La vida de Lessi Marcano, arquitecto venezolano de 48 años, dio un vuelco inesperado después de que padeciera un accidente que, asegura, le confirió la capacidad de tener visiones. Entonces se convirtió en profesor de feng shui y convirtió a Twitter en una de las plataforma de su negocio. Se hacía llamar @hipolita y @lessimarcano.
Ginette Hernández, la sobrina de Marcano, trabajaba de community manager para la cuenta del vidente, que este bautizó como “La Negra”. En la cuenta se ve la imagen de una mujer negra de perfil, mientras los colores rojo, azul y amarillo de la bandera venezolana ondean tras ella.
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Marciano tuiteaba sus vaticinios, enviaba “buena onda” y contactaba con clientes. Su abogado contaba que el arquitecto nunca había estado muy interesado en política. Sin embargo, su cronología en Twitter sí desvelaba contacto con la oposición al régimen venezolano.
El 24 de septiembre de 2014 “La Negra” colgó algo que sonaba premonitorio: “La Asamblea Nacional estará de LUTO” fueron las palabras que Marcano arrojó al mundo.
Un minuto después escribió: Busquen velas blancas! Hay ceremonias de ESTADO!
Una semana después, el legislador chavista Robert Serra fue hallado en su casa de Caracas degollado y apuñalado 42 veces. Serra era practicante habitual de santería, la religión sincrética afrocubana de la provincia, que se hizo extremadamente popular en Venezuela durante el gobierno del antiguo presidente, el ya fallecido Hugo Chávez.
Según fuentes cercanas, la ayudante de Serra abrió la puerta y un grupo de 6 hombres, dos de los cuales vestían un traje santero completamente blanco, se le abalanzaron, la amordazaron y también la apuñalaron fatalmente.
El caso generó algunas teorías sobre “el lado oscuro” del asesinato político entre la coalición socialista de Nicolás Maduro. Sin embargo, para los investigadores del gobierno, la lectura fue que los tuits de Marcano era una amenaza de una violencia que luego se consumaba. Marcano fue detenido y sigue, desde entonces, en prisión.
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Una protesta contra la censura en Venezuela en Febrero de 2014. (Imagen por Alejandro Cegarra/AP)
Lessi Marcano es uno de los 8 usuarios de Twitter que han sido detenidos por el gobierno venezolano desde octubre de 2014. Los detractores de la medida han denunciado que las represalias contra los usuarios de la red social son otro síntoma de la erosión de las libertades civiles que ya acometió Chávez y que continúa bajo el gobierno de Maduro.
Dos semanas después de la muerte del legislador, Diosadado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional habló de la cuenta de Twitter en su programa de televisión semanal.
“Es muy buena prediciendo cosas, pero […] es tan buena prediciendo que no iba a estar presa”, proclamó Cabello el 16 de octubre, dos días después de que Marcano fuese detenido.
‘Aquí la libertad de expresión se acabó hace mucho tiempo’.
La muerte de Serra hizo mella en Maduro y sus aliados.
Los usuarios de Twitter que se burlaron de la muerte del miembro de la Asamblea Nacional y que publicaron fotografías no autorizadas desde el interior del funeral fueron detenidos y enviados al imponente cuartel general del servicio de inteligencia cubano, el SEBIN, en Caracas. Cinco de los ocho detenidos se quedaron en la sombra, incluidos Marcano y Hernández.
Es muy probable que Víctor Ugas, por ejemplo, nunca pensara que terminaría entre rejas por haber disparado y publicado algunas fotos del congresista Serra en la morgue. Las autoridades le detuvieron acusado de espionaje y de publicación ilegal de información.
Una de las que han sido liberadas es María Magaly Contreras, de 54 años, que se pasó varios meses encarcelada. Su abogado, Oswaldo Cali, aseguró que su cliente es una vidente que habló con un ángel y le dijo que Diosdado Cabello iba a morir y escribió eso en Twitter”.
Cabello mencionó el tuit en su programa televisivo y unos días después Contreras fue detenida. Puede que esté libre pero tiene que hablar con un funcionario de libertad condicional cada semana, hacer trabajos de servicio a la comunidad y acudir a terapia psiquiátrica, después de que intentara suicidarse mientras estaba en prisión.
