Durante décadas, Haití ha soportado golpes de Estado, gobiernos autoritarios, conflictos políticos complejos e intervenciones internacionales que han dejado atrás instituciones débiles incapaces de satisfacer las necesidades básicas de su pueblo. La fragilidad del país ha obligado a miles de haitianos a emigrar en busca de mejores condiciones de vida. Desde hace poco, el desplazamiento masivo ha sido causado por el terremoto de 2010 que destruyó Puerto Príncipe y la epidemia de cólera que fue traída por tropas de paz de la ONU y es responsable de 10.000 muertes.
Publicidad
Muchos haitianos han emigrado a Brasil, Chile, Venezuela, Ecuador y Estados Unidos. Ninguno de estos países los ha aceptado bajo la definición legal internacional para un refugiado. Sin embargo, Estados Unidos les ha otorgado un estatus de protección temporal, y Brasil sigue concediéndoles una visa humanitaria, lo que les permite permanecer en el país, pero con una protección limitada en comparación con la de un refugiado.Al principio, en Brasil muchos encontraron trabajo como obreros, construyeron la infraestructura para el Campeonato Mundial de Fútbol 2014 y luego la de los Juegos Olímpicos de 2016. Mientras tanto, los jóvenes asistían a universidades locales, y el sector servicios empleaba a muchas mujeres. Para la primavera de 2016, la primera ola de haitianos procedentes de Brasil comenzó a llegar a la frontera suroeste entre Estados Unidos y México. Más tarde ese año, después de que los Juegos Olímpicos terminaron y de que el Senado abrió un proceso de destitución contra la presidenta Dilma Rousseff, más haitianos se fueron, buscando la entrada a Estados Unidos. La mayoría terminó en ciudades fronterizas como Tijuana, Mexicali y Nogales, abrumando a los refugios locales. El gobierno mexicano abrió sus puertas a todos y se coordinó con las autoridades migratorias de Estados Unidos para mantener un número limitado de cruces. Sin embargo, la carga de mantenimiento, alimentos y costos de vivienda durante el período de espera en estas ciudades mexicanas cayeron a las oficinas municipales y estatales locales, así como a ONGs, iglesias y otras personas que ofrecían donaciones privadas.
Publicidad
Según César Aníbal Palencia Chávez, de la Oficina de Asuntos Migratorios Municipales de Tijuana, cerca de 4.000 haitianos fueron distribuidos en 27 refugios en la ciudad, y un poco menos en Mexicali. Esperaban una fecha para cruzar a Estados Unidos en diciembre de 2016. Al final del mes, a los que llegaron se les dijo que tendrían que esperar hasta cinco meses.Las fotografías de abajo muestran la vida cotidiana de los haitianos atrapados en Tijuana. Algunos buscan trabajo para ganar unos cuantos pesos extra; otros se preocupan constantemente por la ropa que usarán, para verse bien por si les conceden la entrada a Estados Unidos. No todos los refugios son capaces de mantener los estándares que quieren. Los refugios temporales ahora incluyen una iglesia donde 300 inmigrantes duermen en el piso y también hay uno que tuvo que comprar 70 tiendas de campaña adicionales para 200 migrantes, cuando al principio sólo esperaban tener 45 personas.
Y la situación en general está empeorando . Los problemas de inmigración de Trump con México han creado más incertidumbre, haciendo aún más grave una situación ya urgente.Todas las fotografías son de Hans Museilik. Puedes seguir su trabajo aquí.
Y la situación en general está empeorando . Los problemas de inmigración de Trump con México han creado más incertidumbre, haciendo aún más grave una situación ya urgente.Todas las fotografías son de Hans Museilik. Puedes seguir su trabajo aquí.