Crecer en la década de los 90 en Los Ángeles implicaba tener alrededor, acechando de alguna forma, la música de Warren G. Esos beats y esas rimas no tuvieran que ser infundados en nosotros; han estado ahí desde nuestro nacimiento, porque el G-funk es uno de los bloques fundacionales de nuestro código genético. Una pequeña parte de Warren G duerme en todos nosotros, silenciosa y calmada —como es él—, lista para despertar al primer sonido que perciba de “I Keep Forgetting” de Michael MacDonald, el prototipo de su “Regulate”. Pero reducir al oriundo de Long Beach a su mayor éxito, es hacerle a él —y a mis genes— un perjuicio.
Aunque era irresistible, “Regulate” —el sencillo del álbum debut de Warren G de 1994, Regulate…G Funk Era— era la excepción a la regla. Suge Knight, molesto con haber dejado que el hermanastro de Dr. Dre se filtrara en las garras de Def Jam, se rehusó a dejar que los artistas de Death Row colaboraran con Warren G. La sentencia de Knight significaba que Snoop Dogg y Nate Dogg —los mejores amigos de Warren desde la infancia, y dos tercios de su grupo de rap de Long Beach, 213— estuvieron casi que completamente ausentes en su álbum. Fue un gesto cruel y mezquino de parte de un hombre que se especializaba en ellos; pero esto no frustró a Warren G. Con la ayuda de un reparto de raperos jóvenes y desconocidos de Long Beach (así como con la de la popularidad que él, Nate Dogg y Mista Grimm ganaron con “Indo Smoke” en la banda sonora de Poetic Justice), Regulate…llegó a ser disco triple platino.
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Con material nunca antes visto y con apariciones de iluminados del G-funk como Snoop Dogg, Tpp $hort, y Ice Cube (y Deion Sanders), el nuevo documental de Warren G, G-Funk —lanzado en YouTube Premium— intenta explicar el espíritu de la época del hip-hop de mediados de los 90, en donde él fue su centro. Al situar Regulate… como el sucesor lógico de The Chronic de Dr. Dre, y de Doggystyle de Snoop Dogg, el documental presenta una historia clara y accesible sobre la creación y la importancia cultural de cada álbum, y afirma con razón que Warren G merece reconocimiento crítico. Ese tríptico de álbumes, junto con Safe + Sound de DJ Quik, son esenciales para entender un área metropolitana en medio de tensiones raciales y una violencia polarizadora.
A finales de los 90 y comienzos del nuevo milenio, el sonido de “Funky Worm” y los samples de Parliament-Funkadelic pasaron de moda. Temas de colegas de Warren G perdieron relevancia, pero él siguió progresando como músico. Con canciones como “Annie Mae”, “I Want It All”, y la sutil y conmovedora “I Need A Light”, Warren G mantuvo las propiedades melódicas y aireadas del G-funk sin caer en el atavismo y la nostalgia. Sin embargo, como nunca apreció demasiado el estrellato de solista que raperos/productores como DJ Quik y Dr. Dre sí emprendieron, la robusta discografía sigue siendo críticamente subestimada.
Aunque ha pasado casi una década desde su último álbum, The G Files de 2009, Warren G se mantiene tranquilo y sin afanes. La mediana edad lo trata con cariño: es padre de cuatro, apasionado por las barbacoas y la carne ahumada, y se presentó a nuestra entrevista un poco drogado —de la forma inofensiva en la que los padres parecen drogarse. Y aunque está en gira de medios por su nuevo documental, y que está siendo asediado por dos publicistas, y que es un día apocalípticamente caluroso en Los Ángeles, él está vestido con pantalones verde oliva y hoodie camuflado, y ni una gota de sudor atraviesa su frente inmaculada. El apodo de infancia de Warren es completamente cierto: de verdad él es Sir Cool.
Noisey: ¿Cómo era la era del electro, antes de NWA para ti? ¿Era una escena grande en Long Beach?
Warren G: Herbie Hancock, él era como electrónico, y teníamos a Julio G and the Mixmaster en KDAY [una estación insignia de hip-hop en Los Angeles]. Y la era del poppin and lockin [se detiene para hacer unos pasos de baile rudimentarios]. Eso era inmenso en todas partes; esa escena fue enorme. Las fiestas eran increíbles, ahí era donde sudabas. Ahí era donde la gente realmente bailaba.
