Artículo publicado originalmente por VICE Australia.
Cerca de 100 botes de madera casi en ruinas han llegado hasta la costa norte de Japón este año. A veces están vacíos, y otras veces llevan cadáveres o esqueletos, lo que los hizo acreedores al misterioso título de “barcos fantasma”. Y se cree que vienen de Corea del Norte.
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La afluencia de estos barcos en las aguas de Japón se ha convertido en un evento estacional, ya que los vientos del otoño y el invierno empujan a docenas de barcos hacia el archipiélago desde el oeste. En esta misma época, el año pasado, VICE News informó que 44 barcos fantasmas habían llegado a las costas de Japón a lo largo de 2017. En 2016, ese número fue de 66.
Este año, Yomiuri Shimbun informa que se ha identificado un número récord de 89 embarcaciones, ya sean restos de botes o botes vacíos, cerca de las costas japonesas, según la guardia costera de Tokio. Muchos fueron localizados cerca de la región de Hokkaido, al norte, y casi todos en el flanco occidental del país, frente a la península coreana. De esas 89 embarcaciones, en cinco de ellas fueron encontrados 12 cadáveres en total.
Los analistas han sugerido que algunas de las embarcaciones llevaban probablemente refugiados que se lanzaron al mar debido a las deterioradas condiciones sociales y políticas en Corea del Norte, informó VICE News anteriormente. Otra teoría popular es que los barcos fantasma estaban tripulados por pescadores que luchaban para cumplir con las cuotas de pesca. Los pescadores norcoreanos se encuentran bajo una intensa presión estatal por parte del régimen de Kim Jong Un para atraer más peces y aumentar las fuentes de proteínas en el país, según United Press International, y es probable que se vean obligados a correr más riesgos y aventurarse más lejos para asegurar su pesca.
En cualquier caso, el flujo anual de embarcaciones de Corea del Norte ha provocado que surjan preocupaciones con respecto a la seguridad en Japón, lo que ha llevado a las autoridades a intensificar sus patrullajes para vigilar la llegada de embarcaciones a la deriva y sus tripulaciones, ya sea que estén muertos o vivos. Aunque la mayoría de los botes no están tripulados o están llenos de muertos, unos pocos han sido interceptados llevando tripulaciones vivas a aguas japonesas. El año pasado, un puñado de pescadores fueron devueltos a su país junto con los cuerpos de sus compañeros de tripulación.