Estoy en una silla en un pequeño ático. Cuando bajo la mirada, me doy cuenta de que traigo puesta una tank top rosa y una falda blanco con negro. También tengo chichis. Normalmente soy un hombre cisgénero, por lo que esto es algo muy nuevo para mí. Cuando volteo hacia arriba, veo a un hombre y a una mujer frente a mí. La mujer se arrodilla y el hombre le orina en la boca.
Esto también es nuevo para mí —y para el mundo—. Estoy viendo el primer video porno de Golden shower grabado en RV (realidad virtual). Los actores son Adon Vain y Bambi Venison. Y mientras cómo una versión de Adon orina en una versión de la boca de Bambi, los actores —reales— están sentados a mi lado, más o menos vestidos, tomando una copa de vino barato. La escena que estoy viendo se grabó hace un mes pero gracias a lo que veo en mi set de RV, parece muy real e inmediato.
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La escena es la siguiente: Adon, joven y bien dotado, tiene el pantalón desabrochado y orina felizmente en la boca de Bambi. Bambi, joven y voluptuosa, está arrodillada en una alberca inflable color negro para niños. De repente jadea y gime sumisamente. No sé si disfruta que le orinen pero no hace ningún esfuerzo por evitar el chorro y se lo pasa una que otra vez.
Como soy muy tradicional, el sexo con pipí no me prende pese a que los actores son personas muy atractivas. Pero no importa si me prende o no, la situación sigue siendo incómoda. Siento que tengo que decir algo a los actores sentados a mi lado pero no se qué: ¿un cumplido? ¿una pregunta respetuosa? “¿Qué se siente ser un urinal humano?”. ¿Qué se supone que debo hacer?
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Ansioso, vuelvo a mirar mi cuerpo de mujer en RV.
“No bajes tanto la mirada”, dijo una voz de hombre. “Te puedes marear”.
La voz de hombre pertenece a Matthew Lynch. También está en la habitación con nosotros y está en la computadora, transmitiendo el video a mis goggles. Él creó esta experiencia RV y muchas otras. Como fundador de la empresa MetaverseXXX, se encarga de proveer a la raza humana con porno RV independiente.
Lynch trabajaba en Alberta como asesor empresarial en la industria del gas y petróleo pero se inspiró en el potencial de la tecnología RV después de comprar un kit de desarrollo de software y crear su propia cámara estereoscópica.
Lynch ya era miembro de la comunidad fetichista en Calgary y se unió a la escena de Vancouver cuando se mudó a Canadá hace dos años y medio. Desde entonces, ha organizado varias “fiestas” en el Club 8×6, un recinto privado de sexo grupal. También ha grabado decenas de videos RV fetiches para MetaverseXXX con ayuda de su esposa y socia, Nicole, que se encarga de la posproducción.
Lynch calcula que hay entre 10 y 20 empresas que se dedican a hacer porno RV en la actualidad, en un estilo que él describe como “Ken y Barbie”. Y aunque el gigante del porno alternativo kink.com ha estado experimentando con la tecnología, todavía le falta mucho para construir una gran biblioteca de videos.
Por eso MetaverseXXX está cerca de acaparar el mercado. Toda la forma de operar de Lynch es prácticamente DIY. Por lo general, los videos se graban en las salas de los actores y en muchos casos, es la primera vez que se capturan ciertos actos sexuales en el medio floreciente.
Además de la orina, MetaverseXXX está explorando el territorio de las mujeres de talla grande y trabaja con actores trans. Hay algo para todos, siempre y cuando sus gustos están fuera de lo convencional. Por ejemplo, ¿alguna vez has querido ver en realidad virtual a una mujer cogiéndose a un hombre en el culo con un plátano?
Un video así te cuesta 3.49 dólares [65 pesos] en MetaverseXXX.com.
Si eres como yo y tus ojos ya están acostumbrados a todo lo horrible que ofrece el internet, las escenas como la que describí antes pueden sonar algo aburridas. (Después de todo, ¿qué es impactante en la era Goatse?) Pero todo cambia una vez que lo ves en realidad virtual. La tecnología no es perfecta, hasta Lynch admite que “todavía le falta mucho” pero a pesar de que algunas imágenes están borrosas y pixeleadas, ofrecen una experiencia intensa.
Lynch habla mucho de la “presencia” en la realidad virtual, de la sensación de “estar realmente ahí”. Cuando ves los videos, sin importar si lo haces desde el punto de vista de un hombre o de una mujer, de un participante o de un observador, siempre sientes que puedes estirar la mano y tocar a los actores.
