Si estás leyendo esto en Europa, es muy probable que estés sufriendo por la ola de calor. Para muchos países, estas son malas noticias porque, a pesar de tener lagos y ríos que atraviesan la mayoría de las grandes ciudades no se permite nadar en ellos, ya sea por cuestiones de seguridad o simplemente porque las autoridades son demasiado flojas como para supervisar la zona. En algunos países, ni siquiera está permitido acostarte sobre el pasto en los parques, lo cual te deja atrapado en tu departamento con aire acondicionado y con la opción de pagar membresías caras para poder entrar a una alberca.
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En Berlín, Alemania, las cosas son un poco diferentes. Las autoridades son un poco más relajadas con respecto a lo que puede hacer la gente en los parques. Allá puedes meterte al lago o andar desnudo en el pasto, incluso si estás a unos metros de la torre corporativa donde trabajas.
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La fotógrafa Ana Topolenau tomó unas fotos análogas en en centro de la ciudad alemana que nos muestran lo mucho que puede ayudar un poco de libertad para construir un sentido de comunidad. Decenas de personas se reúnen alrededor de los lagos locales, que no son playas nudistas oficiales, y pueden hacer lo que quieran sin que las autoridades los molesten. La basura generada se recoge por medio de programas comunitarios y, en vez de ser conservadores, la mayoría de los ancianos parecen estar más abiertos al nudismo que los millennials. Quizá deberíamos seguir el ejemplo de los berlineses, aunque sea hasta que termine la ola de calor.Puedes ver más de la obra de Ana Topoleanu en su página Facebook.
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