Pogo, el payaso. Por John Wayne Garcy. Es la Mona Lisa de la murderabilia. Cortesía de William Harder/ Murder Auction
También conoce la vida de una asesina en serie: Dorothea Puente, una anciana que cobraba los cheques de la seguridad social de sus inquilinos, envenenaba a los que se quejaban y los enterraba en el jardín. Fue condenada a cadena perpetua en 1993 y murió de vieja. Harder la recuerda como una "dulce anciana con un gran sentido del humor". Hoy en día, la casa de Dorothea Puente en Sacramento, California, es un sitio de atracción turística.Tras hablarme de los crímenes de la anciana, Harder comenzó a ilustrarme sobre aquellos elementos que explican la fascinación de los estadounidenses por los asesinos en serie:—De este país han salido más asesinos en serie que de cualquier otra parte del mundo. Es algo muy americano.—¿Por qué?—Los convertimos en celebridades, en buena parte gracias a los medios: producimos documentales y películas; hay bandas de música que hablan de ellos. Forma parte de nuestra cultura. Hay series de televisión, reportajes de A&E, todos los libros sobre crímenes son superventas, por una sencilla razón: a la gente le interesa. Alguien que colecciona sellos no necesariamente tiene que sentir admiración por el cartero, simplemente colecciona sellos. Yo colecciono murderabilia. Es algo que me gusta hacer.Pero Harder no solo colecciona objetos de asesinos en serie, también los vende. Es dueño de murderauction.com, un sitio de subastas en línea en el que se ofertan desde retratos de Charles Manson, el emblemático hippy de la cultura popular estadounidense al que se acusó del asesinato de la actriz y modelo Sharon Tate, hasta las uñas de Issei Sagawa, el asesino japonés que se comió a una estudiante holandesa tras dispararle en la nuca.De Estados Unidos han salido más asesinos en serie que de cualquier otra parte del mundo. Es algo muy americano
Harder descubrió la página un año después y se puso en contacto con Bohannon. Le mostró su interés y logró que le vendiera parte de la empresa. En agosto de 2009, tras una pelea entre socios —me cuenta que Bohannon lo trataba "como al culo"— Harder adquirió la totalidad de las acciones de la sociedad. Según Harder, Bohannon decidió vender su participación por cuestiones familiares y cuando quiso volver, él mismo le negó la entrada porque no confiaba en él y no quería volver a la dinámica de conflictos anterior. Así que Bohannon no tuvo de otra que montarse su negocio: un sitio web de murderabilia llamado Ghouls Like Us (escribí a Bohannon varias veces para conocer su versión de la historia, pero nunca obtuve respuesta).El cadalso eleva la puja
William Harder durante una visita a Charles Manson. Cortesía de William Harder/Murder Auction
Años después, después de ver una obra suya circulando por internet, decidió localizar a Richard Ramírez, uno de los asesinos más representativos del país (así como en el béisbol o en el básquet, el mundo de los criminales y de los asesinos seriales tiene sus íconos, sus estrellas y sus dioses, y Ramírez es uno de esos). Sin esperar respuesta, le escribió. Para su sorpresa, Ramírez le respondió la carta y aceptó que lo visitara en la cárcel.—Me di cuenta de que si Ramírez me respondía, podía hacer lo mismo con otras personas. Y antes de darme cuenta, estaba carteándome con un centenar de prisioneros. A día de hoy, he visitado a unos setenta de ellos en la cárcel.—¿Les escribes para que te manden pinturas o dibujos para tu negocio?—No. Lo que ellos me mandan yo lo guardo, es para mí. Si quiero vender algo de Ramírez, se lo compro a alguien más y lo revendo para obtener una ganancia.—¿Les pagas?—No. Si el prisionero me manda sus obras, lo hace como un regalo. Antes les mandaba los materiales (pinceles, pinturas) para que pudieran trabajar, pero ahora no lo hago, porque me lo han prohibido en dos prisiones: Ohio y Texas.Si el prisionero me manda sus obras, lo hace como un regalo. Antes les mandaba los materiales (pinceles, pinturas) para que pudieran trabajar,
Los defensores de las víctimas rechazan que los presos se lucren con la venta de sus objetos personales. Un beneficio que no siempre llega en forma de billetes. "Muchos prisioneros reciben beneficios monetarios", aclara Kahan, "pero muchas veces les pagan con otro tipo de cosas: propiedades, suscripciones a revistas, utensilios para la expresión artística, etc.".No está bien que robes, violes y asesines y aproveches eso para lucrarte
Retrato por Anthony Allen Shore, conocido como 'El Asesino del Torniquete'. Cortesía de William Harder/Muder Auction
Izquierda: tarjeta de regalo por Cleophus Prince Jr., violador y asesino de seis mujeres. Cortesía de Serial Killers Talk. Derecha: dibujo de Joseph Nissensohn. Cortesía de Serial Killers Talk
Acuarela de Charles Ng, asesino, violador y torturador. Cortesía de William Harder / Murder Auction