FYI.

This story is over 5 years old.

Sexo

Me dieron sexo oral por primera vez

Vince Alhan Gençay, colaborador de VICE, reflexiona sobre su primera experiencia oral.

El sábado pasado fue el día en que me hicieron una mamada —también conocida como "pulir el riel", "hacer unos mamelucos" o "soplar la vela"— por primera vez. Y bueno, hubo algunas sorpresas.

Me gustaría creer que soy un inocente joven de 18 años que vive una vida sin culpas. En realidad no salgo de fiesta, nunca he tomado una cerveza, y la primera y única vez que fumé hierba fue el peor día de mi vida. Esto me convierte en uno de los recursos más valiosos de VICE UK, porque soy una pizarrón en blanco al que pueden poner a probar distintas cosas sin que me ponga insolente ni cínico.

Publicidad

En realidad, ahora que lo pienso, la cosa más exagerada que he hecho probablemente sea haber conseguido trabajo aquí, así que tal vez pueden entender lo novato que soy para todo este asunto.

Prueba adicional: También soy virgen, y nunca había estado cerca de que me hicieran una mamada antes.

Durante años, pensé que recibir sexo oral iba a ser una experiencia alocada que me transformaría como persona, como conseguir mi primer trabajo, o la invención del modo incógnito para navegar en internet. Creer todo lo que escuchas te hace pensar que es una experiencia genuinamente formativa; el primer paso en el largo camino hacia la virilidad. Con eso en mente, tenía algunas inquietudes que no podía quitarme de encima.

"En una fracción de segundo, había sucedido: mi pene había entrado en una boca".

Estoy circuncidado, así que estaba preocupado de que mi glande desprotegido tuviera una sobrecarga sensorial. ¿Qué pasaría si me sintiera abrumado, y eventualmente saliera corriendo de ahí, dejando a mi pareja sola y confundida? Incluso si no fuera tan celestial —o doloroso— como esperaba, ¿seguramente acabaría en segundos? ¿Acaso debía ver videos de entrenamiento de resistencia, o comenzar a practicar tantra? ¿Eso podría ayudarme? Todo era muy confuso y estresante.

De todos modos, el fin de semana pasado finalmente sucedió, y pensé en escribir sobre la experiencia, para aquellos de ustedes que ya olvidaron esa ansiedad y aprehensión, aquellos de ustedes que todavía están a su merced, aquellos de ustedes que han estado del otro lado de la prueba, aquellos de ustedes que no sabían que los hombres se preocupan por recibir sexo oral por primera vez, y aquellos de ustedes que sólo le dieron click al artículo porque vieron "sexo oral" en el título. Además, escribí sobre la experiencia porque, francamente, no hay suficientes artículos sobre sexo masculino, y todos sabemos que eso necesita cambiar.

Publicidad

Actualmente estoy saliendo con alguien (al momento de escribir este artículo, de todos modos) que me dio permiso explícito para relatar mi experiencia. Hemos estado hablando durante unos meses y nos hemos visto unas cuantas veces. En pocas palabras: mis padres están de vacaciones por el momento, así que ella vino a mi casa. Estábamos en la cama, pasando el rato, y antes de que yo lo supiera, había sucedido: mi pene había entrado en una boca.


Relacionados: ¿Por qué hay tantas personas que no usan condón?


Esperaba que fuera como Disneyland, pero honestamente la única manera que podía decir que algo había sucedido era por medio de la vista. Literalmente no podía sentir una boca en mi pene. Se sentía como si mi pene estuviera flotando en un vacío. No sentía nada: vacío, espacio. Pero luego, unos segundos más tarde, fue más profundo, y fue mágico: una sensación sexy y cálida.

Sé que esto es raro, pero me sentí un poco mal cuando sucedió. Estaba acostado, con mi pene en la boca de alguien. ¿Podría no ser tan divertido? Mi mente comenzó a divagar: ¿cómo sabemos con seguridad que la Tierra no es realmente plana? Esto, por cierto, no es para menospreciar a la chica con la que estoy saliendo; ella es súper talentosa. Me sentí como si no estuviera haciendo lo suficiente, casi culpable, con la idea de que debía haber sido recíproco (no se preocupen: devolví el favor después), y mis pensamientos comenzaron a dispersarse.

No tenía demasiado tiempo para perderme en estos pensamientos, porque antes de que lo supiera, el momento había acabado. Y tengo que decirlo: también siento que finalmente me he convertido en un hombre.

No puedo esperar para tener sexo; he oído que es genial.

@alhan