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La cacería de brujas es un problema creciente en Papua Nueva Guinea

Es innegable: este país tiene un problema serio de refugiados. Sin embargo, el problema es más complejo aún cuando consideramos que se trata de refugiados por brujería.

Danza del fuego tradicional en Papua Nueva Guinea. Cortesía de WikiCommons.

A raíz de informes del año pasado acerca de mujeres y niños que huyen de la tortura y sacrificio por parte de los cazadores de brujas en Papua Nueva Guinea, un trabajador del gobierno en la remota provincia occidental Highlands, admitió esta semana que la región tiene un problema serio de refugiados relacionado con brujería en sus manos.

La creencia en la brujería es ancestral y muy común en todo Papua Nueva Guinea, especialmente entre el 80% de este país de siete millones de habitantes que aún vive en aldeas rurales. En 1971, en lugar de combatir o negar estas creencias, el gobierno local aprobó la ley "A favor de la magia blanca (la buena) y en contra de la magia negra (la mala)", para así animar a la gente a resolver sus disputas con los presuntos brujos en los tribunales, en lugar de, básicamente, lincharlos.

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Pero los asesinatos nunca se detuvieron. Y en el 2008 comenzaron a ser más comunes y sangrientos. Fue entonces en febrero del 2013 cuando lograron capturar la atención internacional con la brutal ejecución pública de una madre de 20 años de edad, llamada Kepari Leniata. A pesar de los esfuerzos del gobierno de Papua por detener los ataques contra los hombres y las mujeres vulnerables, estos siguen ocurriendo en la actualidad.

En un esfuerzo por entender esta crisis, VICE habló con el Padre Franco Zocca, un clérigo y erudito veterano de Goroka, en la provincia de Eastern Highlands. Zocca es además el director del Instituto local de Melanesia, un centro de investigación cultural dedicado a ayudar a las iglesias, gobiernos y organizaciones no gubernamentales a entender y reaccionar ante las necesidades regionales. Ha pasado gran parte de las últimas décadas investigando y escribiendo extensamente sobre la brujería en la sociedad rural de Papua. A través de una llamada telefónica entrecortada, el Padre Franco nos habló sobre el papel del desplazamiento económico a raíz de esta problemática, los cambios culturales y la deficiencia que existe a nivel gubernamental a la hora de difundir la situación actual de los asesinatos y migraciones relacionados con la brujería.

VICE: ¿Por qué los asesinatos por brujería se están volviendo tan comunes y violentos en Papua Nueva Guinea?

Padre Franco Zocca: Cuando dices asesinatos relacionados con brujería, la gente –el 95%– piensa que fueron personas asesinadas por brujos. La mentalidad tiende a ser que nadie muere por causas naturales. Siempre hay un alguien, ya sea el espíritu de una persona o un mago detrás de la muerte. El problema de estos asesinatos es más prominente en las tierras altas, especialmente en Simbu, entre los oradores Kumán. En el resto de las tierras altas estos asesinatos violentos y torturas nunca fueron prácticas tan comunes,pero actualmente este patrón se está extendiendo gracias a la gente Simbu, porla pobreza de esta región. Estas personas se están expandiendo en el territorio y están difundiendo ese patrón de acusación, tortura y asesinato que practicaban de manera ancestral en sus propias tierras. Algunos antropólogos, piensan que en el pasado la gente tendía a acusar de las muertes, dolencias y enfermedades a los espíritus de los antepasados. Ellos mismos dicen que ahora la educación moderna y los misioneros han quitado el miedo y el respeto a los antepasados, por lo que actualmente (las personas no están satisfechas conociendo las causas naturales de las enfermedades) tienden a acusar a los seres humanos, personas vivas. En muchos casos, la gente está utilizando esta mentalidad para deshacerse de personas de las que quiere deshacerse. Personas que quieren castigar a otras por alguna razón, entonces aprovechan la brujería como pretexto para acusarlos y violentarlos.

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¿Así que una parte de la problemática tiene que ver con la migración de grupos particulares que tienen una historia y cultura alrededor de este estilo de violencia, y otra parte tiene que ver con las personas que sólo quieren resolver venganzas personales?

Sí. También en nuestra investigación sobre los casos que aparecían en los últimos seis años, se encontró que incluso si las acusaciones ocurrieron en, por ejemplo, Port Moresby (la capital), la gente de Simbu jugó un rol fundamental en los mismos. El acusado en estos casos tuvo que salir de su región y ahora está viviendo en asentamientos en la capital. Un ex obispo católico que ejerció durante 50 años en Simbu, calculó que un tercio de la población de esta provincia se desplaza debido a acusaciones de hechicería o por temor a la misma. Así que es fácil encontrar a estas personas en los asentamientos de todas partes, que aún mantienen esa mentalidad acerca de esta problemática.