“El espectador promedio en internet se queda en promedio cerca de un minuto en cada video”, dijo Lynch. “Pero en el porno RV es diferente. La gente se queda más porque se conecta con los actores y lo disfruta más”.
Esta sensación de presencia queda perfectamente ilustrada cuando los actores hacen contacto visual con el espectador. Una cosa es que un actor mire a la cámara y otra muy diferente es que un actor haga contacto visual contigo en RV porque ese contacto es igual de electrizante e inmediato que en la vida real. Y es todavía más sorprendente cuando que el actor está chupando tu vulva virtual.
Los actores ganan un porcentaje de las ganancias procedentes de la venta de cada video. El tráfico durante el primer año y medio de MetaverseXXX fue muy bajo pero se duplicó desde enero, cuando la realidad virtual entró verdaderamente al mercado. No es suficiente como para ganarse la vida pero, como dice Lynch, “todos reciben un pago justo”.
Adon y Bambi se ven satisfechos. Platicamos fuera de la realidad virtual, después de que vi su escena de pipí. Ya habían grabado un par de videos con Lynch y están trabajando en otros. Esta noche acaban de grabar un poco de analingus y una escena con una cadena de castigo para perros.
Nada de esto suena muy atractivo para mí. Y Lynch lo entiende.
“La mayoría de la gente lo odia”, explicó. “Pero hay un nicho pequeño que lo ama”.
Lógicamente, es difícil imaginar que alguien ajeno al público fetiche lo compre. Un espectador de porno promedio disfruta viendo un poco de bondage en un monitor 2D pero, como cualquiera que haya visto porno RV puede confirmar, la experiencia es mucho más inmediata que un video en la pantalla de una laptop.
Por ejemplo, Lynch me enseñó otro video en el que un hombre calvo muy grande se masturbaba a menos de metro de distancia mientras se lamía los labios y veía con morbo mi cuerpo virtual. No me habría molestado ver la escena en una laptop. Hasta podría haber comprado unos Doritos para disfrutarla más. Pero la experiencia en RV fue terriblemente incómoda. Estaba atrapado con un hombre imponente masturbándose frente a mí y lo único que podía hacer era ver la alfombra para evitar el contacto visual.
Según Lynch, esta incomodidad es una señal de cómo la RV va a revolucionar la pornografía. Según él, la RV engaña al cerebro animal. Cuando el cerebro ve algo que no le gusta se pone nervioso.
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“Antes, si no te gustaba algo en una escena, podías tolerarlo porque lo veías en una pantalla y te gustaba alguno de los actores o actrices”, explicó. “Podías enfocarte en ellos. Pero en la RV, tu animal está así de Grrrr. No me gusta esa persona. Es lo que pasa con la RV, detona este proceso subconsciente, como si de verdad estuvieras ahí”.
Aun así, la realidad virtual podría revolucionar la forma en que la gente se masturba cuando está sola. Lynch es optimista. Se imagina un futuro donde los espectadores son capaces de participar en entornos RV totalmente inmersivos con movimientos físicos que ayuden a controlar la experiencia. Un futuro en donde cada hogar tenga una habitación dedicada a la realidad virtual para que los usuarios puedan caminar —peleando con orcos, ganando campeonatos mundiales y metiendo su puño en el culo de otra persona—.
Todavía no sabemos si el futuro ideal de sexo virtual de Lynch va a ser una realidad. Pero al menos esta noche me divertí mucho viendo actos sexuales que probablemente nunca buscaría por cuenta propia a través de un dispositivo que prácticamente me los embarró en la cara. Hay algunas escenas en mi mente que van a tardar mucho en borrarse.
Pero al final, la escena RV más voyerista que me enseñó Lynch ni siquiera era porno. Gracias al enfoque positivo ante el sexo de MetaverseXXX, la empresa produce videos educativos, escenas no incluidas y entrevistas con los actores. Lynch dice que es una forma de separar la fantasía de la realidad.
En el video, bajo la mirada y veo a Adon y a Bambi recostados y abrazados en el piso después de grabar la escena. Se ve que están casados. Están cerca uno del otro y murmuran algo. Es difícil distinguir sus palabras pero a juzgar por el tono y el ritmo, suena como si estuvieran preguntando cómo se sienten. Son dos personas que se quieren y que quieren asegurarse de que están bien. Es un momento tierno. Y después de toda la pipí y la dominación, es incómodamente real.
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