Artículo publicado originalmente por VICE Indonesia.
En Indonesia, una de las despedidas más dramáticas de la televisión no fue entre dos humanos que se amaban. El conmovedor momento fue transmitido hace un año, cuando un cocodrilo llamado Kojek tuvo que separarse de la familia humana que lo había cuidado durante 21 años en Bogor, Java Occidental. La anciana, Maemunah, que cuidaba a Kojek día tras día, lloró desconsoladamente. Para ella, el gigante de 200 kilogramos era como un nieto.
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“Estoy triste, lo tuve antes de tener nietos. Es como mi nieto mayor”, le dijo Maemunah a NET News hace más de un año.
La familia de Maemunah se volvió el foco de todos los reflectores después de que un video de su nieta lavándole casualmente los dientes al cocodrilo saliera a la luz en las redes sociales. En el video, la niña está tranquila y concentrada, como si estuviera limpiando una motocicleta. El video se volvió viral, y el gobierno tuvo que involucrarse y pedirle a la familia de Maemunah que llevara a Kojek a un hábitat más adecuado.
Cuando recientemente un video similar se popularizó en Twitter, fue como un déjà vu. Pero esta vez, la estrella es una niña en edad escolar que está bañando y lavándole los dientes a un cocodrilo y a una pitón albina, mientras dos raras aves la observan.
En este momento, circulando en las redes sociales, hay algunos videos de la niña acicalando a estos animales salvajes. Uno la muestra cepillándole los dientes a la pitón albina. En otro, le cepilla los dientes al cocodrilo. El último video muestra a la niña poniéndole talco al cocodrilo, el cual parece disfrutar de sus mimos
Esta serie de videos absurdos ha causado muchas risas y desconcierto. ¿Cómo es que esta niña se siente tan cómoda interactuando con un cocodrilo y tratándolo como si fuera una muñeca?
Poseer mascotas exóticas y raras sin los permisos adecuados es algo común en Indonesia, incluso entre las personas con las intenciones más puras. Los expertos han criticado la forma en que Maemunah y su familia cuidaron a su mascota de 200 kilogramos. Hellen Kurniati, experta en cocodrilos del Instituto Científico de Indonesia (LIPI), le dijo a Kompas que los cuidados que le procuraron a Kojek en su casa están muy lejos de ser ejemplares. Una razón es que Kojek padecía obesidad.
“El cocodrilo fue tan mimado que ya no es posible devolverlo a la naturaleza”, dijo Hellen.
El amor de la familia de Maemunah por estas ‘raras’ mascotas no es algo tan extraño, para los estándares de Indonesia. En la oficina de VICE en Yakarta, han escrito sobre Ice Habibi, un hombre que deja que sus venenosas mascotas, unas cobras reales, lo muerdan porque es inmune a su veneno. También han platicado con Ming Cu, una mujer conocida como la ‘Reina de las Tarántulas’, quien tiene una colección de miles de arañas en su hogar en Bandung.
También hay un hombre llamado Abdullah Soleh de Java Oriental, quien ha tenido como mascota en su patio trasero a un tigre durante más de 10 años. El tigre es tan dócil que actúa más como un gato. No olvidemos al actor indonesio Lucky Hakim, quien es probablemente más famoso por tener alrededor de 300 animales salvajes y exóticos en su casa que por sus actuaciones.
Con suerte, la familia de la niña no será penalizada por tener a los reptiles como mascotas. Al final de cuentas, parece que la niña realmente se preocupa por ellos, que es más de lo que se puede decir de algunos zoológicos de Indonesia y los animales que albergan.
Este artículo apareció originalmente en VICE IN.