Quién hay detrás de los pisos colmena

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Este artículo se ha actualizado el jueves 16 de mayo a 10:40 AM.

La primera vez que me interesé por los pisos colmena me cogió el teléfono Marc Olivé, gerente de Haibu 4.0, la empresa que ofrece estos habitáculos de menos de 2 metros cuadrados por 200 euros al mes. Le dije que quería hacer un reportaje sobre el tema y sin problema me abrió las puertas de una de sus colmenas.

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Lo primero que me sorprendió de este hombre es la aparente transparencia y la total seguridad que transmite. Delante de las cámaras es capaz de reconocer que su proyecto es ilegal, de decir que lo que vende “es pura mierda”, literalmente, y que tiene una sociedad pantalla para encubrir el proyecto de las colmenas. Lo único que jamás ha revelado durante estos meses de investigación ha sido quién hay detrás de los pisos colmena.

Después de estar en uno de los pisos, sentía la necesidad de tirar del hilo para saber qué es lo que había allí enterrado, así que empecé a buscar. Una de las imágenes que más me impactó, y que se puede apreciar en una de las fotos del reportaje, fue el acceso al piso a través de la trastienda de un local, detrás de una madera que tapaba un agujero que daba a unas escaleras metálicas. En la puerta del supuesto negocio había un cartel de lo que aparentemente era una empresa de energías renovables llamada Olirán Magevais.


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A través de éste nombre descubrí una antigua web con varios teléfonos, la mayoría sin servicio. Uno de ellos en cambio, aún me dirigió a una persona. Esta persona decía ofrecer ayuda a personas con problemas de drogodependencia, lo cual hacía aún más extraña si cabe la situación. En los restos de esta antigua web también hay proyectos con la colaboración de universidades como La Salle-Universidad Ramón Llull o la Universidad Politécnica de Cataluña. La Salle-URL no contestaron a mis preguntas, pero desde la segunda universidad niegan totalmente cualquier tipo de colaboración en estos proyectos.

También contacté con el Ayuntamiento de Figueras porque en 2010 supuestamente se anunció la instalación por parte de esta empresa de un supuesto aerogenerador. Según me han explicado, nunca fue instalado. Otro de los temas que más me ha llevado de cabeza durante los últimos meses ha sido un número de cuenta bancaria que aparece en varias de sus presentaciones (también disponibles en su antigua página web) y que está vinculado a Holanda. Toda esta información ha desaparecido progresivamente de internet, aunque por suerte algunas herramientas permiten recuperarla.

Habiendo recabado esta información volví a entrevistar en profundidad a Olivé. En esta ocasión reconoció que detrás de Haibu había varias empresas hoteleras y otras personas físicas y jurídicas vinculadas que tienen por finalidad especular en los fondos inmobiliarios. Dice que por contrato no puede decir cuáles son, pero alardea de tener abogados muy potentes detrás suyo, por lo que no le preocupa para nada la multa de miles de euros que de momento le han impuesto.

“Marc dice en su web que uno de sus hobbies es invadir piscinas o bien que se describe como ‘un poco psicópata’”

Si me hubieran puesto una multa de tal cantidad (entre 90 000 y 900 000 euros) os aseguro que no sería capaz ni de pronunciar una palabra. En cambio este hombre parecía hasta orgulloso de haber transgredido las normas e intentado burlar la ley, lo que me hizo centrar más en él como personaje y con la ayuda de varios compañeros encontramos ésta perla.

Se trata de una web llamada marcinventor.org tiene frases dignas de enmarcar como “La parte negativa de un inventor es que tenemos un cuadro amoroso complicado, puesto que siempre estamos invirtiendo nuestro patrimonio en innovaciones, este defecto se carga todas las relaciones o proyectos de familia que se intentan”.

Allí también podemos leer que uno de sus hobbies es invadir piscinas o bien que se describe como “un poco psicópata”. A través de otras páginas web hemos podido saber que el único proyecto del que Marc Olivé ha vendido la patente es el de una fregona que tiene un dispositivo incorporado para rellenar el cubo a través del palo. Como sucede con la web de Olirán Magevais, la web marcinventor.org ha desaparecido de internet, aunque hace tan solo unos días. Durante todo el proceso de la investigación permaneció en línea.

Marc Olivé no está solo en todo este tinglado: En la fase inicial del proyecto aparece un tal Eddie Wattenwill, al que Olivé llama “Edu”, pero que luego desaparece de repente. Su existencia como promotor de la compañía Haibu podría explicar por qué las cuentas bancarias de la empresa estuvieran domiciliadas en Holanda, donde Marc dice que residía antes del proyecto de pisos colmena por el que dice que está de excedencia.

