Fotos íntimas de los strippers de Miami

Jill Freedman es una artista y productora visual de gran talento. En más de cinco décadas de carrera se ha hecho un nombre por su fotografía urbana en Nueva York. Comenzó espontáneamente en los años sesenta cuando gastó sus dos primeros carretes con una cámara prestada, y desde entonces ha capturado imágenes emblemáticas.

Estaba familiarizada principalmente con sus fotografías en blanco y negro de policías, bomberos y la Nueva York de los setenta, por lo que me sorprendió recibir un correo electrónico suyo con el tema "Strippers Miami 2002". Pero cuando tuve la oportunidad de charlar con ella y visitar su apartamento y su archivo, me di cuenta de que se toma cada trabajo como una aventura.

Esta es la declaración que publicó la artista junto con las fotografías.

En busca de lo indecentemente posible, y del romanticismo inherente a ello, busqué los que las strippers no llevaban. Porque, ¿quién podría saber más sobre quitárselo que una stripper? Pero entonces, el striptease deja de ser; no más coquetear con el globo o la burbuja o el velo. Ya vienen desnudas de ilusión, sin dejar nada a la imaginación. ¿Dónde está la magia? Hoy las strippers se ven como cualquiera que camina en ropa interior, excepto por que ellas van con tacones y tienen el cuerpo trabajado. Y les pagan por hacerlo. Jill Freedman, Diciembre 2002 — Miami, Florida.

Charlamos con Jill sobre este proyecto.

VICE: Eres una fotógrafa callejera muy prolífica. ¿Cómo logras hacer las fotos sin ser intrusiva?
Jill Freedman: A veces soy invisible. Otras veces no. No cuestiono la magia.

¿Cuál fue tu motivación para hacer estas fotografías de strippers y cómo lo conseguiste?
Vi a una mujer con unos zapatos horrendos de stripper de pie delante de una puerta. Verla me hizo querer fotografiar strippers.

¿Cómo escoges el tema central de tus fotos?
El tema me escoge a mí.

Eres muy conocida por tu trabajo en Nueva York. ¿Te gusta más fotografiar fuera de la ciudad, como en este caso?
Me gusta mucho viajar y hacer fotos. La gente es igual en todos lados; la mayoría está loca. Es divertido capturar momentos de locura.

Después de hablar contigo varias veces, he aprendido mucho sobre tu vida y tus aventuras, pero me encantaría oír más sobre qué te gusta fotografiar ahora en comparación con lo que te gustaba antes.
Empecé a fotografiar gente y todavía me gusta fotografiar gente. Para mí, se trata de capturar momentos y compartirlos.

Este material es inédito y me dijiste que la mayoría de tu trabajo sigue inédito, lo que es sorprendente. Parece como si los artistas de hoy necesiten la aprobación inmediata o que su trabajo sea expuesto al momento, pero tú fotografías por necesidad. ¿Siempre has sido así?
Sí, una necesidad como la de la araña de tejer una tela, ese tipo de necesidad. Soy feliz cuando hago fotos, es divertido perderte en las calles.

Puedes seguir el trabajo de Jill Freedman aquí.