“Ella no pretendía tumbar al gobierno ni que asesinaran a Diosadado Cabello”, señaló Cali.
A día de hoy, Contreras tiene prohibido utilizar sus redes sociales.
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Marcano, en la imagen de arriba, también tenía una cuenta de Twitter.
La responsable de la cuenta de Twitter de Marcano, Ginette Hernández, también fue arrestada después del asesinato de Robert Serra. Durante nueve meses, los seres queridos de la pareja y sus abogados han estado presionando al sistema judicial venezolano para que les liberen.
“No hay duda de que Lessi está preso por cuestiones políticas”, declaró José Gregorio Baptisa, su abogado, a VICE News.
Marcano padece laberentitis, tensión y ansiedad, comentó Baptista. Y, a consecuencia de ello, ha sido trasladado en varias ocasiones al Hospital Militar de Caracas para ser examinado.
Su juicio fue retrasado dos veces y el 29 de enero su sentencia quedó en suspenso y nunca se ejecutó. Rossana Marcano, la hermana del preso, declaró a VICE News que las razones para la detención de su hermano y su sobrina eran “totalmente absurdas”.
“Es de locos pensar que el hecho de hacer una predicción lo haya llevado a estar detenido y sentenciado. Creo que en ninguna parte del mundo ha pasado algo así”, declaró Rossana Marcano.
Tal y como recuerda ella misma, desde que su hermano fue bendecido con el don del vaticinio ha querido utilizar su talento para ayudar a su país. “Mi hermano ni siquiera sabía quién iba a estar involucrado en tan terrible evento. Solo sentía y presentía cosas”, explica su hermana.
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Inés González Arraga, una doctora en química de 42 años, nunca vaciló a la hora de mostrar su rostro al frente de la cuenta @inesitaterrible. Tras la muerte del congresista Serra, González publicó varios tuits ofensivos en su contra. Unos días después, el 4 de octubre, la policía política la llamó para declarar.
Su padre se la llevó hasta las instalaciones del SEBIN en Marcaibo, convencido de que su hija tan solo debería de responder algunas preguntas. Sin embargo, González no volvió a casa y, a día de hoy, sigue encarcelada en el cuartel general del SEBIN.
Un mes después de ser detenida, González recibió una autorización para ser liberada, lo cual significaba que tendría que ser puesta en libertado dos o tres días después.
Sin embargo, mientras se disponía a dejar la prisión, las autoridades la acusaron de “instigación pública”. En febrero, después de pasar cuatros meses en prisión y después de ser convocada a sendas audiencias preliminares, González fue sentenciada a 3 años de cárcel. Se declaró culpable, una práctica habitual entre los detenidos en Venezuela, que lo hacen como una manera de reducir su sentencia.
Al igual que Marcano, González también está enferma. Padece endometriosis, una enfermedad ginecológica que provoca gran dolor durante la menstruación y la micción. “Le dan calmantes, pero eso apenas ayuda”, cuenta su hermana Marisol González.
Hace dos semanas González tuvo que ser trasladada al hospital militar para someterse a un chequeo, pero presuntamente fue asaltada por seis oficiales del SEBIN cuando se encontraba de camino. Su hermana denunció la agresión en Twitter. Ahora González necesita ser intervenida quirúrgicamente de urgencia, proclamó la familia.
“La intención del gobierno es amedrentar y que la gente no use este medio (Twitter). Aquí la libertad de expresión se acabó hace mucho tiempo. El único medio que nos queda a nosotros son las redes sociales”, aseguró a VICE News Marisol González.
Sus padres están destrozados con la detención de su hija y viajaron desde su pueblo natal, en Zulia, para visitar a Inés. “Están indignados. No hayan qué hacer. Ya se ha hecho todo jurídicamente hablando”, confesó Marisol.
Carlos Correa, director ejecutivo de Espacio Público, una organización que aboga por la liberta de expresión, aseguró que ninguno de los detenidos por usar Twitter han hecho nada que merezca una pena de prisión.
“El patrón recurrente es tratar de tener casos emblema que muestren qué puede pasar para tratar de hacer una constricción social del temor”, apunta Correa.
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