El secreto del peinado de Donald Trump

Mucho antes de ser presidente, ya surgieron especulaciones sobre el pelo de Donald Trump. ¿Es real? Aparentemente, sí. Según una mujer a quien Trump invitó a que le tocara el pelo en un mitin de 2015, probablemente para acallar los rumores de su supuesto pelo postizo, “es fino pero de verdad”.

Barbara Walters también tuvo oportunidad de tocarlo, igual que hizo Jimmy Fallon y una asistente a otro mitin. Y parece ser que el pelo es de verdad, así que sí, vale, en eso estamos de acuerdo. No obstante, al presidente nunca se le ha interrogado en profundidad sobre lo que ese pelo real esconde, es decir, sobre si se lo peina estratégicamente para tapar alguna clapa o si no tiene nada que ocultar.

Es comprensible que Trump tenga alguna clapa a sus 71 años de edad. No sería nada del otro mundo. Lo que sí es preocupante es que un líder mundial se esfuerce tanto en ocultar algo que estas dos evidencias prueban:

— Fire and fury, de Michael Wolff, un pasaje que muestra la descripción que hace Ivanka Trump sobre el peinado de su padre: “según las descripciones que daba ella a sus amigos acerca del truco que había detrás de ese peinado sospechoso, el presidente tiene una zona de la cabeza totalmente calva a causa de la operación de reducción del cuero cabelludo. Dicha calva está rodeada por un círculo con pelo a los lados y delante. Entonces, lo que hace es peinarse todo el pelo hacia el centro de la cabeza para que quede todo unificado, luego se lo echa hacia atrás y se lo fija con laca”.

— Este vídeo de hace una semana en el que se ve cómo una ráfaga de viento volaba el pelo de Trump hacia arriba y todo lo que se le veía era el cuero cabelludo:

Después de que se revelara la supuesta técnica de peinado de Trump en Fire and fury, Dan Evans, uno de nuestros ilustradores de Vice, dibujó una guía ilustrada con cuatro pasos para intentar mostrar cómo sería el proceso. Si creéis que os puede ser útil, no dudéis en guardarla para tenerla como referencia personal.

idrawforfood.co.uk

Este artículo apareció originalmente en VICE UK.