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Un experto explica cómo ofrecer apoyo psicológico a las víctimas del terremoto en Italia

Los temblores se sintieron desde Rímini hasta Nápoles y hasta el momento el balance de Protección Civil es de 250 muertos, aunque el número podría aumentar a medida que se saquen los escombros.

Foto por Fabrizio Di Nucci/VICE News.

El pasado martes 23 de agosto un terremoto de 6 puntos de magnitud sacudió el centro de Italia, destruyendo municipios de las fronteras de Umbría, Lacio, Marcas y Molise. Los temblores se sintieron desde Rímini hasta Nápoles y hasta el momento el balance de Protección Civil es de 250 muertos, aunque el número podría aumentar a medida que se saquen los escombros.

Junto con los cuerpos de bomberos, las Cruz Roja y la Protección Civil, también se han acercado al lugar unidades de servicio psicológico, incluyendo voluntarios del SIPEM SoS Federazione ('Sociedad Italiana de Emergencias Psicológicas', en español), que por años ha ofrecido ayuda psicológica a víctimas de desastres. Estuvieron presentes en el terremoto de L'Aquila, así como en Apulia después del reciente choque de trenes que causó docenas de muertes.

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Hablamos por teléfono con la presidente de SIPEM, la doctora Cristiana Dentone, para preguntarle qué le pasa a la gente en términos psicológicos cuando experiencia eventos así de trágicos y cuáles son las herramientas que usan los voluntarios de la ONLUS ('Organización de Utilidad Social Sin Ánimo de Lucro', en español), que son psicólogos y trabajadores sociales, para ayudar a las víctimas.

La página del SIPEM con actualizaciones del terremoto. Captura de pantalla vía Facebook

VICE: Ya tienes a algunos voluntarios en el lugar de los hechos. ¿Qué es lo primero que hacen para aliviar psicológicamente a la población y cómo es el proceso?

Dr Dentone: Por el momento nos encontramos en lo que se llama la fase de impacto, en la que proporcionamos asistencia a gente que se reúne en los centros médicos u hospitales de campaña, así como a los heridos que son llevados a otras instalaciones y hospitales. También es muy importante ayudar a los rescatistas —también llamados víctimas de tercer nivel— que sufren sus propios traumas. Los rescatistas también son ciudadanos de la región, son víctimas reales que, a pesar de haber sido afectados de alguna forma, deciden ayudar".

Además de esto, nuestros voluntarios están en las calles ofreciendo sus servicios a quienes los puedan necesitar.

¿En qué condiciones han encontrado a las víctimas del terremoto? ¿Cuáles son los elementos que acompañan este tipo de trauma?
Si consideramos que es algo que acaba de ocurrir, podría decir que las personas están enfrentándose a algo que nunca imaginaron ver en sus vidas; es algo que no sólo los asusta y los aterra, sino que también ha acabado con la posibilidad de que se sientan seguros. Reinan el desespero, el miedo y la angustia. Pero también es cierto que hay muchas personas intentando involucrarse de alguna forma para ayudar en los rescates.

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Esto es en la etapa inicial. Después de un tiempo vas a poder ver otro tipo de reacciones emocionales que se desprenden de experiencias traumáticas asociadas al miedo, la ira, la angustia de volver a casa o el miedo de no poder hacerlo.

Me imagino que cada persona tiene su propia historia y su propia "pérdida": un ser querido, el hogar, la sensación de seguridad. ¿Cómo debemos relacionarnos con estas necesidades?
Digamos que por el momento debemos actuar según lo indique la emergencia. Así que lo primero es ayudar a reunir a la gente con sus seres queridos, y en el caso de muertes, estar ahí para cuando se tenga que hacer el reconocimiento de cadáveres.

Cuando todo eso pase podremos ofrecer algún tipo de cuidado personalizado para procesar las experiencias traumáticas y prevenir enfermedades relacionadas a esas experiencias. En todas las etapas es particularmente importante darle a la gente toda la información relevante para que se ponga en contacto con nosotros y pueda lidiar con su propia experiencia emocional.

Ya que hablamos de experiencias traumáticas, ¿cuáles pueden ser los efectos a largo plazo de un evento como este?
Los efectos a largo plazo más comunes son aquellos vinculados a trastornos por estrés postraumático; de hecho, la psicología de emergencia nace de las investigaciones realizadas con veteranos de Vietnam después del atentado en la ciudad de Oklahoma: al no poder procesar ciertas experiencias, se perpetúa un desequilibrio emocional. Esto puede darse desde una etapa temprana y nuestra intervención inmediata apunta específicamente a prevenirlos.

Has trabajado en el seguimiento de diferentes catástrofes. La última de ellas fue el choque de trenes en Apulia. ¿Cómo cambian las intervenciones dependiendo de la situación?
Las principales diferencias dependen del tipo y número de personas afectadas, así como de la cantidad de gente en grupos vulnerables; es decir, aquellos que necesitan más protección: la tercera edad, las víctimas, pacientes crónicos, niños abandonados. En un terremoto la cantidad de víctimas generalmente es más alta que en un accidente como el de Apulia. En este caso el primer problema es el manejo de recursos, como pasó en L'Aquila.

¿Qué tanto tiempo se trabaja en un área afectada por un desastre natural?
La psicología de emergencia es llamada así precisamente porque lidia con emergencias. El objetivo principal es normalizar la experiencia y asegurarse de que todos puedan reanudar sus vidas así como reactivar las comunidades, cosa que incluye a los centros psicológicos de las zonas. Intervenimos en los momentos más difíciles porque los psicólogos del área también pueden ser víctimas. La duración de nuestras acciones varía y se decide con Protección Civil y los centros de salud. Depende de la magnitud del desastre y de la escala de "destrucción".

Con respecto al terremoto, una de las particularidades es que las víctimas se enfrentan a una completa incertidumbre frente al futuro. ¿Qué pueden hacer las instituciones para dar algo de esperanza?
Puede sonar trillado, pero se hace con hechos y seguridad. Es lo que espera la gente. Es clave que al comienzo las personas tengan la certeza de que vienen las operaciones de rescate; y, otra vez, puede sonar trillado, pero deben saber que no serán olvidados.

Me imagino que, como en el pasado las instituciones se han olvidado de este tipo de situaciones —como en L'Aquila—, la psique de los que lo han perdido todo puede verse afectada.
Puede influenciar la sensación de miedo, el saber que esto podría pasar: al ver el resultado de otros terremotos y cosas como las que siguen pasando en L'Aquila, tienen un impacto muy negativo. Quienes trabajan en Protección Civil o en asociaciones como la nuestra, en la que somos profesionales pero voluntarios, siempre intentamos hacer todo lo que podemos. En cuanto al resto, sólo podemos esperar lo mejor.