Todas las fotografías cortesía de Netflix
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En una entrevista concedida en el Tribeca Film Festival, el director afirmó que la música hace las veces del guión en la serie, y a la vista del dinero invertido en el pago de licencias —la producción ha tenido un coste total de 120 millones de dólares—, está claro que una de sus prioridades era la banda sonora, una selección de temas consagrados y otros nuevos en el que tienen cabida grandes del pop como Donna Summer y Janelle Monáe.La música hace las veces del guión en la serie
Aficionado a la grandeza visual (como demuestran Romeo + Julieta o Moulin Rouge), Luhrmann ha apuntado alto con The Get Down, un ambicioso proyecto con el que pretende capturar el espíritu de la época que vio nacer al hip-hop. Con semejante tarea, es inevitable que al principio la serie parezca demasiado difusa.El primer episodio, de dos horas de duración, acaba empachando por exceso de exposición. Hacia la tercera entrega, sin embargo, y después de despedir a dos showrunners, Luhrmann toma las riendas y logra salvar la trama.Pese a ello, sigue habiendo determinados elementos estéticos cuestionables —como un exceso de diálogos rimados que recuerdan al Chi-Raq de Spike Lee— que distraen la atención de la soberbia actuación de Shameik Moore, Justice Smith y Jaden Smith.Moore, que pasó a la fama por su papel protagonista en Dope, domina la pantalla encarnando a Shaolin Fantastic, un artista del grafiti y obseso del kung-fu que viste siempre con prendas vintage de Puma. Discípulo de Grand Master Flash, Moore se pasa el día pateando las calles para ganarse unos dólares y atendiendo las peticiones de su despiadada jefa Fat Annie, que no le quita ojo de encima. Shaolin irá arrastrando a ese submundo cada vez más amenazante al resto de chicos, que, hartos de vivir rodeados de violencia en su barrio, no tienen nada que perder y lo siguen sin dudarlo.
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Justice Smith interpreta a Zeke, el líder, un joven nuyorriqueño con un talento poético innato. Naturalmente, acaba adaptando su genio lírico a los ritmos que salen del giradiscos de Shaolin. Jaden Smith es un artista de grafiti adolescente y soñador que firma sus obras bajo el apodo Rumi, un guiño al poeta y místico del siglo XIII. El resto de la banda lo forman Ra Ra (Skylan Brooks) y Boo Boo (Tremaine Brown, Jr.), ambos jóvenes, emprendedores y negros. Uno de los aspectos de la serie más fieles a la realidad es la ausencia de blancos. Muchos consideran que el hip-hop se originó en los edificios de Sedgwick Avenue, en el Bronx, donde dominaba una mayoría de negros y latinos. La población blanca del barrio había entrado en declive desde la construcción del Cross Bronx Expressway (ideado por el urbanista Robert Moses) en la década de los cincuenta, dando lugar a lo que los historiadores llaman el "éxodo blanco".Shaolin empieza a llevar a los chicos a las fiestas de hip-hop privadas que se celebran en el barrio. Allí aprenden valiosas lecciones de camaradería, confianza mutua y adaptación. Una serie de desafortunados accidentes lleva al grupo a descubrir el cadáver de pandillero en el maletero de un coche que Fat Annie había entregado a Shaolin para que se deshiciera de él. Aquel episodio fortaleció el vínculo entre los cinco muchachos, que se hacían llamar "Los cuatro fantásticos más uno".La serie se inspira claramente en The Warriors, un clásico de culto de 1979 y, posiblemente, la primera representación cinematográfica de la cultura de bandas de barrio del Nueva York de esa época
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