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Una niña de 15 años se debate entre la vida y la muerte en Nueva Delhi, después de haber sido violada, golpeada y quemada en la azotea de su residencia familiar, no muy lejos de la capital. La jovencita presenta quemaduras en el 95 por ciento de su cuerpo.
El salvaje crimen es un horrible recordatorio de hasta qué punto India se ha convertido en una de las capitales más impunes del feminicidio a nivel global. La violencia contra las mujeres se ha convertido en un problema endémico y persistente en la ex colonia británica, a pesar de que el gobierno haya puesto en vigor nuevas leyes que pretenden impedir las los asaltos sexuales y los feminicidios.
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El agente Yadram Singh, de la comisaría de policía de Bisrakh declaró ayer a Associated Press (AP) que la policía ha detenido a un joven de 20 años como presunto autor de la violación y de quemar a la joven de 15 años. Según cuenta Singh, el sospechoso, que presenta quemaduras en sus manos, ha sido acusado de violación, intento de asesinato y de asalto a una menor, entre otros cargos. Según AP, el informe de policía relata que los padres de la joven descubrieron con el cuerpo calcinado después de escuchar gritos provenientes de la azotea de su casa, momentos antes del amanecer de este pasado lunes.
El último resumen de Amnistía Internacional sobre la situación de los derechos humanos en India habría concluido que el panorama es desastroso y que el ejecutivo del país está fracasando estrepitosamente en su intento de proteger a las mujeres de la violencia. El informe denunciaba que solo en 2014 se habían producido 322.000 delitos contra la mujer — 37.000 de los cuales habrían sido violaciones —. Pese a todo, se cree que las cifras están muy por debajo de la realidad, debido a la “estigmatización y la discriminación de las que son objeto muchas mujeres que acuden a comisaría para denunciar casos de violencia sexual”, concluye Amnistía.
El informe también advierte que “la gran mayoría de estados del país siguen sin observar los procedimientos estándar que facilitarían que la policía lidie con casos de violencia contra la mujer”. Según el informe, al menos 123.000 de los casos de abuso o de violencia sexual, el perpetrador sería el marido o un familiar de la mujer asaltada.
Hace cuatro años una joven de 23 años fue fatalmente asaltada en un autobús de Nueva Delhi. Aquel caso desató el debate nacional sobre la violencia sexual, lo que llevó al gobierno indio a adoptar, deprisa y corriendo, un paquete de medidas destinadas a garantizar la seguridad de las féminas, y para acallar el furibundo debate popular que se levantó. Algunas de aquellas medidas contemplaban doblar las penas de prisión asociadas a las violaciones, o perseguir criminalmente a los acosadores o perseguidores.
Sin embargo, según opinan muchas organizaciones pro derechos humanos, la legislación fue insuficiente y no contribuyó a generar ningún cambio significativo. Las violaciones matrimoniales son uno de los males endémicos de la retrógrada sociedad hindú, una sociedad en la que los miembros del ejército tampoco contribuyen a disminuir el nivel de ignorancia, impunidad y salvajismo de los hombres del país. Así, los militares tienen luz verde para violar impunemente a quien les plazca. No serán perseguidos. Algunas iniciativas proponen mejorar la educación sexual de la juventud, además de instalar el cada vez más necesitado alumbrado público y baños, también, públicos.
El domingo por la noche la policía detuvo a otro joven de 20 años como sospechoso de la aberrante violación a una niña de 6 años. El lunes, una mujer se arrojó al vacío desde el balcón de una casa de dos pisos en Calcuta. Sucedió durante una fiesta y la mujer habría saltado para huir de tres hombres que la perseguían con intención manifiesta de violarla.
La semana pasada un sacerdote de Kerala fue sentenciado a una pena de 40 años de prisión por haber violado a una niña de 12 años. Igualmente, la semana pasada una adolescente que había sido víctima de una violación al este de India denunció haber sido asaltada sexualmente por un vigilante de seguridad del hospital al que había sido trasladada para ser tratada por las heridas que le había infligido su primer violador.
La policía india investiga la violación en grupo de una turista norteamericana. Leer más aquí.
Unos días más tarde, en el estado de Haryana, al norte del país, tres niños habrían secuestrado a una adolescente que se encontraba en su casa. Los muchachos se la llevaron a un descampado, donde la violaron repetidamente hasta que la joven logró escapar.
Ayer martes, el primer ministro indio Narendra Modi hizo un llamamiento a los legisladores para que se dirigieran al parlamento en el día Internacional de la Mujer y les recordaran que la igualdad de género debe de ser preservada a todos los niveles. Se da la circunstancia de que de los 543 miembros del senado indio, solo 62 son mujeres. Las mujeres que comparecieron ayer en el senado reiteraron su determinación a lograr reflotar un proyecto de ley que lleva tiempo detenido, que exige que al menos el 33 por ciento de los legisladores del hemiciclo hindú sean mujeres.
Según el informe de discriminación en India, las mujeres son uno de los grupos más discriminados del país. El informe concluyó que el 43 por ciento de las mujeres en edad de trabajar, están confinadas al trabajo doméstico — y aquellas que trabajan fuera de casa se exponen a menudo a ser explotadas y a sueldos irrisorios
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