Este artículo aparece en “El número del agotamiento y el escapismo ” de nuestra revista. Subscríbete aquí.
Seguramente no sea casualidad que hayan pasado más de diez años entre el descubrimiento de la LSD, en 1938, y el nacimiento de la música popular. Ambas constituyen revelaciones cruciales del siglo XX: son jóvenes, rebeldes y alteran la mente. Obviamente, gran parte de esta influencia se produjo durante la era psicodélica, a mediados de la década de los 60, aunque desde entonces la LSD ha seguido presente en la música popular occidental, arrastrando a su espiral hipnótica a géneros tan diversos como el jazz, el minimalismo, el indie y el hip-hop.
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Empecemos un viaje por los últimos 50 años de cuelgues y temazos, parando en fechas y figuras clave de esta relación entre las drogas psicodélicas y su banda sonora.
John Coltrane: Om
En octubre de 1965, el saxofonista y compositor de jazz John Coltrane se encierra en una casa alquilada en Lynwood, Washington, para grabar el álbum más extraño de su trayectoria. Su único tema, de media hora de duración, es una desconcertante fusión de jazz, espiritualismo hindú y El Libro tibetano de los muertos. Durante años, se rumorea que Coltrane creó el álbum bajo los efectos del ácido, aunque no existe confirmación.
The Fugs: “I Couldn’t Get High”
Si bien en 1965 el ácido ya está muy extendido en toda la contracultura estadounidense, su primera mención en las letras de una canción se la debemos al álbum de debut de la banda de folk underground The Fugs. “I Couldn’t Get High” es el primer tema de la música pop en el que se habla de la LSD de forma explícita, lo que contribuye a reforzar la reputación de agitadores de sus miembros. Notas de la banda encontradas años después en archivos del FBI se refieren a ellos como “la cosa más vulgar que la mente humana pudiera concebir”. También se dice que fueron ellos los que dieron a Jimi Hendrix su primer fuzzbox.
The 13th Floor Elevators
En 1965 nace la formación 13th Floor Elevators, compuesta por tres amigos, entre ellos el universitario Tommy Hall, cuya visión es la de crear un grupo de tíos puestos de LSD en el que él tocaría la “jarra eléctrica” (una jarra con un micrófono pegado a ella). Los miembros de la banda están sujetos al “horario de Tommy Hall”, según el cual deben tomar ácido antes de cada concierto. Incluso llegan a espaciar sus actuaciones en vivo para asegurarse de que están listos para la próxima dosis. La primera mención conocida del término “rock psicodélico” aparece en una tarjeta comercial entregada por la banda en 1966.
Las fiestas Acid Test de Ken Kesey
A mediados de los 60, antes de la prohibición de la LSD en Reino Unido y en varios estados de EUA, el escritor Ken Kesey celebra unas fiestas llamadas Acid Test, cuyo único objetivo es consumir LSD. Estos eventos se convierten en un punto de encuentro clave para el movimiento psicodélico. Los Grateful Dead se marcan improvisaciones libres bajo la influencia de esta droga, y es aquí donde conocen al ingeniero de sonido y estudioso de la LSD Owsley Stanley, que pasa a ser su proveedor de ácido en todos los bolos que celebran hasta el final de la década. Stanley también fue quien diseñó su característico logo de la calavera.
Terry Riley: In C
Entre 1960 y 1962, el compositor Terry Riley produce “Mescalin Mix”, un loop– tape inspirado en sus experiencias con la mezcalina. Pero su obra maestra es “In C”, considerada por algunos la primera composición minimalista y adoptada como complemento orquestal de la contracultura de los 60. En una entrevista con el compositor William Duckworth, Riley dice: “La forma en que escuchábamos bajo la influencia de las setas o la LSD es distinta a cómo escuchábamos sin estar bajo ese influjo”.
Jefferson Airplane: “White Rabbit”
Grace Slick, de Jefferson Airplane, compone “White Rabbit” en un piano al que le faltan teclas en pleno viaje de ácido, durante el que escucha Sketches of Spain, de Miles Davis, en bucle durante 24 horas seguidas. El tema, que bebe de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll para explorar diversos estados alterados de conciencia, acaba convirtiéndose en un clásico de la psicodelia. En 1969, Slick fracasa en su intento de introducir una dosis de 600 miligramos de ácido en el té del presidente Richard Nixon en un evento en la Casa Blanca.
Woodstock (15-18 de agosto de 1969)
El apogeo de la era psicodélica. Cuatrocientas mil personas reunidas en una explotación lechera al noroeste de Nueva York para disfrutar de tres días de conciertos. Posteriormente, varios de los artistas que actúan confirman que iban puestos de ácido en el escenario, entre ellos Carlos Santana y The Who; corre el rumor de que las bebidas en el backstage estaban adulteradas.
