En Líbano los residentes están ‘inhalando’ su propia muerte

En Líbano sus ciudadanos acostumbran quemar la basura a cielo abierto y esto significa que prácticamente están inhalando su muerte, así lo reveló un informe de la organización de derechos humanos Human Rights Watch.

Y es que en los últimos años residentes de áreas cercanas a los quemaderos de basura han presentado enfermedades, sin que las autoridades del país hagan algo para solucionar el problema.

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Nadim Houry, directora interina de Beirut en Human Rights Watch, indicó que la gente lleva haciendo esto durante décadas: “Las personas que vivían cerca de la quema a cielo abierto informaron sobre problemas de salud relacionados con la inhalación frecuente y sostenida del humo que sale de los vertederos”.

Explican que la mala gestión del Líbano de sus desechos sólidos adquirió importancia en 2015, después de que se acumuló basura en las calles de su capital, pero Human Rights Watch descubrió que una crisis silenciosa ha afectado al resto del país durante décadas.

Líbano no tiene un plan de gestión de residuos sólidos para todo el país. En la década de 1990, el gobierno central organizó la recolección y eliminación de desechos en Beirut y Mount Lebanon, pero dejó a otros municipios valerse por sí mismos sin supervisión adecuada, apoyo financiero o experiencia técnica.

Como resultado la quema abierta aumentó en todo el país. De acuerdo con investigadores de la Universidad Americana de Beirut, el 77 por ciento de los residuos del Líbano se desecha abiertamente o en vertederos.


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Human Rights Watch entrevistó a más de 100 residentes que viven cerca de vertederos al aire libre, expertos en salud pública, funcionarios del gobierno, médicos, farmacéuticos y activistas.

Los investigadores también visitaron 15 lugares donde se reportó la quema y utilizaron un vehículo aéreo no tripulado, o dron, para tomar fotografías aéreas en tres grandes vertederos.

Human Rights Watch documentó tres casos de quema abierta junto a las escuelas y otro cerca de un hospital.

El Ministerio de Medio Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) proporcionó a Human Rights Watch un mapa de 617 vertederos no controlados de desechos sólidos en el Líbano.

La gran mayoría de los residentes entrevistados informaron efectos en la salud que atribuyeron a la quema e inhalación de humo incluidos problemas respiratorios, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, tos, irritación de la garganta y asma.

“Es como si hubiera niebla en toda la ciudad”, dijo Othman, un residente de Kfar Zabad que se identificó solo por su primer nombre. “Estamos tosiendo todo el tiempo, no podemos respirar, a veces nos despertamos y vemos cenizas en nuestro asador”.

Las personas que vivían cerca de los quemaderos de basura al aire libre, dijeron que no podían pasar tiempo afuera, tenían dificultades para dormir debido a la contaminación del aire o tuvieron que abandonar sus hogares cuando se quemaba basura. Algunos dijeron que se alejaron para evitar los posibles efectos en la salud.

Las familias dijeron que la incertidumbre sobre si la quema causaría efectos de salud más graves para ellos mismos de sus hijos, como el cáncer, estaba teniendo un alto costo psicológico.

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