Las Chicas y las Flatulencias

Hasta que se casan, los hombres viven en un estado de negación. Se creen que las chicas no nos tiramos pedos. De hecho, tampoco cagamos, ni producimos flujos corporales a parte de los deseados. Nos dejan mear un poquito, eso sí. Pero nada de pies o sobacos malolientes. Y nada de pedos.

Pues voy a tirar una bomba ahora. Literalmente. Mi sistema digestivo produce la misma cantidad de gases, o más, que el de un hombre. Y huelen fatal. Acércate, deja que te cuente algo, todas las chicas lo hacemos, incluso las muy guapas…Monica Bellucci lo hace, Kate Moss y Elsa Pataki también lo hacen. Sí.

Los pedos normales no son como los pedos vaginales (esos de después de follar, cuando el aire que se ha metido dentro sale con mucho ruido, escupiendo líquidos). Se pueden esconder. Y las chicas hemos desarrollado unos trucos para disimular y ocultar los pedos.

Un pedo tiene dos partes: el ruido y el olor. El objetivo es ocultar las dos. La táctica más efectiva, entonces, es suprimir el pedo. Por un momento, todo tu cuerpo se pone tenso, tu expresión en la cara un poco rara, el momento crucial – y pa' dentro otra vez.

Pero no es tan fácil como parece, ¿eh? Para empezar, tienes que tener en cuenta la etapa del proceso digestivo. Si sabes que te queda media hora hasta que tengas que cagar, no intentes suprimirlo: el tiro saldrá por la culata. El pedo se divertirá en tus intestinos un ratito, sólo para volver con más fuerza y ganas. Estaba en mi clase de Tai-Chi hace unas semanas, y en el momento justo en que levanté la pierna para darle una patada a mi profe, se me escapó uno muy gordo que había intentado suprimir. Todo esfuerzo de disimulación era en vano.

El otro tema es la salud: hay quien dice que suprimir los pedos causa cáncer del colón a largo plazo. Por eso muchas chicas prefieren dejar salir sus flatulencias, siempre que esta acción vaya acompañada de medidas para limitar el daño. Si hay tiempo, salimos con el pretexto de ir al baño - ahora sabéis por qué vamos tan a menudo, pero por qué en parejas siempre será un misterio. Si no hay tiempo, o simplemente no es el momento indicado porque estás en un coche o chupándole la polla a alguien, lo primero que hay que hacer es anular el sonido. Tosemos, reímos o rascamos el suelo con nuestros pies. En casos extremos intentamos desviar la atención gritando o tirando algo. Ah, y una cosa: carraspear después de tirarse el pedo, en plan "no ha sido mi culo, ha sido mi garganta", como lo suelen hacer muchos hombres, no funciona – no sé qué coño os pasa con los oídos, ¡no suena nada parecido!

Respecto al olor, las profesionales se toman pastillas que se pueden comprar en Internet, que hacen que tus flatulencias huelan a un campo de lavanda. O eso dicen, ya que nunca lo he probado.

Una táctica popular es ser la primera que lo nota y decir, "Huele fatal aquí, ¿qué demonios es?"; pero otras chicas la conocen y sospecharán que has sido tú. Mejor cambiar de sitio rápidamente para que sospechen de otra persona. Perfume o cigarros siempre funcionan. Y si algún día comes col y judías, no olvides llevar un paquete de cerillas encima. Pero cuidado, una americana hace poco provocó el aterrizaje de emergencia de un vuelo de American Airlines en Nashville, porque el resto de los pasajeros olieron cerillas (en vez de sus gases, ojo). A la encargada de prensa de AA le daba vergüenza mencionar el tema ante los medios.

"Puedo pedirles a los de redacción que le devuelvan la llamada, pero no puedo garantizar que lo hagan porque me dijeron que ya no querían comentar este asunto, básicamente porque… bueno, no era un riesgo para la seguridad, sólo era… una persona estúpida."

"¿Por qué estaba encendiendo cerillas?"

"Ya sabes, gases… por el olor."
"¿Está segura que no intentaba encender sus pedos? Eso funciona, ¿lo ha probado alguna vez?"

"Me voy a apuntar su pregunta, pero no puedo garantizar que la redacción le devuelva la llamada."

KATI KRAUSE