dije” (por mis actualizaciones anteriores). Hace dos semanas, predije que Israel golpearía a Siria otra vez si pensaban que había una posibilidad de que las armas de Asad cayeran en manos de sus enemigos. Bueno, muy temprano la mañana del domingo, simplemente lo hicieron, bombardearon los depósitos de armas en Damasco en una ataque que, de acuerdo con los habitantes, “convirtió la noche en día”.
De todos modos, más sobre esto después. Mientras Israel ha estado lanzando su peso en forma de bombas de 227 kilos, la gente alrededor del mundo alborotó el primero de mayo mientras la policía bangladesa, sedienta de sangre, estuvo muy ocupada matando protestantes.
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VENEZUELA
¿Qué mejor antiestamínico para toda la porquería mundial que un grupo de políticos de mediana edad golpeándose el uno al otro en medio del parlamento? Como sea, mientras las peleas previas en el parlamento han comenzado por muchas cuestiones triviales, la pelea de en el congreso de Venezuela, la semana pasada, tenían un borde ligeramente más siniestro.
La violencia llegó cuando los miembros del partido gobernante votaron para prohibir a la oposición del uso del habla hasta que ellos formalmente reconocieran al líder, Nicolás Maduro (el sucesor de Hugo Chávez) como ganador de las elecciones pasadas. Maduro ganó por una diferencia del 1.5 por ciento, un margen que la oposición dice que es pequeño, demandando un recuento de los votos acusando al partido de Maduro de ser culpable del fraude en la elección.
Cuando los diputados de la Unidad Democrática y los legisladores de la oposición se negaron a reconocer a Maduro como presidente, los miembros de su partido los atacaron, tirando sillas y laptops y eventualmente forzándolos a salir de la cámara. Lo cual, para un grupo de diputados supuestamente socialistas, parece ser algo así como un movimiento fascista: “Haz lo que digo o comenzarán a llover los golpes sobre ti”.
SIRIA
Muy temprano, la mañana del domingo, los aviones de combate israelíes cruzaron el espacio aéreo de Siria y golpearon a varios objetivos en el norte de Damasco. Uno de esos objetivos era el centro de investigación química Jamraya, el cual, de acuerdo con la BBC, ha sido nombrado por la milicia siria como un lugar donde el régimen puede mejorar sus métodos de “resistencia y defensa propia”. Estos golpes llegaron dos días después de otro ataque a un convoy de armas en la frontera libanesa. Los israelíes afirman que llevaron a cabo el ataque porque los vehículos portaban armas con destino a Hezbolá.
El gobierno sirio afirmo que el último golpe israelí es un signo de que las fuerzas rebeldes están siendo apoyadas por la “entidad sionista”, aunque en realidad los ataques hacen poco para ayudar al Ejército Libre de Siria y otras facciones decididas a derrocar a Asad. Hasta aquí, no ha habido represalias por el régimen y la reacción internacional ha sido relativamente reservada, lo cual, posiblemente despeja el camino para futuros ataques hechos por Israel.
Siria también se las arregló para llegar a la prensa la semana pasada, cuando otra masacre bárbara tuvo lugar en los pueblos de Baniyas y Barda en la costa oeste de Siria. El área es un bastión alauita (la misma rama Shia a la que pertenece Asad) y las víctimas, todas pensadas como sunitas, fueron baleadas o apuñaladas hasta la muerte en el transcurso del pasado jueves y viernes. Para empezar, no hubo pruebas de quien llevó a cabo la masacre pero poco a poco aparecieron videos en línea que mostraban a los soldados del régimen torturando y matando a habitantes de los pueblos. El ejército sirio, acompañado por milicianos de Shabiha, se movió por los pueblos después de los enfrentamientos con el Ejército Libre de Siria, quienes subsecuentemente los forzaron a retirarse del área.
Aunque es posible que la masacre pudiera ser un ataque para vengar las muertes del régimen, otra teoría que se ha filtrado es que esto pudo ser el comienzo de una limpieza étnica en la región. La idea es que la eliminación de la población sunita ayudaría al gobierno sirio y a la huida de la familia gobernante de la región costera a establecer un estado independiente alauí.
En otras noticias siniestras de Siria, mientras escribo esto, el internet en el país ha sido completamente cortado. Esto ha sucedido antes, tras una serie de aumentos de rebeldes cerca de Damasco, pero hasta aquí no se ha dicho cuál es su causa. La revolución en gran parte sobrevive gracias al internet, con él, muchas pequeñas noticias de masacres como la de Baniyas y Barda no pueden conocerse, lo cual plantea obvios problemas.
Regresa de nuevo la próxima semana para ver si ya hay internet en Siria.
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