En La Habana, hace sol casi todo el año. El mar destella en el horizonte y la ciudad está llena de rincones poco concurridos que harían las delicias de cualquier aficionado al skate. Sin embargo, pese a esta idílica estampa, la capital de Cuba está lejos de ser el paraíso del skate, ya que allí este deporte es ilegal. La razón no está muy clara, sobre todo si se tiene en cuenta que en La Habana no se prohíbe la práctica de ningún otro deporte urbano. Pese a todo, existe una escena skate en la ciudad.
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Los patinadores de la ciudad cubana se enfrentan a todo tipo de problemas: no tienen tiendas de skate y están sometidos a las constantes redadas de la policía y a multas cuyo importe equivale al salario mensual medio. Pero gracias a la ayuda de ONG locales y de donativos de todas partes del mundo, estos jóvenes pueden seguir patinando por las calles de La Habana. El fotógrafo francés Axel Auréjac pasó un tiempo con ellos para mostrar cómo es la vida de los skaters en una ciudad en la que su hobby se considera un delito.
VICE: Hola, Axel. ¿Cómo se te ocurrió la idea para este proyecto?
Axel Auréjac: En La Habana hay dos ONG que ayudan a estos jóvenes skaters: Amigo Skate Cuba y Cuba Skate. Desde allí, distribuyen monopatines, tablas y demás material a los chicos de la ciudad. Supe de la existencia de Amigo Skate Cuba mientras investigaba por internet, me interesó el tema y decidí viajar a La Habana.¿Cómo lograste introducirte en la escena skate de la ciudad?
A través de Yugo, un patinador y artista de tatuajes que conocí en la calle. Pero ya me quedó claro desde el principio que no se fiarían de mí. No me querían allí ni les gustaba que los fotografiara. Al cabo de unos días, empecé a ganarme su confianza. Para romper el hielo, solía contarles que había viajado miles de kilómetros para poder conocerlos. Poco a poco, comenzaron a entender mis motivos.
Axel Auréjac: En La Habana hay dos ONG que ayudan a estos jóvenes skaters: Amigo Skate Cuba y Cuba Skate. Desde allí, distribuyen monopatines, tablas y demás material a los chicos de la ciudad. Supe de la existencia de Amigo Skate Cuba mientras investigaba por internet, me interesó el tema y decidí viajar a La Habana.¿Cómo lograste introducirte en la escena skate de la ciudad?
A través de Yugo, un patinador y artista de tatuajes que conocí en la calle. Pero ya me quedó claro desde el principio que no se fiarían de mí. No me querían allí ni les gustaba que los fotografiara. Al cabo de unos días, empecé a ganarme su confianza. Para romper el hielo, solía contarles que había viajado miles de kilómetros para poder conocerlos. Poco a poco, comenzaron a entender mis motivos.
"A muchas de las personas a las que conocí les gustaría irse de La Habana, pero no es nada fácil, con un sueldo medio de 20 euros al mes y unas leyes de migración muy restrictivas que exigen que tengas una carta de invitación desde el extranjero"
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Me di cuenta en seguida de que la escena skate de La Habana está muy polarizada. Hay tensiones entre las dos ONG y mucha rivalidad en los distintos puntos de la ciudad en los que se suelen reunir los chicos para patinar. Como yo iba con la gente de Amigo Skate Cuba, los chavales de Cuba Skate no querían que les hiciera fotos.
¿Cómo ha sobrevivido este deporte a pesar de la prohibición?
En Cuba hay dos formas de conseguir una tabla: o conoces a alguien en Miami [donde se establecieron la mayoría de los cubanos que se trasladaron a los Estados Unidos a partir de 1959] que te pueda traer una cuando viaje a la isla o confías en que una de las organizaciones de La Habana reciba un donativo del extranjero. Por cierto, aprovecho para decir a los skaters de todo el mundo que pueden enviar los monopatines, las tablas y la ropa que no usen a Amigo Skate Cuba o Cuba Skate.A muchas de las personas a las que conocí les gustaría irse de La Habana, pero no es nada fácil, con un sueldo medio de 20 euros al mes y unas leyes de migración muy restrictivas que exigen que tengas una carta de invitación desde el extranjero. Mientras estos jóvenes esperan una oportunidad para conocer mundo, expresan su espíritu rebelde de muchas maneras: con drogas, fiestas, grafiti o liándola en las calles.