¿Cómo llegaste al rap? ¿Fue gracias a cosa de Sugarhill Records, o llegaste gracias al electro?
Ambas cosas. Había tipos como Afrika Bambaataa y “Planet Rock”; que era hip-hop pero era electrónico también. Como dijiste, Sugarhill Gang, Treacherous Three, Ultramagnetic MCs, Jimmy Spicer, Kool Moe Dee, Kool Herc, LA Dream Team, Ice-T…Dios… Fat Boys, Beastie Boys, Run-DMC, Captain Rapp, que estaba fuera de Long Beach…
––Ese fue el primer sencillo de rap de Los Angeles, ¿cierto?
¡Mi amigo tuvo que ver en eso! Money B, que nos ayudó a hacer nuestro primer demo de 213.
¿Aún te hacías llamar Sir Cool cuando grabaste ese demo?
Nah, me hacía llamar, uh… [hace una pausa antes de reirse a carcajadas] ¡era Snoop Dogg y Woodstock! Sir Cool fue mi apodo por mucho tiempo. Sigue siendo uno de mis apodos. Tenía un abrigo que decía “O.G. Sir Cool” cuando… Mierda, no tenía sino 10 u 11 años, pero me hacía llamar un “G”.
“Mierda, no tenía sino 10 u 11 años, pero me hacía llamar un ‘G’”.
He escuchado un par de canciones del demo. ¿Puedes describir el proceso?
Lo hicimos en la habitación de mi amigo Money B. Tenían un apartamento de una o dos habitaciones, y estábamos en su cuarto. Ella se molestaba mucho. Él se metía en muchos problemas pero igual íbamos allá a grabar. Lo que hacíamos era que teníamos una pequeña grabadora four-track o eight-track. Poníamos el beat ahí y le dábamos ‘grabar’.
En el documental pude ver que tú y Snoop solían verse en un parque en su camino a la escuela. ¿Recuerdas cuál fue tu primera impresión de él?
Mi hermana y yo solíamos jugar Asteroids antes de ir a la escuela y, tú sabes, caminábamos por el parque y [Snoop y yo] chocábamos. Jerry, el hermano de snoop, era mi mejor amigo en ese entonces. Luego Snoop y yo terminamos siendo los mejores amigos. Él era gracioso [risas]. Le decíamos “bagging” —le hacía eso a todo el mundo, sin importar quién fuera.
Una de las cosas notables del demo de 213 es que es básicamente un proto-G-funk, y no tiene el vaivén ni el sonido tipo “Funky Worm”. ¿Qué inspiraba tu forma de producir en esa época?
Simplemente quería hacer buena música que lo hiciera sentir bien a uno. Me inspiraba todo lo que pasaba: N.W.A., Eazy-E, J.J. Fad, Ice Cube, 415, DJ Quik. Todas esas personas nos inspiraban. Mierda, es que pensábamos, “mierda, si Quik puede hacerlo, nosotros podemos”. Él lanzó un mixtape y eso circuló hasta llegar a nosotros, así que hicimos 213.
Suge te pasó por encima, y en el documental eso se ve como un momento impactante y devastador. ¿Crees que a final fue lo mejor que pudo haber pasado?
Definitivamente. Fue como una bendición. Y que Dre me dijera, “Sé tú mismo y crea tu propio camino”, fue definitivamente una bendición. Tal vez él vio alguna cosa que yo no pude notar porque era muy joven. Lo que pasa es esto: no tengo nada contra Suge Knight. Quería estar con los amigos con los que había empezado, pero fui como, “está bien, haré lo que tenga que hacer”. Dolió. Pero tenía que hacer lo que tenía que hacer.
“No estoy molesto ni amargado; nunca lo estaré”.
De donde venimos, si estás con alguien, estás con él hasta el final, así que yo era así. Me sentía raro porque estaba dándolo todo, daba 95 y solo recibía 5. No estoy molesto ni amargado; nunca lo estaré. Y sigo amando a Dre, Snoop… ellos son mis hermanos. Si tengo que llamar a alguien, los llamo a ellos.
Tengo dos preguntas muy específicas sobre The Chronic. La primera: ¿Sabes quién es el niño en el video de “Nuthin But A G Thang“?
Ese es el hijo de mi amigo Dewayne. Ese es Lil’ ‘Wayne. Él se graduó de la universidad con un diploma de ingeniería en la Arizona State University. Él está haciendo cosas en Arizona.
Segunda: ¿A quién llamaste en el skit de “Deeez Nuuuts“?