Rolf Ulrich Kaiser visita a Timothy Leary en Suiza
En 1972, el pionero del krautrock y fundador del sello Ohr, Rolf Ulrich Kaiser, visita al psicólogo estadounidense y entusiasta del ácido Timothy Leary, que recientemente ha escapado de la cárcel y ha huido a Suiza. Acompañado de su novia, Gille Lettmann, Kaiser queda tan maravillado con los efectos de la droga que hace acudir a los miembros de la banda Ash Ra Tempel (la primera formación de Manuel Göttsching) para grabar un álbum con Leary. Debido en parte a su obsesión por el ácido, los socios de Kaiser, Bruno Wendel y Günter Körber, pronto dejan la discográfica, dando así inicio al proceso que lo situaría en la historia del krautrock.
Shuggie Otis: “Aht Uh Mi Hed”
La década de los 60 toca a su fin y la psicodelia también deja su impronta en la música soul. Sly & the Family Stone crean un sonido que mezcla los difusos ritmos del acid rock con el funk de James Brown. The Temptations aportan su granito de arena con “Psychedelic Shack” en 1970; también George Clinton y su Parliament-Funkadelic, que prolongarán este sonido hasta la década de los 80. “Aht Uh Mi Hed”, de Shuggie Otis, es un clásico del género que, según explica el propio Otis, está basado en tres viajes con ácido que experimentó en aquella época.
Siouxsie and the Banshees: A Kiss in the Dreamhouse
Ya entrados en los 80, la psicodelia extiende su influencia en el post-punk. Siouxsie Sioux recuerda que las sesiones de grabación de A Kiss in the Dreamhouse coinciden con sus primeras experiencias con el ácido, lo cual queda especialmente patente en temas como “Cocoon”, que compone durante uno de sus viajes. La banda y este álbum en concreto desempeñan un papel fundamental en el nacimiento del shoegaze y la neopsicodelia, hasta el punto de que Slowdive sacan su nombre de uno de los temas del álbum.
Phuture: “Acid Tracks”
El trío de música electrónica Phuture, formado por Spanky, DJ Pierre y Herb J, no tienen un interés particular en las drogas cuando componen “Acid Tracks” en 1987, un sonido tan exótico y distinto que el DJ Ron Hardy lo pincha cuatro veces en una noche en el Chicago Music Box cuando lo descubre. El “acid house” de Phuture acaba siendo un himno del Segundo Verano del Amor, marcado por una explosión de fiestas y drogas por todo el Reino Unido. Aunque hoy se la recuerda como la época del apogeo del éxtasis, son muchos los ravers que toman LSD, disponible a precios mucho más bajos.
Bez se une a Happy Mondays (en algún momento de los 80, no lo recuerda con exactitud)
Shaun Ryder, de Happy Mondays, está a punto de grabar una actuación en televisión como teloneros de New Order en Haçienda, Mánchester, pero va tan pasado de ácido que no puede subir solo al escenario. Se dirige a su amigo Mark Berry, al que todos conocen como Bez, y le pide que se una a él. “Así que terminé en el escenario, hasta el culo de ácido, tocando una maraca”, recuerda Bez en una entrevista a The Guardian.
Animal Collective: Spirit They’re Gone, Spirit They’ve Vanished
Un grupo de amigos de Baltimore, Maryland, se reúne para celebrar noches de ácido y escuchar temas de Silver Apples. Así nace Animal Collective, una banda a caballo entre la electrónica y la música folk. Sus primeros experimentos, como su álbum de debut y Sung Tongs (2004), allanan el camino a una nueva ola de psicodelia lo-fi que acabará dando forma a la música alternativa de la década de 2000.
Chance the Rapper: Acid Rap
Corroborando el origen aparente del título, Chance the Rapper reconoce abiertamente que tomó “mucho ácido” durante la creación de su segunda mixtape. Acid Rap es el ejemplo más obvio de una serie de trabajos de artistas de hip-hop que recurrieron a la LSD durante la pasada década, como Flatbush Zombies o A$AP Rocky, quien dice haber compartido cuelgues con MC Skepta cuando ambos grabaron “Praise the Lord” en 2017.
Frank Ocean: “Nikes”
“Acid on me like the rain”, canta Ocean en el tema principal de su álbum más esperado. Según los rumores, el artista estaba en pleno viaje de ácido durante la grabación del vídeo de este tema, con el director Tyrone Lebon.
Se realizan experimentos para explorar las cualidades terapéuticas de la música ambient y la LSD
Después de tres décadas de ensayos sobre los efectos de las drogas psicodélicas en la música, esta relación se explora desde otra perspectiva. Los neurocientíficos del Imperial College London realizan ensayos en humanos para analizar cómo influye la música a nivel neurológico en un viaje con LSD. El científico a cargo del experimento, Mendel Kaelen, incluso trabaja con Brian Eno para usar una terapia basada en música generada por una inteligencia artificial en conjunción con dosis de LSD.
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