Un artista compara fotos de perfil de Tinder y LinkedIn

Si cogemos nuestras fotos de perfil de LinkedIn y Tinder y las ponemos una al lado de la otra, ¿qué diferencias podemos encontrar? Esta es la pregunta central que se plantea el nuevo proyecto del artista belga Dries Depoorter, titulado Tinder In. Utilizando su propio perfil de Tinder, reunió fotografías de mujeres aleatorias dentro de su radio, y utilizó sus nombres para luego buscar sus correspondientes fotos de perfil en LinkedIn. Depoorter planea exponer pronto la serie en una galería de París en forma de diez retratos: a la izquierda quedarían los planos profesionales y algo formales de LinkedIn, y a la derecha las fotos más íntimas y ligeras de ropa de Tinder.

A simple vista, el propósito del proyecto podría parecer causar la vergüenza pública de sus sujetos, con todas esas mujeres intentando mostrar lo mejor de ellas. Nos resulta algo incómodo observar las fotos una al lado de la otra, en primer lugar por las propias mujeres que aparecen en ellas (¿por qué se limita el proyecto solo a mujeres?), pero en segundo lugar también por nosotros mismos. Todos pecamos de hacer esta división de personalidades online, simplemente porque cada plataforma online explota lados completamente diferentes de nosotros y, obviamente, una red social orientada a los negocios y una aplicación para ligar nos reverlará un gran contraste. 

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Hablando con Depoorter en una conversación telefónica, vemos rápidamente que ni si quiera él sabe muy bien cómo va a seguir evolucionando el proyecto. “No, estas mujeres no saben que forman parte del proyecto. No les pedí permiso”, confiesa. “Sé que no está del todo bien, pero no me pude resistir. Para ser sincero, me estoy preocupando un poco, hasta ahora he publicado seis fotos y espero recibir en cualquier momento un e-mail de alguna de las chicas pidiéndome que las retire”.

No es de sorprender que Depoorter sea el responsable de un proyecto como este, puesto que el artista es conocido por crear obras que ponen a prueba los límites de la privacidad digital, tanto para él como para sus ‘sujetos’. Para su proyecto Trojan Offices recogió las imágenes de webcams públicas de oficinas aleatorias por todo el mundo y las mostró como una instalación de vídeo en diversos festivales de arte. Para Here, el artista renunció a sus propia privacidad en una página web de Google Maps que mostraba sus movimientos en todo momento, y para su próximo proyecto, Jaywalking, que se presentará en noviembre en el Festival Documental Internacional de Ámsterdam, pirateó webcams de tráfico en diferentes países para mostrar imágenes en vivo de intersecciones, de modo que cada vez que alguien cruza en rojo puedes elegir si denunciar al infractor enviándole la imagen a la policía o comprar una impresión de la captura de pantalla por el precio de la multa en ese país.

Así, Tinder In cuadra perfectamente dentro de su obra. “Todo mi trabajo de este último par de años trata principalmente sobre la privacidad, y sobre lo que esta significa para la gente joven”, explica. “Me siento un poco culpable por este proyecto, pero por otra parte estas fotos están disponibles de forma pública, solo resulta raro verlas publicadas unas a la lado de las otras”. Para Depoorter, el proyecto no trata tanto de las fotos o las personas en cuestión, sino más bien de cómo cada plataforma dicta la forma en la que nos presentamos a los demás a través de ella. “En LinkedIn nos encontramos con esas elegantes fotos de negocios, vistiendo camisa, a menudo sobre un fondo blanco y normalmente hechas en una sesión profesional; mientras que en Tinder vemos fotos de fiestas y de vacaciones que muestran mucha más carne. Las mujeres enseñan sus escotes, los hombres escogen fotos donde se les vea bien los músculos”.

Junto con todo esto, Depoorter quiere recalcar lo fácil que se ha hecho poder recoger una enorme cantidad de información de alguien online. “Tinder ha incluido hace poco una nueva función con la que puedes conectar tu perfil con tu cuenta de Instagram, incluso si la tienes en privado, la podrás ver a través del perfil de Tinder. Se trata de un extraño error que he descubierto, o puede que lo hayan hecho adrede para que puedas utilizar Tinder para husmear en la cuenta privada de Instagram de alguien. Esta función me lo puso muy fácil para descubrir los nombres completos de la gente. En Tinder solo vemos el nombre de pila de alguien, pero en Instagram prácticamente todo el mundo utiliza su nombre completo”. 

Algunas de las respuestas al proyecto de Depoorter

Desde que publicó la serie en su página website la semana pasada, Depoorter ha recibido un merecido reguero de críticas. Nos ha enviado unas capturas de pantalla con algunos de estos comentarios furiosos que, además de cuestionar la legalidad del proyecto, denuncian principalmente que el proyecto sea sexista, puesto que las tres primeras imágenes que publicó son de mujeres. “Eso no es lo que pretendía para nada con esta serie. La única razón por la que escogí mujeres es porque utilicé mi propio perfil de Tinder para reunir las imágenes y solo tengo a mujeres en él. Para la serie completa quiero incluir también a hombres, ya he publicado dos de ellos”.

Al preguntarle cómo son sus fotos de perfil, se ríe: “Son igual de cliché. No hago este proyecto porque me crea por encima de los demás, sino todo lo contrario. Por esa razón decidí incluirme a mí también en la serie, porque yo hago exactamente lo mismo”.

Las mujeres (y hombres) que prefieran no formar parte del proyecto artístico de Depoorter, deberían tener en cuenta lo siguiente: “Necesito a una persona más para completar esta serie de diez, voy a buscarla ahora mismo en Tinder”. 

Foto de perfil de Dries Depoorter en LinkedIn y Tinder.

Puedes seguir el trabajo de Dries Depoorter en su página web.

Traducción de Rosa Gregori.

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