En Cuba hay dos formas de conseguir una tabla: o conoces a alguien en Miami [donde se establecieron la mayoría de los cubanos que se trasladaron a los Estados Unidos a partir de 1959] que te pueda traer una cuando viaje a la isla o confías en que una de las organizaciones de La Habana reciba un donativo del extranjero. Por cierto, aprovecho para decir a los skaters de todo el mundo que pueden enviar los monopatines, las tablas y la ropa que no usen a Amigo Skate Cuba o Cuba Skate.A muchas de las personas a las que conocí les gustaría irse de La Habana, pero no es nada fácil, con un sueldo medio de 20 euros al mes y unas leyes de migración muy restrictivas que exigen que tengas una carta de invitación desde el extranjero. Mientras estos jóvenes esperan una oportunidad para conocer mundo, expresan su espíritu rebelde de muchas maneras: con drogas, fiestas, grafiti o liándola en las calles.
¿Qué significa este deporte para estos chicos de La Habana?
Para ellos, el skate es una forma de evadirse de los problemas. Los jóvenes cubanos saben que se están perdiendo muchas cosas y sienten que van atrasados con respecto a otros países. Hasta hace unos pocos años, por ejemplo, no había wifi en la isla. Estos chicos quieren ser independientes y abrirse al mundo, pero se topan con el estricto control de las políticas del Gobierno.
Para ellos, el skate es una forma de evadirse de los problemas. Los jóvenes cubanos saben que se están perdiendo muchas cosas y sienten que van atrasados con respecto a otros países. Hasta hace unos pocos años, por ejemplo, no había wifi en la isla. Estos chicos quieren ser independientes y abrirse al mundo, pero se topan con el estricto control de las políticas del Gobierno.
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Como se pasan todo el día en las calles, surge entre ellos de forma natural un sentimiento de comunidad. Estos chavales lo aprenden todo unos de otros, desarrollan ideas y actitudes similares, como la de cuestionar la autoridad de la policía."Estos chavales lo aprenden todo unos de otros, desarrollan ideas y actitudes similares, como la de cuestionar la autoridad de la policía"
¿Cómo es una sesión de skate típica?Hace tanto calor que por lo general se reúnen a media tarde, a las 17:00 o así. El punto de encuentro principal es La Rambla, una gran avenida en el casco antiguo. Los skaters han ido creciendo en número y acaparando cada ves más espacio, pero siempre están en guardia por si llega la policía. Es como el juego del gato y el ratón. Los más valientes terminan en comisaría, a otros los multan y a los más obedientes les dejan irse a casa.Las sesiones suelen ser bastante largas e intensas, aunque a menudo se ven limitados por las condiciones del asfalto. Se junta gente de distintas edades para beber y pasarlo bien, aunque los hay que solo van para reírse de los demás. Hay un grupo pequeño de personas que se toma el skate muy en serio y hace pocos descansos. Quieren mejorar para ver cumplido su sueño de ser profesionales y poder irse de Cuba. La Rambla es su sitio preferido, pero a veces también van a Barrio Chino, La Ceiba y Miramar, otros barrios de la ciudad.
¿Qué relación hay entre la policía y los skaters?
Todo depende de la policía. Hay agentes que no se meten. Normalmente, en Cuba la policía va en grupos pequeños, pero la gente les tiene mucho miedo. Una multa normal en Cuba puede rondar el salario medio mensual de un ciudadano. ¿Cómo sobrevives sin ese dinero?
Todo depende de la policía. Hay agentes que no se meten. Normalmente, en Cuba la policía va en grupos pequeños, pero la gente les tiene mucho miedo. Una multa normal en Cuba puede rondar el salario medio mensual de un ciudadano. ¿Cómo sobrevives sin ese dinero?
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La mayoría de los skaters vienen de familias pobres y juegan con la policía. Se muestran de acuerdo con las instrucciones de los agentes, se dispersan en pequeños grupos por la calle y al poco vuelven a reunirse y siguen patinando. Lo más injusto de todo es que no está prohibido practicar otros deportes urbanos como el béisbol, el fútbol, el patinaje en línea y el BMX. Parece que el skate es lo único que molesta.Baja para ver más fotos."Lo más injusto de todo es que no está prohibido practicar otros deportes urbanos como el béisbol, el fútbol, el patinaje en línea y el BMX"
Puedes ver el trabajo de Axel Auréjac en su página web.Sigue a VICE Francia en Twitter, Instagram, Facebook et Flipboard.Este artículo fue publicado originalmente por VICE Francia.