Dios mío, es una amiga —maldición, me jodiste—, tengo el nombre en la punta de la lengua. Me va a matar. Era una buena amiga, la llamé, y lo que es más loco es que yo estaba detrás de ella. Esto era más o menos una conversación real. Le die a Dre que prendiera el micrófono y dijera ‘I’m fixin’ to call this girl’ (me estoy preparando para llamar a esta chica). Porque en ese momento quería salir con ella, así que la llamé por teléfono y le pregunté ‘¿Qué vas a hacer hoy?’ ‘¿Pintarte las uñas?’ ‘¿Así va a ser? Okay. ¿Y ese tipo te llamó?’ ‘¿Quién?’ ‘Qué locuuuuraa’ (En inglés ‘Deeez nuuuts’). [risas a carcajadas]
Y estábamos escuchando unos discos de Rudy Ray Moore mientras tanto, y Rudy Ray Moore dijo la línea perfecta: “si tuviera unas nueces en mi barbilla…”, ¿sabes a lo que me refiero? “Claro que no, tendrías una verga en tu boca”. Simplemente hicimos [el skit], estábamos siendo creativos. También hice el “1-900-2-Compton” en el álbum Efil4zaggin de N.W.A.
En el documental hay una sensación de destino frente a The Chronic —sabías que iba a ser algo grande— ¿pero tuviste la misma sensación en las sesiones de Doggystyle?
Sí, definitivamente. Simplemente al escuchar la música. Uno de los mejores productores estaba trabajando en eso, y todo lo que salía de ahí, el sonido era tan claro, tan limpio, tan definido y original. Esa era la mierda.
Por casualidad, cuando prendí mi carro para venir a la entrevista, lo primero que escuché fue tu verso en “Ain’t No Fun” en KDAY. ¿Qué me puedes decir de esa canción?
Bueno, yo llegué de la nada a esa sesión. Ellos ya estaban grabando el álbum cuando yo llegué, y cuando escuché yo fui como [hace un sonido de niño asombrado], “¿puedo estar en esto?”. Y me dijeron “ve y escribe un verso”. Y, mierda, fui a la sala de voz y escribí ese hijo de perra. Y lo empecé con “Whoo, hey, now ya’ know / inhale exhale with my flow / one for the money, two for the bitches, three to get ready, and four to hit the switches”. Ese era mi estilo, que había aprendido de escuchar hip-hop vieja escuela.
Después de eso empezaste tu propio proyecto, y me da curiosidad saber cómo encontraste a Mista Grimm, pues él es de West Covina.
Estábamos en una cosa de open mic. Lo conocí ahí. Simplemente conectamos, y yo estaba básicamente solo, en lo mío, buscando a artistas con los cuales pudiera grabar. Le dije, “hagamos un disco juntos”. Eso fue lo que llevó a “Indo Smoke”.
¿Mientras lo hacías creías que estabas haciendo un hit?
Sabía que sonaba bien. Esa era toda mi intención; sonaba bien, y se sentía bien. Con muchos de esos discos me daban escalofríos como, “mierda, me transmitió esa sensación, esa vibra. Esta es mi mierda”. Ahí es cuando sabes que es un buen disco.
Estaba escuchando el álbum de Drake cuando salió. Me gusta la canción “8 Out of 10”. En cada disco que escucho, normalmente le atino al sencillo. Realmente creo que ese puede ser su siguiente sencillo. Es un álbum bastante bueno. Puede ser esa o “Emotionless”. Garantizado. Cuando escuché el disco de Kendrick—[canta] “Bitch don’t kill my vibe”— [y dije] es esa. Porque uno tiene esa intuición. “Es esta”.
“Esa era toda mi intención; sonaba bien, y se sentía bien”.
También quería preguntarte por Jah Skillz y The Twinz.
The Twinz eran de Long Beach y sabían rapear. Los traje conmigo y les dije, “vamos”. Y a Jah Skillz, la conocí [cuando] ella iba a Long Beach State. Solía ir a Long Beach State todo el tiempo por las fiestas. Ella era como, “yo podría rapear”, así que le dije “adelante”. Yo estaba ahí, sentado en mi Mercedez Benz 600, con el techo corrido y ella ahí mismo empieza a rapear. “¿Sabes qué? Te quiero en mi álbum”. Hemos sido cercanos desde entonces. Y ella sigue siendo increíble. Garantizado que ella es genial, genial, genial. La voy a poner en alguna cosa nueva.
