El desperdicio de comida es un gran problema para prácticamente todo el planeta Tierra. Recientemente, los chefs han estado en la línea de ataque al buscar entre los desperdicios y cocinar alimentos que o han estado o que terminarán en la lata de basura. Pero ellos no son los únicos enfrentando este problema.
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La ciudad de Rotterdam en Holanda está tan sobrecargada y es tan decadente como cualquier otra ciudad moderna, ya que cada día se producen alrededor de 3.500 kilogramos de productos comestibles. De estos, los que no se pueden vender se tiran por los vendedores de mercados al aire libre. Y a causa del destino, esta enorme montaña de desperdicios se encuentra a pocos pasos de la Academia de Willem de Kooning, donde una pandilla de estudiantes de diseño encontraron su propia solución para los problemas de basura y del sobreconsumo en su ciudad.
“La comida no es basura, simplemente necesitas encontrar un propósito diferente para el material resistente. Usamos nuestros conocimientos de diseño para encontrar una solución. Una solución que estaba en la gastronomía”, el grupo de diseñadores dijo en su sitio web. Fue entonces que adoptaron la técnica culinaria de hervir la frutas en un puré que luego es deshidratado y convertido en un material que es una mezcla entre el cuero y las golosinas llamado “Cuerodefrutas”.
No es de sorprender que estos estudiantes de diseño hayan encontrado un uso mucho más elegante para el cuero de frutas comestible que la de las paletas hechas con fruta podrida. Los estudiantes holandeses han convertido con éxito este material en una cartera la que ven como un prototipo para productos futuros.
Según el gobierno holandés, 14 porciento de todos los alimentos comprados en Holanda se tiran a la basura. Eso llega a unos 2.5 billones de euros cada año –alrededor de 50 kilos de comida por persona. Los productos desperdiciados principales tienden a ser leche, pan, frutas y vegetales.
Esto lleva a una cantidad monumental de desperdicio no solo de comida sino de dinero y energía porque toda esta basura debe ser transportada y eventualmente procesada, lo que crea aún más emisiones de carbono.
Es por eso que el equipo en el Kooning dice que el Cuerodefruta es más que un diseño o una moda. En última instancia esperan crear un producto que no solo servirá un propósito práctico sino que también sensibilizará a los consumidores acerca de la cantidad masiva de alimentos que se tiran a la basura.
“Lo que queremos lograr con este proyecto es crear consciencia acerca del problema de los desperdicios de alimentos”, el grupo escribe, “y mostrar que hay una solución”.
Me puse en contacto con Hugo de Boon, uno de los miembros del equipo del proyecto para conocer más acerca del futuro de Cuerodefruta.
MUNCHIES: Hola Hugo. ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?Hugo de Boon: El objetivo del proyecto es presentar un nuevo tipo de material al mundo, que son los alimentos desperdiciados. Con nuestro material queremos crear consciencia del problema de los desperdicios de alimentos y mostrar que la comida nunca es un desperdicio. Con nuestro proyecto tenemos el objetivo crear conciencia de cuántos desperdicios existen y lo innecesario que eso es. Mostramos que la mayoría de las frutas podridas en la basura pueden ser usadas en una forma positiva.
Además ayudamos a los vendedores de los mercados y a la ciudad. Aquí los vendedores de mercado necesitan pagar 12 centavos por kilo para deshacerse de sus desperdicios, por lo que generalmente se tiran de forma ilegal. Al sacar los desperdicios de sus manos, les hacemos salvar tiempo y dinero, y previene que la ciudad se llene de basura.
¿Cómo fue que la comida y la cocina jugaron un rol importante en la creación de este proyecto?Esto fue algo que descubrimos luego de que se nos ocurriera nuestro proceso –que los chefs usan un método similar para hacer golosinas de frutas. Supongo que se nos ocurrió nuestra propia gastronomía para el proceso… La primer pieza oficial de Cuerodefruta fue creada luego de que empezáramos a extraer los pigmentos de la fruta para usarlos como tinta. Vimos mucho potencial en lo que quedaba del puré de fruta, el cual decidimos dejar secar una noche.
Pero la gastronomía no fue algo que influenciara este proyecto. Empezamos hacer unas sesiones de lluvia de ideas, donde los desperdicios eran siempre un tema recurrente. Cuando nos vimos confrontados con las grandes cantidades de desperdicios en la plaza Binnerotte (de Rotterdam), nos dimos cuenta que era allí donde queríamos enfocarnos. Miramos al problema que nos rodeaba e intentamos resolverlo desde el punto de vista de un diseñador.
¿Cuál es el próximo paso en el proyecto de Cuerodefruta?Planeamos seguir desarrollando nuestro material. El material está aún en su primera fase, con un concepto fuerte para respaldarlo. Sin embargo, queremos asegurarnos que Cuerodefruta tenga la calidad más alta posible antes que esté disponible para la venta. Una vez que se tome ese paso, podrá eventualmente ser aplicado a una gran gama de productos. En este momento estamos muy ocupados probando cuán durable, fuerte y resistente al agua es el producto.
Gracias por hablar conmigo, Hugo.