Algunas personas piensan que el aumento de la violencia en los asesinatos tiene más que ver con la difusión de las drogas y la cerveza casera ("moonshine": alcohol ilegal hecho en casa) que con el desplazamiento económico. ¿Crees que hay algo de verdad en eso?

Esta acusación proviene por lo general de personas mayores, pero los actos violentos siempre son realizados por los jóvenes, a veces bajo la influencia del alcohol o la marihuana o algo por el estilo. No hay trabajo para ellos. Cada año, decenas de miles de personas salen del sistema, ya que es muy selectivo. Muchas personas no van a la escuela, e incluso los que sí lo hacen y terminan, no encuentran un trabajo. Así que hay una mucha frustración. Estas personas están usando algo que no existía antes, la marihuana o el alcohol no estaban alrededor en el pasado, ya sabes.

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Algunos informes dicen que no se trata de asesinatos puntuales, sino que estos jóvenes forman ahora bandas de caza de brujas permanentes. ¿Es eso cierto?

Podría ser, pero en mi investigación no encontré bandas que se dedicaran a matar a los hechiceros, en parte por que los atacantes siempre son acusados por personas de sus propias casas. Para la policía, una parte del problema es que tienen miedo de enfrentar la brujería. Aparte de eso no hay testigos. Nadie quiere hablar. En gran medida son los mismos habitantes los que están enfrentando el problema con la complicidad de toda la comunidad.

Usted dice que esto está desplazando a una gran cantidad de personas. ¿Qué pasará con estas comunidades cuando un tercio de la población está huyendo de las acusaciones de brujería?

Hay consecuencias. En los pueblos realmente estamos sufriendo por la falta de liderazgo. En el pasado, los líderes de las tierras altas eran guerreros. Los combatientes tribales han disminuido durante los últimos años. Pero también hay una falta de líderes por que los que son inteligentes se desplazan a la ciudad, en parte porque tienen miedo de ser atrapados por la por brujería. Una brujería que, dicen ellos, es provocada por los celos y la envidia. Así que si usted se vuelve muy exitoso, está en peligro de ser atacado por el hechicero. En las tierras altas, este temor está paralizando la economía.

El gobierno ha tratado de disuadir la caza de brujas anulando la Ley de Brujería de 1976, que utilizaban los cazadores de brujas para defender sus acciones en la corte, y restableciendo la pena capital (que estaba fuera de uso desde 1954), pero no parece estar teniendo un gran efecto…

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El gobierno, sí, anuló la ley bajo la presión de los medios de comunicación internacionales, pero sin mucha convicción. No se puede cambiar una mentalidad cultural así de fácil con solo anular una ley. Cambiar la mentalidad para que se acepten las causas naturales y espirituales de la muerte pararía esta situación. También sucedió en Europa: matamos a un montón de brujas en la Edad Media y finalmente hemos aceptado las causas naturales de la enfermedad y la muerte. Entonces la caza de brujas se detuvo.

En el caso de Europa, tuvieron que pasar muchos, muchos años y un cambio gradual para que la gente dejara de cazar brujas. Pero en un lugar como Papúa Nueva Guinea parece que podría generarse mucho daño si la gente deja que este problema se resuelva prácticamente solo durante tanto tiempo.

Exactamente, y es por eso que las iglesias tienen que dejar de dar crédito a este tipo de cosas, porque eso es parte del problema. Dicen cosas como que son personas poseídas por espíritus malignos. Las personas poseídas en el tiempo de Jesús, eran personas enfermas, esa era una forma de explicar la enfermedad, pero todavía hoy en día encontramos muchas iglesias que refuerzan ese tipo de creencias. Para mí, es más una cuestión de educación que otra cosa.

¿Cuál cree que es la mejor opción para implementar ese tipo de educación en las regiones remotas?

Aumentar la educación y traer un buen sistema de salud. Nuestra salud es terrible, sobre todo en los pueblos. Una gran cantidad de hospitales y centros de medicina se cerraron. No hay médicos que quieran prestar servicios en las zonas rurales. El gobierno está feliz, porque en lugar de acusar al sistema, la gente se está acusando mutuamente.

¿Qué ayudaría más a que las cosas se resuelvan a corto plazo: que la policía interviniera o que la gente informe la caza de brujas?

No tenemos muchos policías. Sólo tenemos 7.000 para todo el país. En mi investigación en un área de Simbu, sólo había un policía encargado de los casos de hechicería. Ellos no tienen carros, no tienen combustible. Muchas veces se trata de personas de la misma región. Ellos mismos tienen mucho, mucho miedo de la hechicería. Mi equipo aquí, el equipo de investigación local, siempre se niega a entrevistar a los hechiceros (las viejas señoras que sobreviven) porque ellos también tienen miedo.

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