A medida que pasaron los 90, tu sonido fue evolucionando. ¿Estuviste evolucionando conscientemente el sonido del G-funk para que se fuera adaptando a los nuevos tiempos, o era algo a lo que iba a emprender sin importar qué pasara?
Iba a pasar sin importar qué pasara. Era música para sentirse bien. “Done el ritmo es la vida y la vida es ritmo”. Usé las líneas de bajo de algunos de los discos que teníamos. No recuerdo cómo se llama —es del Moog— lo llamaremos “pedorro” [imita un sonido grave de bajo] wahh wahh wahh wahh. Incorporamos algunos de esos sonidos en nuestra música junto a instrumentación en vivo.
¿Te sientes responsable de haber preservado el G-funk?
Sí, creo que podría decir eso. Bueno, Above the Law fueron los que me metieron en esto. Ellos fueron los primero que empezaron con el G-funk. Me acogieron de niño y fui parte del G-funk en ese entonces. Pero lo que yo hice cuando su situación empezó a empeorar con Ruthless [Records] y dejaron de existir, lo mantuve vivo, lo tomé y lo volví universal. Y Dre y Snoop—ellos también son G-funk.
Eventualmente pudiste hacer el álbum de 213––
––Sé lo que me vas a preguntar.
––¿Qué?
––¿Por qué no produje nada en él?
––No iba a preguntar eso, ¿pero por qué no produjiste nada ahí?
No tengo idea. Creo que Snoop quería trabajar con muchos otros productores así que dije, “todo bien”. Lo que hicimos es genial. No voy a mentir. Tenemos que relanzar eso porque nadie tuvo la oportunidad de realmente escucharlo.
“En este momento el álbum [de 213] destrozaría todo lo que suena ahora. Es real y todo el mundo puede relacionarse con eso”.
Crecí en Los Angeles y recuerdo cuando salió el álbum de 213, y de escucharlo, pero no sé si tuvo la repercusión que debió haber tenido.
En este momento el álbum [de 213] destrozaría todo lo que suena ahora. Es real y todo el mundo puede relacionarse con eso
¿Sientes que fue un alivio sacar ese álbum?
Sí, fue un gran alivio llegar a eso. Fueron de los momentos más divertidos de mi vida. Porque lo hicimos en Diamond Bar. Snoop tenía una casa de dos pisos, y el segundo piso fue convertido en estudio. Es de las grabaciones más divertidas que he tenido a lo largo de toda mi carrera en el hip-hop. Era genial porque contábamos con una cocina; entonces a veces cocinábamos, otras hacíamos un asado, otras hacíamos pollo…todo. Era comer y pasar un buen rato, muchos amigos, gente en el primer piso jugando cartas. Nosotros trabajando arriba. Fue agradable y divertido.
Sé que tú cocinas, ¿pero Snoop y Nat cocinaban también?
¡Claro! ¡Snoop fritaba una alitas de pollo increíbles! ¡Y chuletas de cerdo! Él hace las mejores chuletas de cerdo de la escena. Ese hijueputa fritaba una libra completa de tocineta junto con el pollo. Snoop estaba loco.
¿Qué puedes decirme de tu compañía de catering, Sniffin’ Griffin’s?
La música y la comida van de la mano; escuchar buena música y comer buena comida son las mejores mierdas del mundo. Como las barbacoas. Siempre había querido hacerlo. Incluso cuando estábamos en el barrio, viendo a mis padres hacerlo. Es algo que se quedó conmigo.
Muchos tipos usan termómetros para hacerlas; yo sé como cocinar mi comida sin ayuda de esa mierda. Lo hago con pura intuición. La temperatura dice mucho; mis costillas las hago entre 225 y 275 (Fahrenheit) si quiero hacerlo rápido; y calculo al momento en el que estén sólidas y mantengan la temperatura. Y seguir así.
Siempre lo he hecho, lo hacía en una fosa normal, pero con carbón. Me gustaba la madera, pero usaba pedazos de madera y lanzaba ahí el carbón. Ahora es solo madera en una parrilla de verdad. Tengo una parrilla con cámaras verticales.
He leído que sientes que In The Mid-Nite Hour está subestimado.