Según explica el mismo Olivé cuando le pregunto por Eddie, este ahora mismo se encontraría expandiendo el negocio de los pisos colmena por las Islas Baleares. La otra persona que estaría al mando del proyecto sería Victoria Cerdán, una persona muy interesada en expandir el negocio en América y más partidaria de construir un tipo de vivienda estilo coworking desde la legalidad. Su despacho es un cubículo hecho con muebles de Ikea más lujoso que los que hay en las colmenas, situado en un coworking de la torre Nuñez y Navarro de Barcelona.

Haibu entró con mal pie en la ciudad de Barcelona: en 2018 fue investigada por posible fraude cuando comenzó el proceso de inscripción a las colmenas, en los que pedían 25 euros para participar. Finalmente se retractaron y pusieron en marcha otra forma de inscripción. Poco después, el Ayuntamiento de Barcelona, al detectar que habían puesto en marcha la iniciativa, la declaró ilegal porque según considera la regidora de urbanismo de la ciudad de Barcelona, Janet Sanz, están mercadeando con el derecho a una vivienda digna.

“El Sindicat de Llogueteres está convencido de que el revuelo mediático sobre los pisos colmena respondería a las necesidades de los fondos buitre y grandes propietarios de expandir su negocio ahora que ya están a punto de agotar la vía de comprar pisos a bajo precio a los bancos”

Todavía no he podido determinar de dónde viene el dinero invertido en el proyecto de Haibu y por lo tanto no he podido determinar quiénes son los que pretenden sacar tajada de todo esto. Sí que hemos podido comprobar que el local que tienen en la Calle Constitución de Barcelona es fruto de una herencia familiar de una de las personas próximas a Haibu y encontré que dicha propiedad se intentó vender por 99 000 euros, según un anuncio en internet ya eliminado.

Según hemos podido saber por el registro de la propiedad, el piso colmena del Hospitalet de Llobregat pertenece a una empresa constructora, a la que Marc asegura, pagan un alquiler regularmente. Hasta hace poco la mayoría de los habitantes de la colmena de Hospitalet, estaban viviendo gratis en los cubículos a cambio de salir en los medios para promoción de los habitáculos o bien porque estaban construyendo ellos mismos los habitáculos.

Una de las hipótesis que explicaría el por qué de la existencia de estos pisos sería la de que han creado una noticia muy polémica para obligar al consistorio a pronunciarse para intentar modificar la normativa existente sobre las viviendas. Otra de las hipótesis sería que detrás de los pisos colmena habría directamente intereses inmobiliarios.

De hecho, después de compartir la información de la investigación con el Sindicat de Llogateres nos dicen están convencidas que todo este revuelo mediático sobre los pisos colmena respondería a las necesidades de los fondos buitre y grandes propietarios de expandir su negocio ahora que ya están a punto de agotar la vía de comprar pisos a bajo precio a los bancos.

“Nos repugna la idea de que los grandes gestores de patrimonio puedan utilizar otros inmuebles como los locales comerciales o garajes para enriquecerse gracias a la burbuja del alquiler y a costa de la necesidad de las personas de tener una vivienda”, afirman desde el sindicato. También aseguran que hay que combatir estos modelos de infraviviendas para evitar que se acaben instalando en nuestros barrios. A falta de nombres esa podría ser una buena conclusión sobre a lo que nos ha llevado la investigación.

Y hasta aquí el artículo que dejé escrito ayer por la tarde, pero entonces pasó algo tan maravilloso como surrealista. Un compañero me envió un comentario que un lector anónimo había dejado debajo de la publicación en Twitter del reportaje de vídeo sobre los pisos colmena, un comentario que abría las puertas a rascar un poco más. La persona en cuestión sugería que en vez de buscar a Eddie buscáramos a Eduardo, que además según consta en el Boletín Oficial del Registro Mercantil consta como administrador de Haibu 4.0. En concreto el nombre que figura como administrador único de la sociedad Haibu 4.0 es Eduardo Jausi Sala.

Más de un mes detrás del tema y ésta persona fue capaz de darme la pista que me faltaba para acabar de tirar del hilo. A veces estás tan cerca de conseguir algo que no ves lo que tienes delante de las narices, y ésto es lo que me estaba pasando a mí. Solo hacía falta teclear el nombre completo de Eduardo en Google para ver que el nombre de éste señor aparecía en facturas y empresas relacionadas con la trama Gürtel. De momento no podemos probar que Eddie y Edu sean la misma persona, pero a pesar de ello, lo que está claro es que Eduardo es quien está detrás de Haibu, que Marc Olivé llama “Edu” a Eddie y que Eddie, si es una persona diferente a Eduardo, está también metido en el ajo.

Todo parece reafirmar la hipótesis de que detrás de los pisos colmena haya intereses económicos con objetivos más oscuros aún que el hecho ya de por si siniestro de lucrarse con la miseria ajena.

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