One, rapero y artista K-pop de Corea del Sur
Foto cortesía de One.
Perfil

Mi vida como ídolo del K-Pop era sofocante así que renuncié a ella

"Comencé a ganar mucho dinero y la gente comenzó a reconocerme, pero como no era yo mismo, cuanto más dinero ganaba, más baja era mi autoestima".
O
por One
ÁG
traducido por Álvaro García
Therese Reyes
tal y como se lo contó a Therese Reyes
PH

Artículo publicado originalmente por VICE Asia.

One es rapero, cantante, compositor y actor. Ahora es un artista independiente pero anteriormente era parte de YG Entertainment, una de las compañías de entretenimiento más grandes de Corea del Sur. También ha aparecido en series como A Korean Odyssey, Room No. 9 y Her Private Life.

He estado en la industria de la música de Corea del Sur desde que tenía 16 años. No era mi sueño de toda la vida ser músico, pero encontré mucha alegría al hacer música. Nunca me acostumbré a la escuela preparatoria y siempre tuve la visión de que haría algo grande y no tradicional con mi vida, así que la dejé.

Publicidad

En ese momento me gustaba mucho la música que producía YG Entertainment, así que les envié demos pero nunca obtuve respuesta. Finalmente, cuando incluso había olvidado haberles enviado material, un equipo de exproductores de YG que crearon su propio sello discográfico se acercaron y me ofrecieron un contrato.

Esa fue mi primera experiencia como aprendiz de K-pop. El hip-hop no era popular en Corea en ese momento y la industria estaba llena de grupos "Idol" como Super Junior. Nunca fue una ruta que quisiera tomar; cantar y bailar como ellos simplemente no era algo natural para mí. Pero en ese momento parecía mi única opción, así que ingresé al riguroso sistema K-pop.

Debuté como parte del dúo 1Punch y rápidamente me di cuenta de que un grupo Idol no era para mí. No lo hicimos tan bien como esperaba el sello, así que nos abandonaron. Quería tomar el control de mi propio destino, así que hice varias solicitudes a mi compañía para para poder unirme a la competencia de rap Show Me the Money. Esa fue mi gran oportunidad. Tuve la suerte de tener una actuación relativamente buena en el programa y una vez que me presenté, recibí varias ofertas de diferentes sellos y pensé que si volvía a firmar con uno, debía elegir al más importante que pudiera: YG.

Una vez dentro, realicé un entrenamiento aún más riguroso y de nuevo me vi obligado a encajar en cierto molde, que no era realmente mío. Esto se manifestó de muchas maneras, desde hacerme crear canciones que no eran fieles a mi estilo, hasta cambiar mi estilo de moda a algo que no se sentía natural. Era como tratar de colocar una clavija cuadrada en un agujero redondo. Lo que más me molestó fue tener que tomar decisiones que contradecían mi propia identidad para apaciguar a los productores. Sentí que estas elecciones me hacían ir en contra de quien realmente era.

Publicidad

Los grupos Idol de K-pop traen mucha felicidad a tanta gente, pero producir a todos los artistas para que quepan bajo una misma sombrilla no está bien. Quiero ver más diversidad en nuestra industria que ha pasado tanto tiempo borrando las identidades de las personas y colocándolas en un paquete brillante y uniformado para adaptarse a lo que creen que las masas quieren consumir.

He visto a muchos músicos talentosos pasar por lo mismo y me siento muy triste y decepcionado por ellos. Al igual que yo, muchos de ellos pensaron que pasar por el sistema de grupos Idol era la única forma de seguir su pasión.

Me siento decepcionado con el sistema porque hay muchas personas que no encajan en el género del "ídolo del baile y canto" del K-pop, pero se ven forzados a encajar en ese molde. Después de inducir a los artistas a este sistema, los sellos los explotan lo más que pueden para obtener más ingresos, popularidad y fama, perpetuando aún más que este es el único método para el éxito, en lugar de simplemente permitirles ser los artistas que quieren ser.

Hay una jerarquía, con los sellos en la parte superior y el artista en una posición en la que solo tiene que recibir direcciones. Cuando estaba con los grandes sellos, sentía que mi música no era lo suficientemente buena y que yo no era lo suficientemente bueno, como artista y como persona. Desearía que alguien me hubiera acompañado para decirme que era un esfuerzo suficiente y apoyarme como artista.

Publicidad

En cierto momento, comencé a ganar mucho dinero y la gente comenzó a reconocerme, pero como no era yo mismo, cuanto más dinero ganaba, más baja era mi autoestima. Nada de lo que hacía me provocaba alegría y el "éxito" que tanto había intentado conseguir no significaba nada.

Las personas miran a las celebridades y solo ven los escenarios enormes, la ropa genial y el dinero. Podrían pensar: "¿Qué razón hay para que tengan estos problemas y se sientan de esa manera?". Es importante que todos sepan que lo que ves no lo es todo, ya sea el caso de artistas arriba de un escenario o personas que viajan en metro. Es la falta de comprensión entre las personas lo que dificulta la situación. Todos somos humanos, incluidos los artistas, y creo que si todos trataran de entenderse y se esforzaran un poco más para ver las cosas desde la perspectiva de la otra persona, las cosas serían mucho mejores.

Otro aspecto es el énfasis de la industria en la juventud e iniciar las carreras de los artistas a una edad muy temprana. Algunos debutan desde los 13 años. Me resulta difícil creer que alguien realmente sepa quién es a esa edad. Empujar a los adultos jóvenes a un entorno donde eventualmente tendrán que aceptar el hecho de que quienes son para el público no es la misma persona que son en el interior es muy problemático.

El hecho de que exista la actividad de "entrenar artistas" es una locura para mí. ¿Cómo puedes entrenar a alguien para ser artista? Puedes darles herramientas y consejos, pero no puedes adiestrar a las personas para que se conviertan en artistas. Las personas deberían poder crear lo que quieren crear. De esta manera pueden sentirse libres, satisfechos y contentos.

Publicidad

La buena noticia es que la industria parece estar avanzando lentamente en esa dirección, donde la capacitación no es tan restrictiva y los sellos están permitiendo salidas de creatividad más diversas.

Comencé mi propio sello como artista independiente para poder estar orgulloso de quién soy y hacer lo que quiero hacer. Esta libertad se ha traducido a mi música. Ahora elijo cosas que realmente quiero que la gente escuche, en lugar de pensar en dónde se ubicarán en las listas. La fama y el éxito monetario que conlleva son secundarios.

Mis metas y pasiones creativas ahora están impulsadas por la diversión que encuentro en la música, en lugar de una competencia con otros artistas. En el pasado, siempre sentí que estaba persiguiendo a alguien más. Pero ahora no estoy persiguiendo a nadie en la misma pista, sino que estoy creando mi propio camino.

Sigue a One en Instagram. Sigue a Therese en Twitter e Instagram.