La Inteligencia Artificial (IA) se logrado filtrar al mercado mundial del sexo, llevando consigo una revolución en el ámbito de la “sextech” —o tecnología sexual—, la cual está diseñada para brindar satisfacción sexual con un toque casi humano.
En un reporte acerca del creciente mercado de los robots sexuales, la Foundation for Responsible Robotics —encargada de promover el diseño e implementación responsables de la robótica— dijo que el rápido avance en las tecnologías ha derivado en la creación de “muñecas de amor androide” capaces de realizar 50 posiciones sexuales.
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Estas muñecas pueden ser personalizadas con tantas características como el cliente pueda pagar, desde la forma del pezón hasta el color del vello, con precios que van desde los 5.000 y hasta los 15.000 dólares.
Los robots, cada vez más parecidos a la vida humana, plantean complejos problemas que deberían ser tomados en cuenta por los legisladores y el público en general, de acuerdo con el reporte citado por la agencia de noticias Reuters. Entre esas consideraciones está la posibilidad de usar la tecnología en clínicas de terapia sexual, o con los delincuentes sexuales, e incluso para ayudar a las personas con alguna discapacidad.
Noel Sharkey, profesor de Inteligencia Artificial y robótica en la Universidad de Sheffield, aseguró que no es fácil predecir qué tan rápido ni qué tan lejos llegará el mercado del “sextech”, así como sus consecuencias en la sociedad.
“¿Serán estas muñecas algo pasajero? ¿O cambiarán las normas sociales y se generalizarán?”, cuestionó Sharkey a través de un comunicado de prensa. “¿Cómo podría una muñeca sexual igualar una relación íntima entre dos personas de verdad?”.
El informe examinó algunas de las cuestiones más controvertidas, lo que requirió la opinión de académicos, público y la industria del sexo en temas como el uso de robots sexuales para reducir crímenes sexuales, por ejemplo.
Sin embargo, los resultados fueron en su mayoría de desacuerdo; algunos dijeron que tener sexo con un robot podría reducir los deseos de un atacante sexual de dañar a otro humano, mientras que otros aseguraron que permitir que la gente lleve a cabo sus más oscuras fantasías con los robots tendría efectos negativos en la sociedad.
En el ámbito de relaciones “verdaderas”, el reporte aseguró que la Inteligencia Artificial actual, e incluso la de un futuro próximo, no es capaz de ser recíproca.
“Los mejores robots podrán, en el mejor de los casos, fingir… los robots no pueden sentir amor”.
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