Nunca he dicho “subestimado”, pero creo que es uno de los álbumes más geniales que he producido. Simplemente no tenía la maquinaria que I Want It All y Regulate…G-Funk Era tenían. Estaba con una compañía independiente que nunca se aventuró en el hip-hop, así que no supieron como llegarle a la gente adecuada. Si sacara de nuevo eso en este momento, se comería a muchas de las cosas que suenan actualmente. Con suerte, cuando las nuevas generaciones sepan quién soy, se van a interesar en mis álbumes.
In The Mid-Nite Hour es un disco mas reflexivo, más conmovedor. ¿Por qué hiciste ese álbum en ese momento?
Solo quería hacer un buen disco. Quería mostrar lo mucho que había avanzado como productor. En muchas cosas [de ese disco] estuve muy involucrado. Toqué en ese álbum. En la canción “In The Mid-Nite Hour”, estaba solo en el estudio, un viernes por la noche, mientras todos estaban de fiesta. Y yo estaba ahí trabajando. Nate llamó y me dijo “¿Dónde estás?”, y yo dije, “en el estudio”. Éramos el ingeniero y yo. Él dijo, “voy para allá”. Vino solo. Yo estaba escuchando el beat [murmura la línea de bajo] y él llegó y salió con “In the midnight hour ay-ay-ay, in the midnight hour”.
” A los artistas de hoy los tienes que entrenar. [Nate] simplemente sabía qué hacer. Y era tan talentoso. Fuera cual fuera el concepto, él lo hacía más grande.”
¿Qué es lo que más extrañas de Nate?
Estar en el estudio. Cuando hago música, qué el simplemente supiera qué hacer. A los artistas de hoy los tienes que entrenar. Él simplemente sabía qué hacer. Y era tan talentoso. Fuera cual fuera el concepto, él lo hacía más grande. De lo que fuera que estuvieras hablando, él podría sacar el coro. Y que estuviera con nosotros, simplemente pasando el rato.
En el documental hay mucho material de archivo, y mucho de eso es de Nate Dogg. ¿Hay cosas ahí que tú no habías visto antes?
Nah, siempre estaba con un tipo que nos filmaba a donde fuera. Su nombre es James. Y simplemente le pagaba para que me siguiera y me grabara. Fui con él en viajes, lo llevaba a lo que sea que hiciéramos, así que hablé con él para conseguir el material. Todavía lo tenía; y el hijo de perra me cobró otra vez. ¿Cómo me vas a cobrar si ya te había pagado? Mierda. Me molestó mucho. Pude haber ido a donde un abogado porque tenía todas las facturas. Pude haber ido a una corte y decir, “quiero mi puto material”. Pero no hice eso. Todavía le tengo cariño.
¿Cómo te sentiste al ver de nuevo ese material?
Trajo muy buenos recuerdos de mi, Snoop, Nate, The Twinz, Da 5 Footaz, y todos alrededor. Con la edad que tengo ahora, ver todo eso se sintió bien, como, “mierda, era un tipo apuesto”. [risas] Entiendo por qué todas las chicas estaban enamoradas. Me pregunto, cuando empiece a gustarles a mis hijos mi música… simplemente me ven como su papá. No conocen la historia.
¿Tus hijos te conocen como rapero y productor? O solo como papá?
Mhmm. Creen que yo soy malo. No soy malo. Por como me crié, tengo que pasarles cierto tipo de moral. Ese es el problema con los chicos de hoy: no tienen valores. Ellos creen que por eso soy malo. Les digo: “miren, cuando tengan mi edad van a entender todo lo que he intentado decirles. Entenderán cuando tengan responsabilidades. Les gustará”.
“Nunca va a cambiar. Por eso sigo haciéndolo. Me encanta y se siente bien hacer música. Simplemente me encanta”.
¿Hay raperos nuevos que te gusten?
Savii3rd, Kendrick, YG, Ty Dolla $ign, J. Cole, Drake, 21 Savage. Escucho Lil Yachty. Me gusta la canción “Broccoli” de D.R.A.M. Me gusta el disco [“XO Tour Lif3”] de Lil Uzi Vert. Dice cosas muy locas, pero la melodía está muerta. [Empieza a vocalizar la melodía] Esa melodía suena como algo muy viejo.
Me dijeron que estabas trabajando en nueva música. ¿Te sigues sintiendo como cuando eras joven?
Sí, claro. Nunca va a cambiar. Por eso sigo haciéndolo. Me encanta y se siente bien hacer música. Simplemente me encanta.
Torii MacAdams es un periodista radicado en Los Angeles. Síguelo en Twitter.