Artículo publicado originalmente por VICE en inglés.
CIUDAD DE MÉXICO — Numerosos videos de vigilancia filtrados a VICE World News muestran a hombres armados con uniformes de las fuerzas especiales mexicanas liberaron a un jefe de un cártel de una prisión situada a pocos kilómetros de la frontera con Estados Unidos. Las imágenes impactantes muestran al menos a cuatro hombres armados con chalecos antibalas con el logotipo de la Unidad de Operaciones Especiales de la Armada de México (UNOPES) asaltando la cárcel con sorprendente facilidad.
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Si los hombres armados en el video son de hecho miembros activos de la UNOPES, podría ser la evidencia visual más incriminatoria de corrupción estatal desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió el cargo en diciembre de 2018. López Obrador ha otorgado facultades cada vez mayores a las fuerzas armadas de México en sus casi tres años como presidente. La Armada de México no respondió a las preguntas sobre si los hombres armados eran miembros activos o antiguos.
José Alfredo Hernández Campos, alias El Calamardo o Metro 27, fue liberado de la Procuraduría General de Justicia en Reynosa, Tamaulipas, al otro lado de la frontera con McAllen, Texas, el 13 de julio. Supuestamente era un miembro de alto rango de la facción Metros del Cártel del Golfo.
El video del incidente obtenido exclusivamente por VICE World News muestra a los hombres armados entrando al edificio sin encontrar resistencia de la policía local. El grupo entra y sale por distintas puertas que no estaban cerradas con llave y finalmente conducen a un oficial a la celda de Hernández Campos. El policía local abre la puerta, y después de permitir que el presunto narco se vaya, camina de vuelta por el pasillo.
A raíz de la fuga, miembros del Cártel del Golfo establecieron bloqueos en toda la ciudad para evitar que la policía recapturara a Hernández Campos, lo que provocó enfrentamientos con hombres armados en todo Reynosa. Uno de ellos fue arrestado vestido con camuflaje y un chaleco de la UNOPES, junto con una identificación de la Secretaría de la Defensa Nacional. Ha habido informes contradictorios sobre si es un miembro activo o antiguo de las fuerzas armadas mexicanas.
Breitbart Texas citó a fuentes policiales estadounidenses que trabajan en México y que afirmaron que el asalto fue realizado por una mezcla de miembros actuales y antiguos de las fuerzas armadas mexicanas. Las fuentes alegaron que Hernández Campos había afirmado durante su arresto inicial el día anterior que ya estaba pagando tarifas de protección a las fuerzas armadas de México.
Si bien varios medios de comunicación cubrieron la noticia de la fuga en su momento, las imágenes del video no habían estado disponibles públicamente hasta ahora.
Se alega que Hernández Campos fue uno de los principales tenientes de la facción Metros del Cártel del Golfo controlada por César Morfín, alias El Primito, y su hermano menor, Álvaro Noe Morfín, alias R8. Ambos hermanos fueron incluidos entre los 10 más buscados por el gobierno del estado de Tamaulipas en enero de 2021.
Una fuente vinculada con una facción del Cártel del Golfo alegó a VICE World News que los Metros, bajo el control de los hermanos Morfín, han forjado una alianza con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y han utilizado el dinero recaudado del tráfico de personas y drogas en Tamaulipas para ayudar a financiar la guerra actual en el estado suroccidental de Michoacán. Los hermanos Morfín son supuestamente hijastros de un miembro de alto rango del CJNG que está a cargo de librar la disputa en Michoacán. VICE World News no pudo verificar de forma independiente la teoría.
El estado fronterizo de Tamaulipas, al noreste de México, ha sido durante mucho tiempo el bastión del Cártel del Golfo e históricamente ha colaborado con las fuerzas de seguridad del estado. El grupo reclutó a desertores militares mexicanos para formar una unidad armada especial conocida como Los Zetas a finales de los años 90. Los Zetas se separarían más tarde del Cártel del Golfo y formarían su propio grupo, el cual libró una guerra contra sus antiguos jefes, provocando que Tamaulipas se clasificara constantemente como uno de los estados más violentos de México. El uso de armas de grado militar por parte de Los Zetas detonó una carrera armamentista entre los grupos criminales de México, y existe la opinión de que provocaron una escalada bélica en términos de la cantidad y naturaleza de la violencia empleada por el crimen organizado que persiste en la actualidad.
En años recientes, el Cártel del Golfo ha estado plagado de continuas luchas internas entre numerosos grupos como los Metros, los Rojos y los Escorpiones después de los arrestos y asesinatos de numerosos líderes importantes durante la última década. La ciudad de Reynosa ha sido el epicentro de gran parte del conflicto reciente.
En junio, hombres armados atacaron los alrededores de la ciudad en una ofensiva que dejó al menos 18 muertos. Los tiroteos se han convertido en un lugar común a medida que los grupos han librado batallas por el control de la rentable plaza para el narcotráfico, que es la última frontera entre México y Estados Unidos. Después de la reciente oleada de violencia, tres de los principales grupos disidentes del Cártel del Golfo supuestamente formaron una tregua a finales de julio después de desplegar mantas alrededor de la ciudad firmadas por las facciones antes mencionadas que decían “viva la paz”, junto con la imagen de una paloma.
Pero el hombre al centro de la fuga de la prisión en julio —Hernández Campos, alias El Calamardo— no sobreviviría a la supuesta paz. Su cuerpo fue descubierto a un costado de la carretera en la cercana ciudad de Díaz Ordaz a principios de este mes.
La fuente afirmó que Hernández Campos se había vuelto contra los hermanos Morfín después de su liberación y fue ejecutado por las mismas fuerzas de la UNOPES que lo ayudaron a escapar.