No es fácil ser un pez.
Entre los cambios accidentales de sexo, gusanos, y millones de kilos de vida marina desechada debido a la pesca indiscriminada, se enfrentan a todo tipo de obstáculos, tanto naturales como artificiales.
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Y si eso no fuera suficiente, también tienen que lidiar con toneladas de basura flotando en los océanos y que terminan en sus vientres. Y estos son los mismos peces que, a su vez, terminan en nuestros estómagos.
A pesar de los beneficios tan pregonados del pescado para la salud, los consumidores podrían obtener algo más que proteína magra en sus raciones de marisco. Un nuevo estudio realizado en conjunto por un equipo de investigadores de UC Davis y de Hasanuddin University descubrió que aproximadamente una cuarta parte del pescado y otros mariscos vendidos en los mercados contiene deshechos “creados por los seres humanos”.
El estudio, publicado recientemente en la revista Scientific Reports de Nature y titulado “Anthropogenic debris in seafood: Plastic debris and fibers from textiles in fish and bivalves sold for human consumption”, afirma ser uno de los primeros en establecer un vínculo directo entre el plástico y la comida que termina en los platos de los consumidores.
En concreto, los investigadores descubrieron que aproximadamente una cuarta parte (25 a 28 por ciento) de los 152 peces adquiridos en mercados de pescado en California e Indonesia y de los que obtuvieron muestras contenían deshechos creados por los seres humanos (plástico y material fibroso) en sus “entrañas”.
“Es interesante que no haya una gran diferencia en la cantidad de residuos en los peces de cada lugar, solo en el tipo (plástico o fibra)”, dijo la autora principal, Chelsea Rochman, en el mismo comunicado de prensa. Debido al eficiente sistema de reciclaje del estado, muy poco plástico se encontró en el pescado de California, algo que los investigadores teorizan es causado por las 200 plantas de tratamiento de aguas residuales en la costa de California, donde se procesa el agua de las lavadoras de lavandería. Mientras tanto, ni una sola fibra se encontró en especies indonesias.
Debido a una grave falta de reciclaje, vertederos, y colecta de residuos en Indonesia, una enorme cantidad de plástico se tira en el océano. Pero también es un país con una sobreabundancia de especies acuáticas.
“Indonesia tiene una de las mayores riquezas de vida marina y biodiversidad en la Tierra, y sus regiones costeras (manglares, arrecifes de coral y playas) están inundadas de deshechos”, dijo la co-autora Susan Williams, de UC Davis, en un comunicado. “Tienes la mejor y la peor situación justo en frente de ti en Indonesia”.
Y una vez más, la basura parece ser la principal culpable. “Creemos que el tipo de deshechos en el pescado es impulsado por las diferencias en la gestión de residuos local”, dijo Rochman, y agregó que: “para mitigar el problema en cada lugar, ayuda pensar en fuentes locales y las diferencias en las estrategias de gestión de residuos”.
Dado que todos los deshechos parecen estar concentrados en las entrañas de los peces, hay pocas posibilidades de que los seres humanos ingieran fibra o plástico, a menos que se coman los peces enteros, como las sardinas y las anchoas. Aunque los autores también reconocen que no existe evidencia clara que sugiera que los productos químicos de los plásticos se transfieran a la carne de pescado, ven este estudio como “un primer paso en la comprensión del impacto potencial de los desechos marinos antropogénicos en la salud humana”.